Ciudad Guatemala
El dramático empate 3-3 con que Argentina eliminó a Escocia del mundial femenino fue posible en parte por una las nuevas normas que más polémica ha causado en Francia 2019.
Y es que pese a que la escocesa Lee Alexander paró el penalti la primera vez que lo lanzó la argentina Florencia Bonsegundo, no lo atajó a la segunda.
¿Por qué lo repitió? Por la nueva norma que dice que el penalti se vuelve a tirar y se sanciona con tarjeta amarilla a la portera que en el momento del lanzamiento no mantiene al menos un pie sobre la línea de gol (pisándola o en el aire si está saltando).
Y, en toda justicia, también se repitió por la existencia del VAR, pues con la tecnología de videoarbitraje, resulta mucho más fácil detectar cualquier infracción.
Así ha sido que Jamaica y Nigeria también se vieron perjudicadas por la repetición de un penalti en sus partidos contra Italia y Francia.
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Pero la norma, que tanto ruido ha provocado, acaba de ser suspendida.
A partir de la fase de octavos de final que comienza este sábado, y en el caso de que se llegue a que la eliminatoria se resuelva en una tanda de penaltis, aunque ordenen repetir el tiro no habrá amonestación.
Esto ante el riesgo de “distorsionar injustamente” el resultado de los partidos si se expulsa a una portera por acumulación de tarjetas.
La solicitud de suspensión temporal de la norma fue realizada por la FIFA a la International Football Association Board (IFAB), el organismo que define las reglas del fútbol.
Al explicar su decisión de aprobar la solicitud, la IFAB reconoció que la presencia de VAR aumenta en gran medida la probabilidad de que se detecte una infracción.
Y como es posible que las selecciones lleguen a una instancia de penaltis durante las rondas finales, existe un mayor riesgo de que una guardameta reciba una segunda tarjeta amarilla y su expulsión correspondiente.
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