La verdad es mucho más extraña que la ficción.
Es un conocido dicho que se ajusta perfectamente al caso de Nancy Crampton-Brophy, una escritora en Oregón, Estados Unidos, que parece haberse tendido su propia trampa.
Crampton-Brophy es una escritora de novelas románticas basadas en relaciones que se echan a perder y tramas de suspenso de cómo eliminar al cónyuge sin dejar rastro y no levantar sospecha.
La mujer, de 68 años, fue arrestada el 5 de septiembre acusada de asesinar a su esposo con un arma de fuego.
La novelista, radicada en la ciudad de Portland, tenía madera para escribir intrigas sobre cómo planear y llevar a cabo el asesinato de esposos o deshacerse de ellos.
Aquí unos ejemplos:
En el blog describió cinco motivos principales y las armas adecuadas que escogería si su personaje fuera a matar a su marido en una de sus novelas románticas.
Recomendó no contratar un sicario pues muchos te “traicionan con la policía”, ni confiar en que lo haga tu amante: “Mala idea”.
Tampoco aconseja utilizar veneno porque se puede rastrear. Así que, olvídate de la proverbial sopa de camarones.
“Después de todo”, escribió en su blog, “si se supone que el asesinato me va a liberar, ciertamente no voy a querer pasar tiempo en una cárcel“.
Según la policía, la autora parece haber seguido sus propios consejos.
La novelista estaba casada con Daniel Brophy, un reconocido chef de 68 años que apareció muerto a tiros en su lugar de trabajo, el Instituto Culinario de Oregón.
El chef era muy apreciado por colegas y estudiantes por sus profundos conocimientos e innovadoras técnicas de enseñanza.
La pareja había estado casada durante 27 años y, en su blog, Nancy Crampton-Brophy habló abiertamente de los aspectos románticos de su relación.
Aunque reconoció que, como toda pareja, habían tenido sus “altibajos”, habían pasado muchos más “mejores momentos que malos”.
Cuando los estudiantes de Daniel Brophy encontraron su cuerpo ensangrentado en la cocina del instituto de culinaria, en junio pasado, hubo sorpresa y confusión.
La misma Crampton-Brophy escribió que ella estaba tratando de “encontrarle algún sentido“. Sin embargo, vecinos y allegados empezaron a notar un cierto estoicismo incompatible.
Cuando fue instruida de cargos, el juez tomó la inusual decisión de sellar una declaración de probable causa a petición de la fiscalía. La policía mantuvo su silencio diciendo que se trataba de una investigación que seguía en curso.
Pero, tal vez, este caso podría encontrar esclarecimiento en los francos y frecuentemente entretenidos comentarios de la novelista acerca de su matrimonio.
En un blog de 2011, ya retirado de la vista pública, escribió: “Mi esposo y yo estamos en nuestro segundo (y último, ¡créanme!) matrimonio. Juramos… que no terminaría en divorcio. Pero, debo resaltar, que no descartamos el tiroteo desde un vehículo en movimiento ni un accidente sospechoso”.