A primera vista son iguales que cualquier otro aguacate, aunque cuentan con una novedosa tecnología que les permite mantenerse frescos más tiempo sin deteriorarse.
Se trata de una capa orgánica invisible -hecha a base a plantas- que refuerza la propia piel del fruto.
Esta microscópica película fue desarrollada por la startup estadounidense Apeel Sciences, que comenzó sus investigaciones buscando una solución para campesinos en partes de África, que no podían llegar con sus cultivos en buenas condiciones a los mercados locales.
La pregunta básica fue, ¿cómo preservar por más tiempo las frutas. Con esa idea en mente, la firma consiguió financiamiento de la Fundación Bill y Melinda Gates y de la Fundación Rockefeller.
Al final lograron desarrollar la delgadísima película que extiende la vida útil de una fruta que, si no se come en pocos días, termina rápidamente en la basura.
Recientemente, los aguacates con esa piel invisible, fueron puestos a la venta en dos grandes cadenas de supermercados en Estados Unidos.
“Son aguacates que duran el doble de tiempo”, le dice a BBC Mundo Morgan Oliveira, representante de Apeel Sciences. “Esta tecnología hace que se pierda menos comida”.
“Detiene la generación de desechos sin utilizar refrigeración o conservantes. Ahorra agua, energía y elimina la necesidad de químicos”, agrega.
Por ahora estos aguacates se venden solo en EE.UU., pero la compañía espera ampliar su mercado a otros países.
La firma está realizando pruebas de laboratorio para aplicar el mismo tipo de malla protectora adaptada a los requerimientos particulares de tomates, espárragos, fresas y otras frutas y verduras.
En conversación con BBC Mundo, Marion Nestle, profesora emérita de Nutrición, Estudios Alimentarios y Salud Pública de la Universidad de Nueva York asegura que “sería fantástico que esta tecnología funcione en la práctica”.
Como se trata de una invención reciente, los científicos creen que tiene un gran potencial, aunque están esperando a tener más detalles sobre el producto para poder evaluarlo.
“Sería genial tener alimentos que se mantengan frescos por más tiempo. Tengo ganas de ver si funciona y cómo lo hace”, agrega Nestle.
Hasta ahora, todo indica que la piel -al menos preliminarmente- ha dado resultados, dado que los supermercados están comprando el producto.
Según la Coalición contra el Desperdicio de Comida de EE.UU. (ReFED, por sus siglas en inglés), más del 40% de los desechos de alimentos en el país corresponden a frutas y verduras.
Por eso, esta organización sin fines de lucro, promueve la innovación.
En un estudio de la organización publicado este año, se calculan las ventajas comerciales del desarrollo de la llamada “economía de los desechos”.
“Hay una oportunidad comercial de US$18.200 millones para las empresas que venden alimentos”, dice Chris Cochran, director ejecutivo de ReFED.
“Lo que alguna vez fue visto como un costo, ahora es un gasto controlable y una fuente de valor“, agrega.
Lo que muchas startups están buscando es extender la durabilidad de la comida, disminuir su tiempo de refrigeración y reducir su huella de CO2.
Decenas de empresas en distintos países están desarrollando proyectos con este horizonte, algunas con el apoyo de inversionistas interesados en conseguir rentabilidad o de organismos internacionales que intentar reducir el problema del hambre.
Y las soluciones vienen desde distintos enfoques. FreshPaper, por ejemplo, utiliza en las bolsas de ensaladas láminas de papel tratado, para evitar la proliferación de bacterias y hongos.
Otros ejemplos son Blueapple, un dispositivo que absorbe gas etileno en los refrigeradores para que la comida dure más tiempo; IRRI Super Bag, un sistema de almacenamiento hermético que aumenta la vida de granos y semillas; o Wakati, que utiliza hidratación en vez de sistemas de refrigeración para preservar los productos en las granjas.
La llegada de los aguacates con una segunda pie a los supermercados estadounidenses abre una veta comercial que podría llegar a tener efectos significativos en el mercado de este producto.
Apeel Sciences le está vendiendo su tecnología a dos productores: Del Rey Avocado y Eco Farms, que a su vez venden sus aguacates a los supermercados.