Catherine Utley y su hermana Ginda viven juntas desde hace más de 30 años.
Ambas criaron a la hija de Catherine y son propietarias de una casa en el sur de Londres.
Y son una de muchas parejas de hermanos en Reino Unido que quieren que se les permita registrar su relación como una unión civil.
Cuando la idea fue sugerida en Twitter este martes por un diputado, se encontró con fuertes críticas y acusaciones de apoyar el incesto y ser “ridículo”.
Pero lo cierto es que las uniones civiles para hermanos es algo que activistas llevan pidiendo desde hace mucho tiempo.
“No hay un argumento real en contra”, dice Catherine, de 59 años. “La gente no lo está entendiendo en absoluto”.
Lleva viviendo con su hermana mayor Ginda, de 63 años, durante la mayor parte de su vida adulta desde que compraron su primer apartamento juntas en 1985.
“Ella estuvo a mi lado cuando tuve a mi hijo en 1993”, cuenta Catherine.
“Me quedé embarazada sin planearlo y no podría vivir con el padre, ya que habría sido una completa pesadilla. La reacción inmediata de mi hermana fue estar junto a nosotros”.
“Compramos una casa juntas para estar cerca de nuestros dos hermanos, y fue algo maravilloso. Ella fue mi gran apoyo, sin duda“.
Catherine dice que hay un “vínculo especial” entre los hermanos que viven juntos en edad adulta.
“Ella es como mi otra mitad, es mi mejor amiga. La conozco desde que nací. Algunas personas no se llevan bien con sus hermanos, pero si lo haces, puede ser una relación muy fuerte”.
Mientras crecía, la hija de Catherine, Olivia, que ahora tiene 24 años, decía sentirse “como si tuviera dos madres”.
“No considero que una sea más madre que la otra. Simplemente era un hogar muy feliz y estable. La gente pensaba que tenía dos madres, y eso era todo”.
Catherine y Ginda quieren poder registrarse como unión civil para disfrutar de los mismos derechos de herencia que otras parejas que han formalizado su relación.
“Cuando mi hermana o yo muramos, una de nosotras tendrá que vender la casa para poder pagar el impuesto a la herencia”, dice.
Catherine asegura que es una “injusticia flagrante” porque las uniones civiles están disponibles para parejas de personas. No necesitan mantener una relación romántica, simplemente no pueden ser parientes de sangre.
“Excluir a los hermanos es pura discriminación. Podría tener una unión civil con mi vecino de al lado, pero no puedo tenerla con la persona con la que he compartido mi hogar y mi vida”, agrega.
“No digo que las uniones civiles sean la única forma de abordar la desigualdad, pero es la forma más obvia. Podrían hacer algo respecto al impuesto a la herencia cambiando las leyes”.
Compraron su casa por US$226.000, pero ahora vale mucho más. Bajo las leyes de los impuestos sobre sucesiones, la propiedad sobre un cierto umbral se grava a una tasa del 40% cuando se transmite a otra persona.
En Reino Unido, este tema está en el centro de atención después de que el gobierno anunciara esta semana que la opción de la unión civil se extenderá a las parejas de distinto sexo.
“¿Por qué los hermanos que han vivido juntos durante años deben pagar sus impuestos cuando uno muere?”, tuiteó el parlamentario conservador, Edward Leigh, en el marco de este debate.
https://twitter.com/EdwardLeighMP/status/1047127417565974528
En el pasado, ya respaldó un proyecto de ley presentado por el político conservador Alistair Cooke (Lord Lexden) para abrir las uniones civiles a los hermanos.
“El tema central es: ¿por qué todas estas personas que el gobierno asume que están en una relación sexual, ya sea heterosexual o gay, deben gozar de reconocimiento legal y solo se les niega a quienes viven juntos en relaciones comprometidas, seguras y platónicas?”, preguntó Lexden en la presentación de su propuesta.
Según su propuesta, que aún debe pasar por un comité de la Cámara de los Lores, ambos hermanos tendrían que tener más de 30 años de edad y haber vivido juntos de forma continua durante al menos 12.
“Esto no es solo por nosotros. Hay tanta gente… Hemos oído hablar de mujeres mayores en sus 80 años que tuvieron que vender“, asegura Catherine.
Dice que vivir con su hermana le ha regalado compañerismo y amistad, pero le gustaría tener seguridad financiera en el futuro.
“Nunca he querido vivir con nadie más”.