Redacción / BBC News Mundo
Son ampliamente populares en Oriente Medio, pero su uso se ha extendido también entre jóvenes de Estados Unidos y de Europa entre otras cosas porque, como se usa tabaco con sabores, parece que no se estuviera fumando algo nocivo. Pero, ¿es eso cierto?
Muchos fumadores de pipas de agua (o shishas) piensan que es menos dañino que el tabaco y algunos incluso creen que es una alternativa mejor a los cigarrillos. Consideran que es una forma de fumar más sana bajo la falsa creencia de que el agua filtra el tabaco.
Pero la Organización Mundial de la Salud asegura en su página web que no hay pruebas objetivas que induzcan a pensar que el tabaco fumado con pipa de agua es menos perjudicial que hacerlo en un cigarrillo y una experta en salud habló para la BBC de todas las pruebas que demuestran que sí son más perjudiciales.
“El sabor del tabaco enmascara el daño que ocasiona la nicotina”, le dijo Mary Rezk-Hanna, profesora asistente de enfermería en la Universidad de California, en Los Ángeles (Estados Unidos) al programa Health Check.
Pero además, comenta la experta, fumar tabaco usando una pipa entraña riesgos adicionales.
“Es la única forma de tabaco que utiliza la quema de carbón para la combustión, así que además de estar fumando el tabaco, se ingieren también partículas de carbón quemado, sin ningún tipo de filtro, directo a la boca”, confirmó la investigadora.
Una pipa de agua consta de tres partes. Una de cerámica, donde se coloca el tabaco con sabor; otra de metal, que conforma el cuerpo de la pipa y de donde salen tubos con boquillas para poder fumar y finalmente, la parte inferior es un recipiente, generalmente de cristal, que se llena de agua.
A través de las boquillas se aspira aire, la presión negativa ayuda a calentar el carbón ya prendido que quema el tabaco y pasa en forma de humo a la parte inferior de la shisha, para después, mientras se continúa inhalando, circular a través del cuerpo de la pipa y los tubos que salen de ellas hacia la boca del fumador.
Se genera un humo denso y el sabor que deja en la boca suele ser agradable porque es tabaco con aromas de frutas, vainilla o incluso alcohol. Y eso es lo que hace a mucha gente pensar que es menos perjudicial para la salud.
Varios estudios demuestran que eso no es así. Mary Rezk-Hanna realizó un experimento para su universidad (UCLA) en el que participaron jóvenes de entre 18 y 34 años que no fumaban cigarrillos.
Lo que descubrió es que tras una sola sesión fumando pipa de agua, las paredes de las arterias de los participantes se habían endurecido.
“Esto es un problema serio porque con una arteria rígida y obstruidas el riesgo de muerte y de otras enfermedades cardiovasculares se multiplica”, contó la investigadora.
Rezk-Hanna dijo también que las sesiones con pipa de agua pueden prolongarse por horas, por lo que el número de inhalaciones es mucho mayor que con un cigarrillo.
El Centro para el Control y Prevención de enfermedades de Estados Unidos advierte que un cigarro estándar supone 30 inhalaciones, mientras que una sesión de shisha puede proporcionar hasta 200. Un estudio de la Universidad estadounidense de Maryland dice que una sesión de pipa de hasta una hora equivale a fumarse un paquete entero de cigarrillos.
También el humo característico que generan estas pipas de agua conlleva sus riesgos.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Pittsburgh, el humo más denso hace que penetre más en los pulmones, consiguiendo que éstos absorban, según sus cálculos, 25 veces más alquitrán, 2,5 veces más nicotina y 10 veces más monóxido de carbono que en un cigarrillo, donde parte del humo se pierde en la combustión del papel.