“Perderíamos el 30% de nuestro negocio si se eliminan las visas doradas”, dice este empresario inmobiliario de Lisboa.
Los visados a los que se refiere Vicente son concedidos gracias al denominado Sistema de Permiso de Residencia por Actividad Inversionista del país europeo.
Bajo este programa, gente adinerada de alrededor del mundo puede obtener la residencia permanente en el país y, tras seis años, la ciudadanía.
Según Transparencia Internacional, actualmente más de 20 países o territorios de todo el mundo ofrecen este tipo de visas doradas.
Y 13 de ellos están en Europa: Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, España, Grecia, Letonia, Lituania, Malta, Mónaco, Reino Unido, Suiza y Portugal.
Además, Hungría ofreció un esquema similar entre 2013 y 2017, mientras que Armenia y Montenegro están considerando hacerlo.
En el caso de Portugal, para beneficiarse se pide a los extranjeros invertir US$578.000 en el mercado inmobiliario portugués o el doble de esta cifra en el resto de áreas de la economía, o crear un negocio que dé empleo a 10 o más personas.
Portugal comenzó a aplicar esta iniciativa en 2012, en medio de una crisis financiera que había generado desesperación por incrementar la inversión extranjera.
A la fecha, un total de 6.416 personas (un 60% de ellas, de nacionalidad china)han solicitado con éxito una de las llamadas visas de oro. La gran mayoría (95%) prefirió la opción relacionada con el mercado inmobiliario.
En total, el esquema ha conseguido atraer unainversión extranjera de alrededor US$4.524 millones, según el gobierno portugués. Algo que ha generado un boom inmobiliario en Lisboa y Oporto.
Sin embargo, el sistema no ha estado libre de polémica y ahora hay campañas que piden su eliminación. ¿Qué falló?
¿Creó empleo?
Quien lidera las críticas a esta iniciativa es el partido Bloque de Izquierda, que forma parte de la coalición no oficial que apoya al ejecutivo socialista que gobierna en minoría.
El Bloque de Izquierda argumenta que los solicitantes no son investigados lo suficiente, lo que, en su opinión, da pie a que algunos criminales extranjerosobtengan visas.
El partido también asegura que estas inversiones no han creado puestos de trabajos suficientes. De los 6.416 extranjeros que recibieron un visado, solo 11 (0,2%) lo consiguió abriendo un negocio que diera empleo a más de 10 personas.
Como consecuencia, la formación redactó un borrador de ley que propone la eliminación de estas visas doradas. El documento argumenta que son una puerta de entrada para “prácticas corruptas, venta ambulante, malversación y lavado de dinero, entre otras ilegalidades fiscales y criminales”.
El legislador de Bloque de Izquierda Jose Manuel Pureza afirma: “Necesitamos inversión extranjera, pero no a cualquier precio”.
“Necesitamos inversión que cree puestos de trabajo, que no esté relacionada con la corrupción e inversión que no discrimine entre inmigrantes ricos y el resto“.
De vuelta a la oficina de Pedro Vicente en Lisboa, el empresario se muestra preocupado por esta propuesta.
Su empresa se prepara para inaugurar en el centro de la capital portuguesa un proyecto residencial de lujo de 55 apartamentos que ya se han vendido al completo. El 40% de los compradores tienen una de estas visas doradas.
Luis Lima, el secretario general de la asociación más grande de agencias inmobiliarias de Portugal, APEMIP, asegura que “lamuy necesitada renovación de Lisboa y Oporto (llevada a cabo en los últimos años) se hizo gracias a las inversiones traídas con las visas doradas”.
Según Lima, con la falta de disponibilidad de capital local, las visas doradas generaron miles de empleos, desde trabajadores de la construcción hasta personal de limpieza.
“Sin las visas doradas, el sector de la construcción hubieracolapsado“, afirma.
¿Éxito económico?
El economista Joao Duque también ve esta iniciativa como un éxito económico.
Él asegura que, si bien solo se creó una pequeña cifra de nuevos negocios, los inversores extranjeros le han pagado a los propietarios portugueses “millones de euros” que probablemente hayan sido reinvertidos dentro de país, creando miles de empleos o salvando de apuros a negocios existentes.
Mientras tanto, otra economista, Ana Santos, de la Universidad de Coimbra, advierte que las visas doradas han provocado que los precios del mercado inmobiliario residencial portugués estén por las nubes.
No obstante, sugiere que los precios elevados provocarán que las visas doradas sean menos codiciadas.
Aún queda por ver si el gobierno apoya el borrador del Bloque de Izquierda. Consultado por la BBC, el ejecutivo portugués no quiso hacer comentarios al respecto.
Brian Morgan, profesor de emprendimiento de la Universidad Metropolitana de Cardiff y experto en inversión nacional, afirma que otra preocupación ligada a las visas doradas que emiten Portugal y otros países de la Unión Europea (UE) es que quienes las poseen pueden viajar a otros Estados miembros.
En el caso de las visas portuguesas, quienes las tengan pueden desplazarse de inmediato por el área Schengen, que incluye a 22 países de la UE; además de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
Y una vez concedida la nacionalidad portuguesa a los seis años, pueden mudarse permanentemente a otro Estado de la UE.
“En el caso de Portugal, el esquema de visas doradas (a corto plazo) obtuvo algo a cambio”, afirma el profesor Morgan. “El mercado inmobiliario del país estaba estancado en 2012 y recibió un gran empujón“.
“Sin embargo, ahora hay señales de que el mercado está sobrecalentado y preocupaciones de que no se hizo la debida diligenciasobre quienes recibieron los visados”.