Kristian Pérez Villanueva, de El Salvador, y José Sacaria Goday, de Honduras, cruzaron la frontera de México hacia Estados Unidos por el desierto de Arizona en enero de 2018.
Un hombre los encontró en una gasolinera y los llevó a una base de la organización de ayuda a inmigrantes “No More Deaths” (“No Más Muertes”), ubicada en el desierto de Ajo, Arizona, a unos 56 kilómetros de la frontera.
En el lugar, conocido como “el Establo”, el activista Scott Daniel Warren les dio agua, comida y un lugar para descansar.
Esta ayuda que ofreció Warren le supuso ser detenido, y la posibilidad de ser condenado a una pena de 20 años de prisión.
Su caso desató protestas y vigilias en varios lugares de EE.UU. e indignación internacional.
Este martes, un juez declaró nulo el juicio al que estaba siendo sometido Warren ya que el jurado no logró alcanzar un veredicto.
Warren, de 36 años, era profesor de Geografía de la Universidad del Estado de Arizona.
Desde hace unos 10 años, es activista del grupo “No More Deaths” (No más muertes).
Los miembros de la organización dejan agua, comida y mantas para inmigrantes indocumentados que atraviesan el desierto de Arizona.
Warren es el primero de sus integrantes en ir a juicio por cargos criminales.
Sus problemas legales empezaron cuando unos agentes de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. llegaron al “Establo”, donde Warren estaba ayudando a Pérez y Sacaria, los dos inmigrantes.
Al ver que los viajeros eran indocumentados, los agentes los arrestaron a los tres.
Las autoridades acusaron a Warren de supuestamente conspirar para transportar migrantes indocumentados y de albergarlos, cargos por los que podía recibir hasta 20 años de prisión.
Warren alegó que solo les estaba dando ayuda humanitaria, pero en mayo empezó un juicio en su contra.
La detención de Warren causó protestas y vigilias en varios lugares de EE.UU. y que más 137.000 personas firmaran una petición en la plataforma Move On para que retiraran los cargos.
Organizaciones como Naciones Unidas (ONU) y Amnistía Internacional se unieron a la solicitud.
Expertos de la ONU dijeron que “dar ayuda humanitaria no es un crimen”, en un comunicado difundido a inicios de junio.
“El proceso contra Scott Warren representa una escalada inaceptable de los patrones existentes que criminalizan a los defensores de los derechos de los migrantes”, añadieron.
Durante el juicio, en una corte federal de Tucson, Arizona, el abogado de Warren, Gregory J. Kuykendall, dijo que su representado había ayudado a los inmigrantes por “bondad humana básica”.
La defensa también dijo que Warren había sido arrestado después de que “No Más Muertes” difundiera un video en el que unos agentes de la Patrulla Fronteriza aparecen destruyendo contenedores de agua que unos activistas habían dejado en el desierto para los inmigrantes.
En cambio, la Fiscalía sostenía que Warren había ayudado a dos personas indocumentadas a esconderse de las autoridades de EE.UU.
Este martes, el jurado que lo estaba juzgando dijo que no podía alcanzar un veredicto unánime sobre la culpabilidad o inocencia de Warren.
El juez Raner Collins declaró nulo el juicio y convocó una audiencia para el 2 de julio, en la que la Fiscalía de Arizona tiene la posibilidad de solicitar un nuevo juicio o retirar los cargos contra Warren.
“Scott Warren sigue siendo inocente, tanto en el plano legal como de hecho, porque el jurado no pudo concluir lo contrario por unanimidad”, dijo el abogado del activista el martes después del juicio.
Warren dijo que “no menos de 88 cuerpos fueron recuperados del desierto de Arizona”, desde que había sido arrestado en enero de 2018.
“¿El plan del gobierno en medio de esta crisis humanitaria? Políticas contra personas indocumentadas, refugiados y sus familias. Investigaciones para criminalizar la ayuda humanitaria, la bondad y la solidaridad”, comentó.
“Los otros hombres arrestados conmigo ese día, José Sacaria-Goday y Kristian Pérez-Villanueva, no han recibido la misma atención y apoyo que yo. No sé cómo están ahora, pero espero que estén a salvo”, señaló.
Los fiscales dicen que las muertes a las que se refiere Warren eran una “cortina de humo” para sus intentos de traficar inmigrantes, según informa la agencia Reuters.
Pero este caso no es el único problema legal de Warren. El activista también está esperando un veredicto sobre unos delitos menores de los que lo acusan por conducir una camioneta en una zona protegida de Arizona y dejar agua y comida para los inmigrantes.
El desierto de Arizona es la parte de la frontera de EE.UU. en la que mueren más inmigrantes indocumentados tratando de ingresar a este país.
En los últimos 20 años, más de un tercio de las 7.242 muertes registradas en la frontera ocurrieron en esta zona, de acuerdo a la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.