Ávila fue sentenciada a cuatro años inconmutables por dos delitos.
Claudia Ávila, exgobernadora de Quetzaltenango, fue sentenciada por el delito de tráfico de influencias, por haber intentado interferir en un conflicto laboral en el Registro de la Propiedad.
Exgobernadora de #Quetzaltenango, Claudia Avila, es sentenciada a cuatro años inconmutables por el delito de tráfico de influencias. pic.twitter.com/9qy4BhDRma
— elQuetzalteco (@elQuetzalteco) March 22, 2018
Ávila perdió su inmunidad el 21 de febrero de 2017, después de que en octubre del 2016 la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) trasladó una denuncia que recibió de forma anónima al Ministerio Público, en la cual se afirmaba que Ávila buscaba influir en el Registro de la Propiedad en favor de algunos trabajadores, entre ellos su padre, Roderico Ávila.
Según la fiscalía del Ministerio Público (MP) la funcionaria acudido en esa fecha a la institución, de donde habían sido despedidos trabajadores para intervenir en favor de estos. Según la acusación, Ávila le ordenó a los agentes de Policía Nacional Civil (PNC) que habían acudido en prevención a disturbios, que se retiraran del lugar, además solicitó hablar con el registrador para pedir explicaciones de la situación, acciones que según el MP no están dentro de sus funciones.
Ávila reconoció que el día de los hechos recibió una llamada de su padre para informarle que agentes estaban en el lugar intimidando a trabajadores, por lo que dijo haber acudido únicamente para supervisar el trabajo de los agentes, algo que afirmó “es parte de mi trabajo”.