Pobladores de Chiantla, Huehuetenango se preparan para venerar a la Virgen de Candelaria, cuyo vestuario de plata atrae a devotos nacionales y extranjeros.
Sin importar la distancia y las dificultades para viajar, decenas de peregrinos llegan a Chiantla para agradecer a la Virgen de Candelaria, cuya fiesta inicia el 2 de febrero.
Pobladores se preparan con rituales de oración que incluyen ofrendas florales, veladores, candelas y hasta dinero son muestras de devoción por el pueblo católico.
Sanar una enfermedad incurable, obtener un trabajo y unificar a las familias, forman parte de una amplia lista de los favores que según fieles católicos obtienen de la Virgen de Candelaria.
Durante la fiesta en Chiantla, la Virgen es visitada por más de 20 mil peregrinos, quienes comienzan a llegar desde esta semana.
Peregrinos reciben la bendición de manzanilla, ajo, cebolla y otras plantas medicinales,a sí como veladoras. El turismo religioso es alto asegura el cronista Fermín Herrera.
Las filas de fieles para pasar frente al camerino de la Virgen se extienden porque se le reconocen los favores.