Afectada de salud, la madre de Felipe lo espera en su casa que está a más de 400 kilómetros de la ciudad capital.
Desde la madrugada del martes 25 diciembre de 2018 cuando el menor perdiera la vida se efectuaron distintos trámites hasta este viernes 25 de enero en la noche cuando llegó el féretro a suelo guatemalteco.
Familiares esperan el cuerpo del menor en la lejana comunidad de Yalambojoch, Nentón, Huehuetenango. El niño migrante, de 8 años, murió bajo la custodia de autoridades de EE. UU.
Durante la entrega del ataúd y el inicio del viaje hacia su comunidad natal no hubo familiares. Su mamá, Catarina Alonzo Pérez está enferma y decidió esperar los restos de su hijo en su casa, indicó la representante de Cancillería, Marta Larra.
Con información de: David Sanchinelli