Además, deberán pagar un 10% de lo recaudado en el tour por uno de los estadios más famosos del mundo, sede de las finales de los Mundiales de 1950 y 2014, o de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos-2016, con un mínimo de 64.000 reales mensuales.
Flamengo y Fluminense rivales tradicionales en la cancha, asumirán el control durante seis meses del mítico estadio Maracaná, sede de la final de la Copa América en julio, según anunció este viernes el gobierno de Rio de Janeiro tras romper la concesión con el consorcio dominado por Odebrecht.
“Después de un proceso transparente, un proceso ético, el Maracaná está siendo devuelto al fútbol carioca”, afirmó el gobernador de Rio, Wilson Witzel, en un video grabado desde Boston y publicado en las redes sociales.
“Fue presentada una propuesta por el Flamengo y el Fluminense, que van a administrar el estadio por 180 días, prorrogables por 180 días más. Es el tiempo que tendremos para hacer una nueva licitación para una asociación público-privada, esa sí, por 35 años más”, añadió.
Los dos grandes clubes cariocas formarán un consorcio para gestionar el Complejo Maracaná -integrado también por un gimnasio, un estadio de atletismo y un parque acuático-, por el que tendrán que abonar 166.666,67 reales al mes al Estado (unos 43.100 dólares).
Además, deberán pagar un 10% de lo recaudado en el tour por uno de los estadios más famosos del mundo, sede de las finales de los Mundiales de 1950 y 2014, o de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos-2016, con un mínimo de 64.000 reales mensuales.
Los elevados gastos de uso correrán igualmente por parte de los nuevos administradores, pero también los ingresos generados por los partidos y eventos que acojan como organizadores.
Los dos clubes se comprometen, sin embargo, a dejar que otros equipos de la ciudad disputen encuentros allí, previo pago al consorcio de los 90.000 reales de alquiler. Pese a ser los administradores, Flamengo y Fluminense también tendrán que pagar, afirma el gobierno en su nota, resaltando que este valor es un 25% más barato de lo que cobraba la anterior concesionaria.
Witzel anunció el pasado 18 de marzo la ruptura del acuerdo firmado con el Complejo Maracaná Entretenimiento, consorcio liderado por Odebrecht que ganó la licitación en 2013 para un plazo de 35 años, debido a incumplimientos contractuales y a unas deudas que ascendían a 38 millones de reales.
La constructora, de su lado, se mostró “sorprendida” por la decisión y cuestionó los motivos.
Sede de cinco partidos de la Copa América-2019, que se celebrará en Brasil entre el 14 de junio y el 7 de julio, esta no es la primera vez que la gerencia del templo del fútbol se situaba en el centro de la polémica.
El legendario Maracaná tuvo una reforma cargada de controversia y llegó a estar abandonado durante meses luego de los Juegos-2016, debido a un embrollo político-judicial que enfrentó al concesionario con el Comité Organizador, mientras el estado padecía una fuerte crisis financiera.
El mítico estadio es también el centro de una serie de acusaciones por sobrefacturaciones para su renovación, que costó 1.200 millones de reales (unos 510 millones de dólares al cambio promedio de 2014), casi el doble de lo pactado inicialmente.
© Agence France-Press