Y Hamilton, ganador en Bakú después de Barcelona, posee 17 puntos de margen sobre Vettel y 37 respecto a su compañero de equipo Valtteri Bottas.
Una piedra en el zapato de Lewis Hamilton: Sebastian Vettel y Ferrari quieren frenar este fin de semana en el Gran Premio de Mónaco la trayectoria ascendente del piloto inglés y de Mercedes en el campeonato del Mundo de Fórmula 1.
El camino a seguir lo tienen fresco en su memoria, pues el año pasado la escudería italiana firmó un doblete de prestigio en el circuito del Principado, con Vettel por delante de Kimmi Räikkönen.
Un resultado similar marcaría un punto de inflexión. Después de un prometedor debut, Vettel y Ferrari encadenan dos decepciones consecutivas.
Y Hamilton, ganador en Bakú después de Barcelona, posee 17 puntos de margen sobre Vettel y 37 respecto a su compañero de equipo Valtteri Bottas.
El cuádruple campeón del mundo británico tenía seis puntos de desventaja en relación al alemán el pasado año antes de Mónaco. Esto no le impidió ser campeón del mundo al término de la temporada.
El otro cuádruple campeón del mundo de la parrilla, el alemán Vettel, debe reaccionar e ir más rápido cuando esperan siete carreras en las próximas diez semanas.
Como es norma habitual en Mónaco,la carrera empezará más que nunca en la calificación, puesto que los adelantamientos son muy complicados.
En el Principado los monoplazas utilizarán por primera vez los nuevos neumáticos Pirelli hiperblandos. Más eficientes al desgaste que los ultrablandos pero de uso acelerado, deberían permitir establecer un nuevo récord de vuelta.
El factor meteorológico también es más importante en Mónaco que en otros circuitos, y el suspense está asegurado porque se espera un aguacero poco antes de salida fijada para este domingo a las 15:00 horas (13h00 GMT).
“Es un circuito que nos propone desafíos completamente diferentes y únicos”, asegura Toto Wolff, patrón de Mercedes.
“El año pasado, se volvió un fin de semana de limitación de desgaste cuando nosotros no encontramos la buena configuración”. recordó.
Por lo tanto, se puede creer al austriaco cuando afirma estar “extremadamente nervioso” o a Hamilton que explica que “Mónaco será una carrera especialmente difícil”.
Pero la batalla entre Mercedes y Ferrari podría además extenderse a otro frente, técnico y mecánico.
Según la revista alemana Auto Motor und Sport, una protesta formal contra la ‘Scuderia’ podría ser presentada en breves, sus rivales denuncian una estrategia compleja por la cual Ferrari está en disposición de extraer más que los cuatro megajulios de energía autorizados de su sistema de batería.
Este tipo de astucia, si se comprueba, tendría consecuencias un poco más serias para la escudería de Maranelo que sus retrovisores montados en el ‘halo’, que la FIA ha acabado por prohibir.
“Toda carrera durante la que se mantengan las zonas grises puede ser una carrera perdida: la FIA debe clarificar estas cuestiones sin respuesta antes de la carrera de Montecarlo”, afirmó Nikki Lauda, presidente no ejecutivo de Mercedes.
Red Bull va a celebrar este domingo el Gran Premio 250 de su historia, con la moral un poco recuperada.
“No hay muchas rectas en Mónaco, por lo que creo que el circuito debería venirnos bastante bien y sobre el papel, podríamos estar en condiciones de luchar por la victoria”, estima el ‘Team Principal’ Christian Horner, en el cargo desde el debut del equipo austriaco en el año 2005.
“El factor clave para nosotros es intentar mejorar nuestra competitividad el sábado al mediodía, porque la posición en la parrilla de salida es muy importante”, destacó, lamentando que el motor suministrado por Renault no les beneficia especialmente en las calificaciones.
A pesar de esta desventaja, el australiano Daniel Ricciardo y el neerlandés Max Verstappen intentarán conseguir un primer éxito para la escudería de Milton Keynes desde el 2012.
“Los Red Bull irán muy rápido, será el coche a batir”, prevé Hamilton.
Horner debe esperar que el británico tenga razón sobre todo para evitar que sus dos pilotos choquen como en Bakú el pasado 29 de abril…
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