Con su triunfo sigue los pasos de su entrenador, el estadounidense Ivan Lendl, que conquistó el primero de sus cinco Masters en 1982, con 21 años. Es el ganador más joven desde precisamente Djokovic en 2008, cuando también tenía 21 años.
Alexander Zverev, N.5 de la ATP, sorprendió al número 1 mundial Novak Djokovic con una extraordinaria actuación (6-4 y 6-3) para ganar a los 21 años el Masters, este domingo en Londres.
Zverev impidió que Djokovic, imparable hasta la final, igualara en Londres el récord de seis títulos en el Masters de Roger Federer.
El alemán, que el sábado había eliminado a Federer en semifinales, ofreció por segundo día consecutivo su mejor versión, muy diferente al jugador frustrado y sin recursos que cedió claramente (6-4 y 6-1) ante Djokovic en la fase grupos.
“No puedo describirlo. Es el título más grande que he ganado. Quiero felicitar a Novak por cómo ha jugado en los últimos meses. Nosotros hemos tenido muchas charlas, no solo de tenis, de diferentes temas. Eres una persona generosa. Gracias por dejarme ganar hoy”, señaló Zverev mirando a su rival.
Con su triunfo sigue los pasos de su entrenador, el estadounidense Ivan Lendl, que conquistó el primero de sus cinco Masters en 1982, con 21 años. Es el ganador más joven desde precisamente Djokovic en 2008, cuando también tenía 21 años.
En su segunda aparición en el torneo que reúne a los ocho mejores tenistas del año, el mejor representante de la nueva generación del circuito ofreció una lección de temple ante un Djokovic que empezó con su elevado nivel de los últimos meses, pero que se fue desmoronando según pasaban los minutos.
“Claramente Sascha ha jugado mucho mejor que en la fase de grupos. Mereció ganar, todavía es joven, pero ya tiene una increíble carrera y le deseo lo mejor en el futuro”, dijo Djokovic.
“Hablando de ser joven, espero jugar aquí muchos más años y verles aquí en los años que vienen”, añadió, haciendo referencia al público.
En el noveno juego el serbio estrelló una derecha en la red que supuso el primer break, momento clave del primer set. Hasta este domingo el serbio sumaba durante el Masters 36 juegos de servicio consecutivos en los que solo concedió dos bolas de rotura.
A partir de entonces una versión muy diferente, dejándose ante Zverev cuatro veces su saque, una losa que el alemán no desaprovechó.
Ovacionado por el público, que le ‘perdonó’ su polémica del sábado cuando paró un punto en el tie break porque a un recogepelotas se le cayó una bola, lo que le costó los abucheos, en esta ocasión el O2 Arena empujó al alemán, que se adjudicó la primera manga.
Ya en el segundo set Zverev mostró algunos nervios pero Djokovic, definitivamente lejos del jugador intocable que había reinado durante el resto de la semana, era incapaz de mantener el nivel ante un rival que además estuvo realmente inspirado con su servicio (10 directos, 72% de primeras bolas).
Pero el serbio, que finalizará el curso como rey de la ATP, termina satisfecho de un 2018 que empezó como 22º de la lista y al que dio la vuelta en Wimbledon, donde logró la victoria, racha que extendió en el US Open.
“Si ponemos las cosas en perspectiva, ha sido un año excepcional, un magnífico regreso”, dijo.
Zverev, que además ya tiene tres títulos de Masters 1000 (Madrid en 2018, Toronto y Roma en 2017) pero que nunca ha destacado en Grand Slam (mejor resultado son los cuartos de final en Roland Garros de este año), confirmó su condición de abanderado de la nueva generación. Ya puede presumir de maestro.
© Agence France-Presse