Al menos 300 yaks murieron de hambre en un valle indio en la cordillera del Himalaya a causa de un invierno particularmente crudo, anunciaron este domingo funcionarios locales.
Los yaks representan uno de los principales recursos de la región, que depende del turismo. Cada año, algunos de estos animales mueren a causa de las condiciones climáticas extremas en la zona, pero la cifra actual no tiene precedente, según las autoridades.
Responsables locales de Sikkim, un estado del extremo noreste de la India, encajado entre Nepal, China y Bután, explicaron haber recibido en diciembre las primeras demandas de ayuda de unos 50 habitantes aislados del valle de Mukuthang.
Tras las fuertes caídas de nieve, pidieron comida para alimentar a su rebaño de 1.500 yaks, que proporcionan tanto leche, como lana y constituyen un medio de transporte.
“Intentamos ayudarlos en varias ocasiones, pero resultó imposible. Ningún camino ni vía aérea era practicable a causa de las condiciones meteorológicas. Finalmente conseguimos acceder al valle y confirmamos la muerte de 300 yaks”, declaró a la AFP un funcionario local, Raj Kumar Yadav.
“Las familias presentes en el lugar afirman que murieron 500 yaks. Tratamos de confirmar estas informaciones. Además unos 50 yaks reciben atención veterinaria de urgencia”, añadió.
Con información de: © Agence France-Presse