Durante el tiempo que estuvo vigente la política de separación de familias, el gobierno de EE. UU. quitó a más de dos mil 500 menores de edad a sus familias luego de ser detenidos al cruzar la frontera sur.
Del total de menores, dentro de los cuales figuran 465 guatemaltecos, las autoridades estadounidenses afirman que han reunificado a unas 530 familias; no obstante, decenas de padres ni siquiera saben dónde se encuentran sus hijos.
De acuerdo con declaraciones de autoridades guatemaltecas, los menores que permanecen en refugios reciben buen trato. La canciller Sandra Jovel y una comitiva del Gobierno efectuaron un viaje la semana pasada en la que constataron la situación en algunos albergues de donde había denuncias.
Hasta el momento es incierto cómo se llevará a cabo la reunificación de familias. El martes pasado, un juez federal de San Diego, Texas, ordenó a la administración de Donald Trump reunificar en un plazo no mayor de 15 días a los menores de 5 años o menos, y en 30 días al resto.
No obstante, la resolución judicial es incierto si el gobierno tendrá la capacidad de efectuar la reunificación en esos lapsos puesto que, en muchos casos, se desconoce dónde está el padre o la madre de los niños separados.
Abogados expertos en migración creen que muchos de estos, principalmente los bebés o aquellos niños que no hablan o tienen alguna discapacidad, podrían estar en riesgo de “perderse” dentro del sistema, por lo cual consideran que los padres de estos niños deben de contar con el acompañamiento legal de un abogado.