La Iglesia católica de Ecuador anunció el viernes que fue expulsado del sacerdocio un ecuatoriano de 91 años que es acusado de supuestos hechos de pederastia, registrados hace más de medio siglo.
El resultado de un proceso canónico contra el cura César Cordero ha sido “su dimisión del estado clerical de manera permanente y perpetua en el tiempo”, señaló en un comunicado la Arquidiócesis de la andina Cuenca, al sur y la tercera ciudad más importante de Ecuador.
Agregó que “esta es la máxima pena que la Iglesia puede infligir en estos casos”.
Cordero, fundador de centros de enseñanza (desde educación básica hasta la Universidad Católica de Cuenca), es acusado de cometer hace más de 50 años abusos sexuales contra niños de escuelas que él dirigía, casos que no han sido juzgados.
“Valoramos la resolución del Arzobispado de Cuenca: dimisión permanente del estado clerical de César Cordero, acusado de abusos sexuales”, expresó el ministro de Educación, Fander Falconí a través de Twitter.
Añadió que “todas las responsabilidades deben ser evidenciadas. Ahora toca actuar a la justicia penal y pronunciarse a los testigos. Estaremos atentos”.
Varias personas mayores que sostienen haber sido abusados presentaron seis denuncias ante la Fiscalía, que lo indaga desde abril pasado.
La Iglesia católica resolvió la expulsión de Cordero luego de que el Vaticano enviara al vicario judicial de la Arquidiócesis de Santiago de Chile, Jaime Ortiz de Lazcano, a investigar las denuncias.
El entonces sacerdote ecuatoriano Luis Fernando Intriago también fue expulsado en julio último por pederastia y tortura a menores de edad.
La Iglesia católica viene enfrentando meses de escándalo, con revelaciones de abusos encubiertos por la jerarquía en todo el mundo, principalmente en Australia, Chile y Estados Unidos.
Con información de: © Agence France-Presse