Varios incendios continuaban el martes asolando algunas regiones de California, atizados por el fuerte calor y los intensos vientos, según informaron los servicios de socorro en un estado que ya fue severamente golpeado por el fuego el pasado invierno.
El incendio más importante se extendía el martes en la mañana por más de 28.300 hectáreas al noroeste de Sacramento y sólo el 5% estaba bajo control, según un comunicado de los bomberos del departamento contra incendios de California (CalFire).
“Los bomberos continuaron trabajando durante el día en la construcción de nuevas zanjas para contener y defender estructuras impactadas por el fuego” dijo la autoridad.
Más de 2.100 bomberos, apoyados por 187 vehículos y 18 helicópteros, combaten el fuego que se desató el sábado por una razón aún desconocida en el condado de Yolo antes de pasarse al condado vecino de Napa.
Las autoridades californianas habían emitido órdenes de evacuación para los habitantes de las zonas en riesgo.
“El riesgo de expansión sigue siendo significativo mientras los equipos luchan contra el incendio en un terreno difícil”, dijo el departamento contra incendios de California.
Un poco más al noroeste otro incendio en el condado de Lake había sido controlado en un 80% el martes por la mañana luego de haber consumido 6.000 hectáreas y destrozado 22 edificios, según CalFire.
2017 fue el año en el que California vio los mayores daños ocasionados por incendios.
Las llamas provocaron en diciembre la muerte de dos personas en Santa Barbara y destruyeron más de 1.000 edificios, incluidas casas con valor millonario, y arrasaron con más de 100.000 hectáreas. Ese fue considerado el tercer incendio más destructivo desde 1932.
Cerca de 40 personas fallecieron en los incendios de octubre en las regiones vinícolas de los valles de Napa y Sonoma, en el norte de San Francisco, que afectó a casi 100.000 hectáreas forestales y destruyó más de 7.000 casas y edificios.
Según expertos, el calentamiento global incrementa el riesgo de que los incendios se salgan de control por la vegetación seca, haciéndola más inflamable y vulnerable a aquellos originados por los relámpagos, así como por combustión de manera espontánea o por la acción del ser humano.
Con información de: © Agence France-Presse