Un equipo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) inicia el sábado su investigación en la ciudad siria de Duma, blanco de un presunto ataque químico condenado por varios países occidentales.
Un equipo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) inicia el sábado su investigación en la ciudad siria de Duma, blanco de un presunto ataque químico condenado por varios países occidentales.
El régimen de Bashar al Asad, respaldado por Rusia e Irán, rechazó cualquier recurso a las armas químicas y acusó a los rebeldes de “fabricar” el ataque, en tanto que Estados Unidos y Francia evocaron la posibilidad de una ofensiva.
Las fuerzas del régimen sirio impiden el acceso a Duma, por lo que los periodistas no pueden verificar de manera independiente las acusaciones. La AFP ya no cuenta con corresponsales en la ciudad.
A continuación, lo que se sabe del ataque:
El sábado 7 de abril, Duma, el último bastión rebelde a las puertas de Damasco, sufre unos intensos bombardeos del régimen después de un nuevo fracaso de las negociaciones para organizar la salida de los combatientes del grupo Yaish al Islam.
Hacia las 16H00 se produce un ataque aéreo sobre la calle Omar bin Al Jatab de Duma, según varias oenegés, como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que informan de decenas de casos de sofocación. La Red Siria de Derechos Humanos y el Centro de Documentación de Violaciones denuncian un posible ataque con cloro.
Hacia las 19H30 locales un segundo ataque afecta a zonas cercanas a la plaza de los Mártires. Vuelve a hablarse de cloro, pero ahora las víctimas presentan síntomas (quemaduras en la córnea, espuma en la boca) que sugieren el posible uso de un agente neurotóxico más potente, como el gas sarín, según asociaciones y expertos médicos.
Mohamed, un médico de Duma, contó a la AFP que el sábado por la noche llegaron olas sucesivas de heridos. “Llegaban sofocados, había un fuerte olor a cloro”.
“Salía del sótano cuando noté una presión en el pecho, imposibilidad de respirar y dolor de cabeza”, contó a la AFP Abu Mohamed, un habitante de 51 años presente en Duma el día del presunto ataque.
En un video publicado por los socorristas de los Cascos Blancos, que afirman que se rodó tras el presunto ataque, se ve una maraña de cuerpos sin vida, niños incluidos, con el rostro ceroso, desparramados por el suelo, con espuma blanca en las bocas.
Las imágenes no pudieron verificarse de manera independiente.
El domingo, el régimen anuncia un acuerdo en las negociaciones y cuatro días después Yaish al Islam entrega sus armas pesadas, mientras sus jefes y sus combatientes abandonan la ciudad. “Es el ataque químico lo que nos impulsó a aceptar”, dice Yaser Delwan, uno de los jefes del grupo.
Los Cascos Blancos y la oenegé médica Syrian American Medical Society proporcionaron un balance en un comunicado conjunto de más de 40 personas muertas y unas 500 con “síntomas de exposición a un agente químico”.
La Organización Mundial de la Salud, basándose en informaciones de socios locales, estimó que “más de 70 personas refugiadas en sótanos habrían muerto y 43 de esas muertes están vinculadas a síntomas coherentes con una exposición a productos químicos altamente tóxicos”.
Como en ocasiones anteriores, el régimen de Bashar al Asad niega haber recurrido a armas químicas.
Rusia descarta las acusaciones. “Nuestros especialistas militares ya fueron al lugar (…) No descubrieron ningún rastro de cloro ni de cualquier otra sustancia química utilizada contra los civiles”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
El viernes, el ejército ruso aseguró tener “pruebas que muestran la participación directa de Gran Bretaña en la organización de esta provocación en Guta Oriental”, la región en la que se encuentra Duma. Acusan a Londres de haber ejercido “una fuerte presión” sobre los Cascos Blancos “para escenificar esta provocación preparada de antemano”.
El régimen sirio ya fue acusado en el pasado de ataques químicos, como ocurrió en Jan Sheijun (noroeste), donde expertos de la ONU y la OPAQ concluyeron que se empleó gas sarín. El ataque en esta localidad rebelde dejó más de 80 muertos.
Los investigadores de la OPAQ pueden recopilar “muestras químicas, medioambientales y biomédicas”, interrogar a las víctimas, testigos, personal médico y participar en autopsias, explica la organización.
Veinticuatro horas después del inicio de su misión se presentará un primer “informe de situación”. Al cabo de 72 horas tras su regreso a La Haya, donde está la sede de la OPAQ, se enviará un “informe preliminar”, antes del texto final, en un plazo de 30 días.
El régimen sirio asegura que colaborará con los investigadores.
Con información de: © Agence France-Presse