Las piñas estaban “perfectamente vaciadas y rellenas con cilindros compactos de cocaína” de entre 800 gramos y un kilo, “que eran recubiertos con un baño de cera o parafina amarillenta” para ocultar “los olores de los productos químicos que contiene la droga y esquivar su detección”, indicó la policía en un comunicado.