Los jóvenes en conflicto con la ley penal se pueden reinsertar a la sociedad.
Anteriormente comían en el suelo, pasaban todo el día sin hacer nada y teniendo conflictos. Esa era la dinámica en el interior del complejo correccional Gaviotas, donde si pertenecen a una pandilla, tienen un lugar asegurado. Ahora 18 jóvenes de ellos viven en Casa Intermedia, una apuesta a la reinserción de los adolescentes en conflicto con la ley penal.
Llegar a ese lugar, no es sencillo, para ello tuvieron que demostrar un buen comportamiento y someterse a una serie de evaluaciones que los hicieron aptos, pero el esfuerzo valió la pena, ahora duermen en un cómodo colchón, hacen deporte y se capacitan para llegar, en un futuro, a conseguir un puesto de trabajo.