En Camotán la lluvia es un privilegio escaso, por eso un grupo de agricultores estan implementando nuevos procedimientos para tratar la tierra.
A 201 kilómetros de la capital se encuentra Camotán, un municipio de Chiquimula. Esta localidad cuenta con 29 aldeas, una de ellas Rodeo, cuyos accesos son caminos de terracería. Los caminos y sus casas están construidas con bajareque, una mezcla rústica de materiales orgánicos y tierra.
La zona es parte del denominado corredor seco, una región con alto riesgo de sequías. Por el cambio climático, esta región sufre de mayores periodos secos afectando las cosechas.
Carlos Pérez se ha dedicado a cultivar maíz y frijol para el consumo familiar, él es la cabeza de una familia de 7 miembros, cuya hija menor de un año pesa sólo 15 libras.
Desde hace cuatro años la oenegé catholic relief services acompaña a Carlos y otros agricultores del área con capacitaciones para proteger sus suelos, una metodología llamada agua y suelo para la agricultura que han implementado desde el sur de México hasta Nicaragua, que comprende métodos prácticos de bajo costo y altamente efectivos para adaptarse al clima de la región, que cada vez es más inestable.