El Ministerio Público, la PNC y el Ejército efectuaron la reconstrucción de los hechos por la muerte de los tres militares. También participaron miembros del Cocode.
En Semuy 2, después de que se decretara el estado de Sitio hay presencia de unos 500 militares y 80 policías.
En la entrada de la comunidad hay un destacamento militar, donde cada persona que ingresa es revisada.
En la comunidad de viviendas humildes sobresale la construcción de cemento más grande del lugar, una iglesia evangélica donde las instituciones se reúnen. En el patio del inmueble tienen una especie de centro de operaciones, pero sin interrumpir las actividades de la iglesia.
Además, personal del Ejército llega a las viviendas para entrevistar a los pobladores. Asimismo, en varios allanamientos se localizaron cuatro escopetas, dos granadas, un fusil AR15 y varias municiones, así como un vivero de marihuana.
El congreso decretó estado de Sitio después que tres infantes de Marina fueron ejecutados por miembros de la comunidad Semuy 2.
Desde el viernes en redes sociales circula un documento en el que aparece información y fotografías de 13 personas quienes supuestamente habría agredido al pelotón de soldados que inspeccionaban el lugar, tres de los cuales fueron ejecutados, otros tres heridos de bala y dos pobladores lesionados por perdigones.
Agustín Chub Chub, quien aparecía en el grupo señalado, apareció sin vida y solo esto amentó la tensión y la zozobra entre los habitantes de Semuy 2, El Estor, Izabal, donde las autoridades reconstruyeron ayer los hechos del 2 de septiembre.
Guatevisión visitó Semuy 2 y las autoridades indicaron que la primera hipótesis sobre la muerte de Chub Chub es el suicido, ya que fue localizado con un lazo en el cuello colgando de una viga.
Además, autoridades militares y de la Policía Nacional Civil (PNC), como Lucas Álvarez, jefe de la Comisaría 61 de Izabal, confirmaron que era un soldado desertor.
Vecinos también dijeron que varios de los que aparecen en la información como los presuntos agresores de los soldados huyeron de la comunidad.
Integrantes del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) los calificaron como “gente mala de la comunidad”.
El Ministerio Público, la PNC y el Ejército efectuaron la reconstrucción de los hechos por la muerte de los tres militares como parte del proceso.