Manuel Baldizón lanzó una carta para pedir disculpas al pueblo de Guatemala y su familia por su vinculación con actos de corrupción. Pero no habla de Justicia.
A las puertas de enfrentarse de nuevo a un juez de inmigración que podría deportarlo, Manuel Baldizón publicó un campo pagado donde pide perdón al pueblo de Guatemala. El exdiputado y dos veces candidato presidencial pide disculpas publicas “y un perdón sincero a Dios”, por lo que llama sus errores durante el ejercicio del poder político. Hasta unos meses antes de las votaciones de 2015, era impensable que Baldizón perdiera la elección frente a Jimmy Morales y Sandra Torres.
Sobre el presidenciable del partido Líder, pesa una acusación de enriquecimiento ilícito por las anomalías que tanto él como Alejandro Sinibaldi habrían cometido en el caso Odebrecht. La investigación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala señala al político, ahora caído en desgracia, que a cambio de la aprobación de los contratos para la construcción de carreteras de parte de su bancada recibiría un soborno gestado por el exministro Sinibaldi, ahora prófugo de la justicia.
Y pese a pedir perdón, en ninguno de los 5 puntos que Baldizón presenta ante la opinión publica guatemalteca habla de Justicia o someterse al imperio de la ley. En cambio, el exdiputado salido de la UNE, habla de estar “en total disposición de resarcir los mismos (errores) con el propósito de de reparar cualquier perjuicio”, el cual aclara habría ocurrido “sin quererlo”.
El comunicado carece de la palabra “Justicia” o “culpabilidad” e insiste en términos como reparación de los daños que pudo haber causado. Es más extiende esa petición de perdón a sus padres, sus dos hijos y a Rosa María Vargas, su exesposa. Baldizón fue detenido en Miami al ingresar acompañado de una joven mujer dominicana.
Baldizón purga prisión preventiva en el reclusorio de Krone en el estado de Florida, Estados Unidos. Allí espera que un juez de inmigración resuelva una apelación que debía conocerse este jueves 2 de agosto luego que se le rechazara una petición de asilo político tras entrar a la Unión Americana con la visa vencida, luego de la anulación que el gobierno de aquel país ejecutó por actos vinculados con corrupción.
La carta intenta plantear a un Baldizón respetuoso del sistema judicial norteamericano y guatemalteco, pero dependiendo el curso de las decisiones norteamericanas podría ser la antesala de una extradición a Guatemala, donde muchos tanto en la política como en el aparato judicial le esperan con ansias.