Diego André podría ser sometido a un trasplante, pero es muy costoso. Es por eso que sus papás esperan un milagro, que su órgano funcione.
Entre doctores, enfermeras y equipo hospitalario, Diego André dio sus primeros pasos, sonrió por primera vez y dijo sus primeras palabras.
Nació el 8 de septiembre del 2017, a las 35 semanas de embarazo, por lo que tuvo que ser conectado a un respirador, durante 7 días, pues sus pulmones no estaban desarrollados.
El mismo día que le quitaron el respirador, sus papás recibieron la noticia de que Diego no defecaba y el problema estaba en su intestino delgado.
Diego, con pocos días de nacido, fue sometido a una operación.
Después de la cirugía, el intestino no funcionó y le dieron una semana de vida.
Sin embargo, como un milagro, Diego André ya tiene un año dos meses, mismo tiempo que tiene de vivir en el hospital con sus padres.
Ellos han tenido que entregar su casa y sus cuentas de ahorro pues ya el seguro no les cubre los gastos hospitalarios.
Este pequeño tiene un gasto de Q5 mil diarios y la cuenta total ya supera el millón y medio.
Esta familia ha creado una campaña en Facebook llamada “Diego un pequeño gran guerrero” donde está la información para que, si está dentro de sus posibilidades, usted pueda ayudarlos económicamente y que el milagro se complete.
Usted puede apoyarlo, haciendo donaciones económicas a la cuenta monetaria de Banrural 3146008589 a nombre de Julio Eduardo Escobar.