Un grupo de 300 enfermeras, médicos y particulares marcharon en Chiquimula en apoyo al pediatra Alberto Romero Figueroa, detenido el pasado miércoles por una supuesta negligencia médica.
A él se le acusa incumplimiento de deberes y lesiones gravísimas. Es señalado de colocar de forma incorrecta un catéter en la pierna derecha de un bebé de 11 meses que ingresó con neumonía al Hospital Regional de Zacapa, la cual se infectó y luego tuvo que ser amputada.
“Nosotros los médicos hacemos todo lo posible por salvar vidas con lo poco que el Estado nos brinda. El doctor Romero ha trabajado por más de cinco años en el Hospital Modular de Chiquimula y en ese tiempo no hemos tenido ninguna queja en contra de él”, expresó Flor de María Figueroa, directora del referido hospital.
“Exigimos a las autoridades que primero investiguen antes de señalar a un profesional como lo es Romero”, agregaron.
A criterio de los profesionales, el niño llegó con neumonía y en estado de shock, no tenía acceso venoso a nivel periférico y la única forma de que no muriera era colocarle un catéter. Pero como todo procedimiento, existe probabilidad de complicaciones.
Explican que los vasos adecuados para la colocación del catéter, en un caso como ese, son: femoral (ingle), subclavia (sobre las clavículas) y yugular (cuello).
Los asistentes indicaron que esperan que las autoridades otorguen una medida sustitutiva al pediatra Romero, para que continúe en su trabajo.
En la actividad también participaron algunos padres de sus pacientes, tal es el caso de Negly Barrientos Casasola, quien expresó: “Lleve a mi hija al Hospital Modular porque tenía fiebre y dolor de cabeza, recuerdo que el pediatra Romero me atendió y gracias a él mi niña sanó. Son pocos los médicos que aman su profesión”.
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