Los restos de unos 50 perros fueron localizados la tarde del jueves, a un costado del kilómetro 24.5 de la ruta al Pacífico, lo cual ha generado repudio entre vecinos y defensores de los animales.
“Es lamentable por el descontrol que existe en la comunidad y todo esto se da por los dueños irresponsables que no cuidaran de sus mascotas. Lamentablemente, ni el Estado, ni la comunidad protege en sí a los animalitos que son indefensos y no tienen la culpa de estar en la calle”, indicó Roxana Alvarado, quien reside cerca del área.
“Definitivamente nos causa indignación, no es justo que no se respete la vida y no es justo que el ser humano sea tan cruel e irresponsable”, indicó Suzanne Rivera directora de la Asociación de Amigos de los Animales (AMA).
Rivera recalcó que “muchísimos perros que deambulan por la calle tienen dueños irresponsables que los dejan fuera de sus casas para no tener que limpiar, darles alimento o cuidarlos si se enferman. Perras en celo las sacan para que no ensucien la casa y a todos los dejan libres reproduciéndose. Eso deja a muchos nuevos perros en la calle creciendo y repitiendo el ciclo”.
Agrega que algunas mascotas son abandonadas deliberadamente o se extravían de sus hogares por descuidos de algún miembro de la familia o empleados.
El hallazgo de los restos causó rumores respecto a que la carne de los canes podría ser utilizada para el consumo humano, al respecto, Karla Chacón de la organización Entiende Mi Silencio, afirmó que diversas ocasiones ha recibido denuncias similares.
“Esto es algo que se viene dando desde hace mucho tiempo, hay un lugar en Ciudad Quetzal, Lo de Carranza, del cual tengo denuncias de que compran perritos a Q15 y Q25 en un destazadero de tacos al pastor”, dijo.
Indicó que usualmente la carne de perro suele “disfrazarse” en lugares donde venden tacos, longanizas y garnachas.
La normativa se aprobó en marzo de 2017 para adaptar la legislación a favor de la protección animal y la dignidad de toda forma de vida.
En esta ley se establece que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación vigilará el cumplimiento de las disposiciones.
Con ella se prohíbe la venta de animales en la vía pública y mercados. Solo se podrá mutilar cola y orejas si el animal sufrió algún golpe y se amerita, no por razones estéticas.
Aunque no se impondrá cárcel a quienes infrinjan la ley, sí se contemplan multas que podrían alcanzar los Q12 salarios mínimos mensuales, equivalente a unos Q29 mil 500.