El estratega político Juan José Rendón respondió a Prensa Libre sobre los señalamientos que hizo en su contra el candidato presidencial por la colación PAN-Podemos, Roberto Arzú, y aseguró que esta no es una demanda en proceso sino una sentencia en firme, por lo que el político guatemalteco deberá pagar US$6.1 millones.
Rendón aseguró que Roberto Arzú ha sido citado ante el Tribunal de Miami-Dade desde diciembre último y que en varias oportunidades incumplió con la orden de presentarse ante el juez, no explicó motivos ni pidió posponer de la audiencia.
“Al margen de la demanda, eso se llama desacato, lo cual es un delito. No es que sea una ocurrencia de la jueza. Es lo que corresponde cuando a una persona se le da oportunidad para que se presente y no se presenta. Se le fuerza a presentarse a través de una orden del sheriff”, señaló Rendón. El estratega político indicó que “este no es un reclamo” sino “una sentencia” y que “hay una gran diferencia entre una demanda donde yo pido algo y una sentencia que dice que me corresponde algo”.
Rendón aseguró que la sentencia está desde diciembre y no de ahora, y estará vigente por los próximos 20 años, y que para “las sentencias —en Estados Unidos— se hacen un documento público y cualquier negocio que tenga en los Estados Unidos y cualquier cosa que tenga ubicable, incluyendo en Guatemala, es embargable”.
“Esta es una sentencia ejecutable. Ubicar los activos y cuentas, en ese proceso se está hoy. Su audiencia es para que diga cómo va a pagar, es un procedimiento legal”, afirmó Rendón.
En una entrevista en la cadena CNN en Español, Rendón dijo que Arzú le solicitó por chat la copia de la sentencia para presionar a una farmacéutica argentina para que le proporcionara más dinero.
“Hay un chat, que es una perla, donde él dice que le mande la demanda por favor para presionar a una farmacéutica argentina para que le diera más plata“, afirmó Rendón.
¿Quién sería a quien Arzú le pediría el dinero? Rendón dijo que no diría el nombre por respeto a esa persona y porque a lo mejor es víctima.
El estratega contó que su respuesta a la solicitud fue que le pagara la deuda del contrato.
Prensa Libre cuestionó a Arzú sobre lo que dijo Rendón alrededor de la farmacéutica. Respondió por WhatsApp que de ahora en adelante solo los abogados hablarán del caso en los tribunales. Insistió en que el caso es civil, no penal, y por tanto no tiene orden de captura.
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Ayer, luego de que trascendiera la orden de detención en su contra por este caso, Arzú calificó a Rendón como un chantajista y extorsionista.
“Perdónenme, yo no tengo ningún control sobre la orden de la jueza. No tengo control ni sobre la sentencia, ni sobre que Arzú no se presente, ni sobre el desacato. Cómo puedo yo ser chantajista o extorsionista si gané la demanda”, afirmó el estratega.
Rendón desmintió que Arzú lo haya visitado con asesores: “No es cierto, no fueron asesores, fueron empresarios, empresarios del más alto nivel por cierto, que era parte de la gente que se comprometía a soportar su proyecto”.
El candidato presidencial aseguró que luego de que se reunieron con Rendón supieron de un artículo publicado por la revista Bloomberg “donde él —Rendón— era acusado de jaquear elecciones” y por eso decidió ya no contratar sus servicios.
“No es cierto, se firmó un contrato con anterioridad a ese artículo y ese contrato no prevé la disolución unilateral. Puede prever una cláusula que diga que las partes se pueden poner de acuerdo, si hay algún inconveniente, esa cláusula de renegociación o pago parcial no se ejecutó. Aquí hubo una ruptura unilateral con negación al cumplimiento de las obligaciones ya ejecutadas”, afirmó el estratega político.
Asegura que no fue acusado de jaquear elecciones sino que “hubo una alegación” y que a la fecha no hay ninguna denuncia ni proceso abierto en función de esa alegación.
“Por eso yo demandé a Bloomberg. Claro, todavía esa demanda está vigente, una demanda por difamación, daño por un monto multimillonario. Se puede verificar que esa demanda existe y que está vigente”, puntualizó.
Sobre el señalamiento que Arzú dijo que él se dedicaba a chantajear y extorsionar, respondió: “Eso es una cosa difamatoria de él. Veré qué hace mi abogado. Imagínese, se dedica a chantajear y extorsionar a las personas. Es muy grave”.
También refutó la declaración de que no se firmó un contrato sino una carta de intención y aseguró que sí hay un contrato. Por eso, comentó, el tribunal falló a su favor y emitió la sentencia para que pague Arzú por los servicios prestados.
“Un contrato, aunque diga como título acuerdo de mutuo beneficio o acuerdo estratégico, lo que sea que diga el título, lo definen dos cosas, un intercambio de una cosa por otra, servicios por dinero. Por ejemplo, si tú estableces intercambio de servicios por dinero, y el servicio se entrega y no se paga, por supuesto que hay un contrato y eso ya lo dijo la juez”, apuntó.
Rendón también afirmó que tampoco es cierto que Arzú no ha sido notificado. “No es cierto, si se ve en la misma orden de captura sale el nombre de los que eran sus abogados. Aquí no notifican a tu casa, aquí te notifican por correo electrónico y además no fue una vez”, indicó.
Aseguró que incluso se le notificó personalmente de la demanda en una ocasión que visitó Miami. “Hay unos agentes que se dedican a notificar, fueron y le notificaron en sus manos. Él vino a la corte, sus abogados le renunciaron y él decidió representarse el mismo, él no puede decir que no está consciente del proceso porque vino varias veces al juzgado, durante el proceso”, puntualizó.
Sobre la declaración de Arzú de que le parece raro que esto se conozca a poco tiempo de las elecciones, Rendón contestó: “El juicio empezó hace tres años. Hubiera terminado hace dos años si el señor hubiera pagado”.
Rendón aseguró que actualmente no está asesorando a ningún candidato a la presidencia en Guatemala. “Ni siquiera estoy muy enterado de lo que está pasando en términos electorales” , respondió.
“Él tuvo debido proceso, tuvo dos años de juicio, tuvo la oportunidad de presentar sus alegaciones, perdió el juicio, hubo sentencia, hubo posibilidad de imputar el juicio, no lo hizo, la sentencia quedó firme por 20 años y ejecutable”, concluyó Rendón.