Místico y sorprendente es el Mundo Maya, que guarda grandes historias en sitios arqueológicos como Tikal, El Mirador y Yaxhá.
A las seis y media de la mañana despegamos desde el Aeropuerto Internacional La Aurora con destino a Flores, Petén, un departamento con una extensión territorial de 35 mil 854 kilómetros cuadrados, considerado como uno de los pulmones del planeta debido a su exuberante vegetación.
Nuestro recorrido aéreo duró aproximadamente 30 minutos y lo hicimos en el primer jet de Transportes Aéreos Guatemaltecos, TAG, el único jet comercial con matricula guatemalteca que puede viajar a 37 mil pies de altura.
Al llegar a Petén emprendimos nuestro camino al primer destino que visitaríamos, un lugar lleno de historia que fue abandonado por los mayas hace más de mil años.
Tikal guarda los restos arqueológicos más fascinantes de la antigua civilización maya. Fue declarado Parque Nacional en 1955 y en 1979 la UNESCO lo declaró Patrimonio Cultural y Nacional de la Humanidad.
En Tikal, los árboles duran entre 80 y 100 años, es decir que desde que los mayas se van, a principio del siglo 10, han pasado por lo menos 11 generaciones de árboles arriba de los templos, cubriéndolos por completo y dañando las estructuras.
Para construir los templos, los mayas utilizaban el material que tenían a la mano, mucho era de piedra caliza.
El grupo G, es el palacio de las acanaladuras, era como una universidad o monasterio para el clásico tardío en los años 700 u 800 después de cristo. En ese lugar hallaron los restos de una joven, probablemente de la realeza pues tenía incrustaciones de jade en los dientes.
Entre montículos y selva continuó hasta llegar a uno de los templos más importantes de Tikal, uno de los más altos que fue construido en el 650 después de cristo. Ambrosio Tut fue quien descubrió el templo V en 1848.
Los templos, en este lugar, tienen bases inmensas que en pocas ocasiones se logran percibir. Por ejemplo, la gran plaza, donde hay una gran cantidad de estelas y altares, tiene una enorme plataforma, puede tener más de cinco metros de altura, bien hechas, como una tabla de ajedrez, rellenado cuadrito por cuadrito para poder soportar el peso de los edificios.
En la Gran Plaza, encontramos el templo 1 y el templo 2. El templo 1 es conocido como el Gran Jaguar, el ícono de la arquitectura maya en Guatemala y uno de los más esbeltos.
El templo 2 también es conocido como el templo de las máscaras y su color original era rojo.
Tikal es rico también por su flora y fauna, llamando la atención de investigadores y estudiosos. En esta área, muchos llegan con equipo especial para ver las más de 300 especies de aves que viven aquí. Además hay una gran variedad de mamíferos y 5 tipos de felinos como el ocelote, el puma y el jaguar.
Después de la visita al parque nacional Tikal, emprendimos una nueva aventura. El mirador está situado en la reserva de la biosfera maya a 90 kilómetros de la isla de Flores, Petén.
Este mágico lugar data del año 600 antes de Cristo y guarda, entre su selva, la pirámide más alta descubierta en Mesoamérica.
Muchos visitantes caminan dos días entre la selva desde la aldea Carmelita, que esta a 37 kilómetros del sitio arqueológico. Otros visitantes lo hacen vía aérea, a través de los tours que ofrece TAG. nosotros tuvimos la oportunidad de irnos en un helicóptero, acortando distancias y disfrutando de los paisajes, kilómetros seguidos de selva.
El primer edificio que encontramos fue el templo Garras de Jaguar donde se observan algunos mascarones, una construcción que está en la base de la pirámide El Tigre, que es la segunda más grande del mirador con 55 metros de altura, es una estructura que aún está siendo trabajada.
Para los visitantes, caminar hacia la Danta es toda una experiencia. En nuestro recorrido estuvimos acompañados de monos aulladores, mientras encontrábamos diferentes estructuras cubiertas de selva.
Después de aproximadamente dos horas y media de caminata llegamos a nuestro objetivo, la parte baja de la Danta, la pirámide más grande del mundo con 72 metros de altura.
La base es de alrededor de 300 metros de ancho por 600 de largo y para llegar a la cima fueron instaladas 257 gradas divididas en tres partes.
Yaxhá quiere decir agua verde, es un sitio arqueológico descubierto entre 1830 y 1835 y es uno de los recintos arqueológicos mayas menos conocidos y fue descubierto antes que Tikal.
Para llegar al parque Yaxhá Nakum Naranjo, recorrimos una hora por tierra, hasta llegar a un camino de terracería desde donde podíamos apreciar la cima del templo 216, la pirámide más alta del lugar utilizada por los guías y turistas para disfrutar de los amaneceres y atardeceres.
El templo 216 es contemporáneo con el Gran Jaguar, se construyó por el 700 después de Cristo en el clásico tardío. Tiene 9 cuerpos piramidales muy bien definidos, tiene reductores de velocidad que se le pueden apreciar para el tema de la caída del agua de lluvia.
Por el momento, Yaxhá no recibe tantas visitas, incluso hay pocas empresas turísticas que lo incluyen dentro de sus paquetes y tours, pues el camino para llegar es largo y de terracería y en época de lluvia las carreteras se vuelven peligrosas. Sin embargo, quienes lo visitan se van con ganas de regresar, pues es un lugar lleno de tranquilidad y perfecto para los fanáticos de la vida silvestre.