Ciudad Guatemala
Ahora que Álvaro Arzú ha muerto comenzará una correlación de fuerzas y poderes, dicen expertos, pues varios de sus huérfanos políticos se han quedado solo, pero, ¿Por qué era tan importante el alcalde?
La muerte del alcalde de la ciudad de Guatemala, Álvaro Arzú implica un desequilibrio en el poder tradicional del país. En los últimos meses, el jefe edil se volvió el principal aliado de Jimmy Morales, al grado de abanderar la lucha contra el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG. Junto a él, Morales se sentía apadrinado, respaldado, más fuerte.
Arzú también odiaba a la prensa. Era lo que Morales aspiraba a ser, un líder con poder. El 5 veces alcalde criticaba a la CICIG y al MP pero mantenía distancia, hasta el 5 de octubre del 2017 cuando, molesto, por las acusaciones que hacían los investigadores, irrumpió en una conferencia de prensa, sin necesidad de decirlo, ahí les declaró la guerra. Una que no perdió pues murió antes de enfrentar cualquier proceso penal en su contra, es más, ni siquiera lograron despojarlo del antejuicio para que lo investigaran por financiamiento electoral y otras asociaciones sospechosas.
El odio que unió a Jimmy Morales y a Arzú
El odio en común que tenían a la CICIG y al MP, llevó a Arzú a comandar una alinaza con Jimmy Morales, que también tenía acusaciones y un proceso similar para despojarlo de su fuero en busca de una investigación. Compartían tarimas y mensajes.
Arzú era el sueño de cualquier político, difícil de auditar al mando de una institución impenetrable, una que logró construir tras más de 5 períodos. Capaz de detener cualquier investigación y proceso penal en su contra. Así fue como en los últimos meses se volvió un personaje clave que ahora deja varios huérfanos políticos, principalmente a su hijo, el presidente del Congreso y a Jimmy Morales.
Con información de: Dulce Rivera y Luis Sajché
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