Alrededor de 16 personas que integran las juntas electorales del TSE, la municipal de Salamá y la departamental de Baja Verapaz, están retenidas por 600 personas que exigen su renuncia y nuevas elecciones.
La turba ha tenido conductas violentas y profiere insultos contra los integrantes de las juntas, ciudadanos que por meses dan su tiempo para la celebración de las elecciones en su terruño.
Álvaro Bedoya, secretario de la junta departamental, dijo que han contado con la presencia de alrededor de 40 policías.
Sin embargo, no han llegado otras instituciones a fin de encontrar una solución que permita la liberación de los agraviados.
Los integrantes de las juntas fueron retenidos desde la noche del 16 de junio. Están cautivos en la casa del presidente de la junta departamental electoral que funciona temporalmente como sede de la delegación del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en Baja Verapaz.
Entre las peticiones del grupo está la renuncia de las dos juntas electorales y la repetición de las elecciones en el departamento donde condicionan que quede fuera la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que ganó alcaldías, curules y la elección presidencial en ese territorio. “Nos piden algo que no podemos cumplir”, dijo Bedoya.
La situación se agravó porque el alcalde de Salamá, Byron Tejeda, aparecía en la boleta a pesar de que su inscripción fue revocada. A propósito, el órgano electoral dispuso que no adjudicará cargos sino hasta que las inscripciones queden en firme.
La retención también impide que las cajas electorales de San Miguel Chicaj, San Jerónimo y Cubulco lleguen a la cabecera, las cuales están resguardadas por ahora en el primer municipio mencionado. Cabe mencionar que en Cubulco hubo disturbios y la junta electoral tuvo que ser puesta en resguardo por la Policía Nacional Civil (PNC).