Ciudad Guatemala

“16 Días de Activismo” la iniciativa a favor de los derechos y empoderamiento de las mujeres


Un grupo de embajadores de las Naciones Unidas en Guatemala realizó una conferencia en favor de los derechos humanos de las mujeres en el país y en todo el mundo.

  21 noviembre, 2018 - 18:40 PM

Las autoridades presentaron la campaña “16 Días de Activismo” celebrada anualmente desde el 2009, que busca disminuir la violencia y discriminación contra las mujeres y niñas en Guatemala.

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Según Adriana Quiñónez, representante de ONU Mujeres Guatemala, en los últimos 5 años el delito más denunciado ante el Ministerio Público (MP) fue el de violencia contra la mujer.

#EscúchameTambién

El movimiento se ha propagado con el hashtag #EscúchameTambién y tendrá actividades para fomentar la protección a las mujeres y niñas, como la reparación transformadora para los casos de violencia sexual durante el Conflicto Armado Interno y conferencias sobre la importancia de la participación política de las mujeres para fortalecer la democracia en el país.

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El movimiento fue iniciado por el Secretario General de las Naciones Unidas en el 2008 y se lanzó para el Caribe y América Latina en el 2009; va de la mano con los 17 objetivos del Proyecto Desarrollo Sostenible para el 2030, especialmente el quinto, que fomenta la igualdad de género en el país.

La pobreza extrema y el abandono del esposo se convierten en las principales dificultades de las mujeres. Sin embargo, muchas logran superar las adversidades.

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Analizar la situación de las mujeres no es tarea complicada, por el contrario basta con dirigirse a una zona pobre, donde es evidente que son ellas quienes viven la pobreza.

Mujeres sin importar su edad padecen estos fenómenos negativos que afectan su desarrollo.

Apoyar las iniciativas transforma vidas

El encontrar mercados, apoyar a los grupos para poder vender sus productos, crear empleos, brindarles información para denunciar la violencia, son acciones que mejoran las condiciones de la mujer huehueteca.

 

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“Me llevó a un bosque, a un lugar aislado. Y me gritó: ‘¡Pon tus manos sobre el árbol!'”

“Yo lloraba, gritaba y le rogaba que no me hiciera daño”.

“Él me dijo que no mirara y comenzó a cortarme las manos”.

Esta es la historia de la rusa Margarita Gracheva, de 26 años, víctima de la violencia de su esposo.

En diciembre de 2017, después de dejar a los niños en la guardería, su ahora exmarido Dmitry Grachev llevó a Margarita a un bosque en las afueras de Moscú.

Allí le hizo torniquetes en sus brazos y le cortó las dos manos con un hacha.

Después de eso, la llevó sangrado al hospital y les dio a los médicos una caja con la mano derecha de su esposa. Luego se entregó a la policía.

Las manos de Margarita Gracheva.
Los médicos pudieron recuperar una de las manos de Margarita Gracheva en una operación que demoró 10 horas.

El caso de Margarita puso en relieve los poco severas que son las leyes rusas sobre violencia doméstica, luego de que en 2017 varios delitos fueran eliminados del código penal.

Su exmarido fue declarado culpable este jueves y condenado a 14 años de prisión.

Amenazas

Un mes antes de que Margarita fuese atacada con el hacha, su esposo la había amenazado con un cuchillo.

“Él tomó un cuchillo y lo puso en mi garganta. Y repetía: ‘¡Admítelo! ¿Me estás engañando o no?”, le dijo Margarita a la BBC.

Dmitry Grachev.GETTY IMAGES / Dmitry Grachev fue condenado a 14 años de prisión.

“Cuando fui a la policía estaba segura que vendrían al día siguiente y harían algo. Pero no fue así”.

“El policía me dijo: ‘Tú y él harán las paces. Esto no es importante’. A principios de diciembre, el caso se cerró. Tres días después, me llevó al bosque y me cortó las manos”, contó.

Leyes

En febrero de 2017, el Congreso ruso eliminó algunas de las leyes del código penal que castigaban el abuso doméstico.

Las primeras agresiones en las que la víctima no es hospitalizada ya no se tratan como delitos penales y se redujeron las penas.

Esta decisión motivó varias protestas de activistas en las calles de Rusia.

Margarita Gracheva con periodistas tras la lectura de la sentencia contra su exesposo.GETTY IMAGES / Margarita Gracheva fue amenazada por su esposo antes de que la atacara, pero la policía no le dio importancia.

Un informe de la organización Human Rights Watch (HRW) advierte que el cambio en las leyes priva a las mujeres de protección clave.

Desde el gobierno ruso desestimaron el reporte de HRW diciendo que decenas de entrevistas no representan la realidad del país.

En el caso de Margarita, como en el de muchas otras mujeres en Rusia, el abuso físico comenzó cuando su marido empezó a pegarle.

Al principio “pensé que sucedía algo extraño. Se calificó solo como un caso administrativo y no un delito. Le pegas a alguien y solo eres penado con una multa”.

“En mi caso, él fue multado con 10.000 rublos (US$150)”, describió.

Juicio

Dmitry Grachev.
GETTY IMAGES / Dmitry Grachev fue condenado este jueves y se le prohibió el acceso a sus dos hijos.

El exmarido de Margarita fue a juicio acusado de secuestrar, amenazar de muerte y herir gravemente a su esposa.

En el proceso judicial confesó haber cortado las manos de Margarita.

Este jueves, el hombre fue condenado a 14 años de prisión. También se le prohibió el acceso a sus dos hijos.

“Mis hijos no saben lo que pasó. Piensan que tuve un accidente. Es difícil para ellos. No sé cómo se lo explicaré”, dijo.

“Para mí, lo mejor hubiera sido que le dieran cadena perpetua. Eso me mantendría segura. Si él, eventualmente, vive cerca, eso no será seguro ni para mí ni para los niños”.

Recuperación

Margarita Gracheva
Margarita Gracheva recibió una mano derecha biónica.

“Mi mano izquierda se perdió en el bosque. La encontraron más tarde. Estaba destrozada con los huesos rotos en ocho partes. Me trasplantaron piel y venas”, relató Margarita.

Los médicos le cosieron su mano izquierda en una operación que duró unas 10 horas.

Personas de todo el mundo le enviaron donaciones que alcanzaron los US$65.000 para que la mujer pudiera tener una mano biónica derecha.

Actualmente está siendo reparada en Alemania.


Su última novela, “La ciudad blanca” (Anagrama), es en parte thriller y en parte novela psicológica, y ha sido un éxito de ventas en los países escandinavos.

La protagonista, Karin, que vivía una vida de opulencia gracias a las actividades criminales de su pareja, se ve de pronto en un hoyo de pobreza y soledad del que debe salir con la sola compañía de su bebé.

En ocasión de su participación en el Hay festival de Arequipa, BBC Mundo conversó con Ramqvist sobre feminismo, los claroscuros de las sociedades nórdicas y por qué aprender a buscar a los demás puede ser parte del camino a la madurez.

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Mujer con bebé y espejoGETTY IMAGES

Tu libro empieza con la protagonista mirándose al espejo y reconociendo los efectos que la maternidad ha tenido sobre su cuerpo. También rememora posteriormente los dolores del parto y a lo largo de toda la novela hay referencias a dar el pecho que no son siempre positivas. Cuando lo estaba leyendo, me di cuenta de que quizás era la primera vez que leía este tipo de cosas en una novela. ¿Cómo es posible que se haya escrito tan poco sobre esto?.

Creo que para mí esto fue algo enorme, decidir escribir sobre este tema. Habiendo sido criada en un ambiente muy feminista en Suecia, en primer lugar pensaba que este era un tema muy popular y creo que es por haber crecido alrededor de mucho arte visual feminista, en el que el cuerpo femenino es un tema que los artistas utilizan, y también la lactancia materna y la maternidad y todas estas cosas.

Pensé que era una especie de cliché, incluso, y luego me di cuenta de que en la literatura no era un tema muy común. Intenté encontrar novelas que tratasen el tema de la lactancia materna y el cuidado de un bebé pequeño y no pude encontrar ninguna.

También tuve muchos conflictos al respecto porque crecí o me hice feminista en Suecia en los años 90, en los que tuvimos ese gran debate: había una división ideológica entre lo que llamaríamos feministas biológicas y feministas centradas en la igualdad.

Signo de pase peatonal en SueciaISTOCK

Había una idea popular en los años 80 acerca de ser mujer y empoderar a las mujeres de una manera que era casi esencialista: sobre los poderes especiales de las mujeres derivados de dar a luz, etcétera. Y durante aquel tiempo, al menos en Suecia, el libro “Los hombres son de Marte mientras las mujeres son de Venus” [del psicólogo John Gray] tuvo un gran impacto en el debate.

Había un feminismo místico muy centrado en el cuerpo femenino, y esa era una forma de tratar la política que a mí no me gustaba. Siendo una joven feminista y una joven voz en el debate era muy importante para mí tomar otra postura, diciendo cómo la biología no nos afecta en absolutoque las mujeres son iguales a los hombres y que el cuerpo no es importante.

Así que se trataba de tomar una postura contra eso. Para mí ahora como escritora, cuando comencé a escribir “La ciudad blanca”, era casi como si la lactancia materna fuera un tabú para mí. Y me di cuenta de cada estaba más inclinada a escribir sobre esto, porque era algo que estaba un poco prohibido, y habiendo tenido tres hijos, sabiendo cómo esto había afectado mi vida y también el proceso biológico de la lactancia y la lactancia materna, realmente anhelaba escribir sobre eso. Pero me tomó un tiempo superar mis propias inhibiciones y mi propio pensamiento de que esta era una especie de área prohibida para mí.

"El feminismo se vuelve esencialista e incluso sexista cuando da a las mujeres una posición exclusiva"

Y lo tercero es que yo también pensaba que esto no era lo suficientemente importante como para escribir sobre ello. Y esto también responde a tu pregunta de por qué no tenemos estas novelas, siendo una experiencia tan enorme -no solo para las mujeres, porque no todas las mujeres son madres, sino para todos los seres humanos porque todos hemos nacido de alguien-. Es, por supuesto, una experiencia existencial tan profunda para un ser humano y aún así es algo que no se trata mucho en la ficción y la literatura. Y creo que yo también tuve esta idea internalizada de que la lactancia materna y la maternidad no son temas lo suficientemente importantes para una novela.

Así que esos eran grandes obstáculos, pero también fue algo muy liberador escribir sobre el cuerpo por una vez y sobre esta experiencia de la maternidad.

Y otra cosa que fue muy emocionante para mí es el hecho de que la lactancia y dar el pecho es una experiencia física, pero también tiene que ver con recordar, con trascender de la manera en que lo hacemos en la literatura, cuando leemos una novela y nos metemos en el cuerpo de otra persona. Y, por ejemplo, si has amamantado recientemente a un bebé y estás en una habitación oyendo llorar a otro niño, a veces puede sentirlo en tus pechos, puede sentir el proceso físico de la lactancia aunque no sea tu hijo y no lo estés cargando en brazos, solo escuchándolo…el sonido de un bebé llorando comienza físicamente un proceso en tu propio cuerpo.

Hoy en día en muchos países desarrollados está en boga la idea de la “crianza natural”, según la cual una madre se siente “incompleta” si está separada de su bebé y en la que las diferencias biológicas entre hombres y mujeres ocupan un primer plano. Para muchas mujeres mayores que lucharon por la emancipación femenina, esto es un retroceso, pero en tu libro tú hablas mucho del cuerpo femenino y el vínculo entre la protagonista y su bebé. ¿Qué opinas de este debate y cómo se vive en tu país, Suecia, famoso por ser uno de los más igualitarios del mundo?

Cuando era más joven veía las diferentes teorías sobre crianza y psicología como una amenaza para mi postura feminista, y ahora soy un poco más madura, y creo que hablo también metafóricamente porque ya no se trata solo de mí, sino también del debate que hay en Suecia. Creo que todos estamos madurando un poco y pudiendo ver estas investigaciones científicas, por ejemplo, desde los diferentes puntos de vista ideológicos, y ser capaces de aplicarlas. Creo que no debemos sentirnos intimidados por teorías como la teoría del apego, sino usarlas y aplicarlas, aplicar nuestras opiniones feministas sobre ellas.

Karolina Ramqvist
NORSTEDS / Karolina Ramqvist

¿Cómo lo haces? ¿Cuál es tu conclusión?

Por ejemplo, los hombres también necesitan vincularse con los niños, por supuesto, no se trata de que solo las mujeres sean madres, los hombres también tienen que ser padres. En Suecia, una revista para niños hizo recientemente esta encuesta en la que les preguntó en quién confiaban cuándo tenían problemas o se sentían mal y todos respondieron primero que en su madre y luego vino no sé, tal vez un amigo y luego quizás un maestro o un amigo de la familia, y el padre estaba en el quinto lugar y esto fue un shock para mucha gente, porque tenemos esta idea sobre el género y la igualdad en la crianza de los hijos y esto nos mostró que todavía hay un largo camino por recorrer y que los hombres necesitan verse a sí mismos como padres también.

Esto es sorprendente, dado que es uno de los países donde la baja de paternidad es más larga.

Aquí la baja es muy larga y creo que hay un par de meses reservados para uno de los progenitores. Los meses se pueden dividir como se quiera, excepto dos meses diseñados para forzar al hombre a tomar el permiso parental. Y esto tiene que ver mucho con la clase, lo que haces en la vida, porque las mujeres que aman sus carreras están más dispuestas a dar el permiso a los padres, pero las que tienen trabajos arduos desean quedarse en casa tanto como puedan, así que este es también un tema importante.

"El feminismo se vuelve esencialista e incluso sexista cuando da a las mujeres una posición exclusiva"

La protagonista de tu libro está en un hoyo muy profundo y al final parece que se salva por la ayuda de una amiga. Hoy en día la idea del hermanamiento entre las mujeres para luchar por la igualdad está muy asentada. ¿Crees que es distinta la amistad entre dos mujeres que entre una mujer y un hombre? ¿Crees que los hombres también deberían ser incorporados a este movimiento?

Los hombres deberían ser incorporados a eso, absolutamente, y la idea de la hermandad entre mujeres también ha sido un tema para mí que de alguna manera me resultó confuso, porque crecí con la idea de hermandad de la década de los 70 y 1968 y creo que el problema con esa idea era que de alguna manera me comunicaba que las mujeres eran mejores que los hombres, que las mujeres eran buenas personas, que las mujeres tenían esta posición exclusiva siendo mejores de alguna manera.

Mujer solaGETTY IMAGES

Por un lado, creo en eso porque crecí en un mundo con lo que llamarías mujeres fuertes, pero por otro lado, siempre querría que el género fuera una categoría que se pueda expandir, por lo que este ha sido un gran problema en mi mente, en el sentido de que el feminismo se vuelve esencialista y sexista, incluso, a veces, cuando le da a las mujeres esta posición exclusiva y tal vez también dice que las mujeres no pueden realmente hacer frente a todo, que las mujeres necesitan algún tipo de tratamiento especial.

Pero esto también me encantó escribir sobre esta amistad entre estas mujeres porque esta es la realidad que yo me encontré, en que las mujeres están las unas para las otras. Aunque tal vez no lo hubiera construido de esa manera, simplemente se dio naturalmente y había algo en esta amistad y vínculo entre ellas que me importó mucho y que yo buscaba.

También están en un contexto muy particular. Este libro en realidad es una secuela independiente de otra novela que escribí que se llama “The girlfriend” [“La novia”, que no está traducida al español]. Ellas viven en un mundo donde los roles de género todavía están vigentes, en este ambiente criminal, Karin es una chica de clase media proveniente de un hogar muy educado donde su madre también era feminista y creo que ella anhelaba los estereotipos de género y quizás una forma de vida estereotipada, y fue lo que buscó, y así es cómo terminó en este mundo, porque en el mundo del crimen organizado y los pandilleros y pandillas hay una feminidad que no tenía en su propio ambiente de clase media, pero allí podía encontrarlo y ser esta mujer puesta en un pedestal, siendo bella y teniendo su cuerpo como su capital de alguna manera, de la misma manera que los hombres en este entorno tienen el capital físico de la violencia, las mujeres tienen el capital físico de sus cuerpos y su belleza, y el capital del sexo.

"El feminismo se vuelve esencialista e incluso sexista cuando da a las mujeres una posición exclusiva"

Así que creo que todos estos temas tabúes entraron en juego en esta novela sobre ser mujer con M mayúscula y una relación con un hombre que la veía como una mujer, y también ser capaz de ser débil como mujer y como ser humano. Para mí este libro es mucho sobre la debilidad y el dolor. Debido a que la sociedad sueca se basa en la ingeniería social y en la idea de la independencia, no solo para las mujeres sino también para las personas en general, es una sociedad en la que se supone que todos pueden cuidarse a sí mismos sin necesidad de la familia o los padres, y en general en este sentido es muy diferente a otros países donde hay redes familiares muy fuertes.

Bandera de SueciaGETTY IMAGES

Tenemos una red social muy fuerte en ese sentido, el Estado cuida de ti, y ahora esto ha cambiado un poco, pero todavía es algo que influye mucho en nosotros como seres humanos, la idea de la independencia y tal vez hasta el punto de que no vemos que todos dependemos los unos de los otros, y para mí la maternidad también fue una gran metáfora de esto y es algo que me hizo anhelar escribir sobre esta mujer que estaba en una situación muy difícil y que necesita salir y pedir ayuda.

Has explicado que te convertiste en escritora porque no querías “necesitar a nadie más”. Para nuestros lectores que pertenecen a culturas bastante lejanas a la nórdica, no necesitar a nadie puede sonarles como algo bastante deprimente. La soledad no es algo muy apreciado en muchos lugares. De hecho, en tu libro el frío, la nieve omnipresente y el silencio son bastante agobiantes y agudizan esa sensación de soledad en la que está Karin, que solo tienen a su hija. ¿Qué opinas?

Eso es cierto para todos y también es una imagen de este conflicto entre la forma en que ideológicamente queremos que funcionen nuestras sociedades y cómo en Suecia, y tal vez en los otros países nórdicos, cómo hemos dejado de lado las necesidades humanas y cómo solo tenemos este arte de la ingeniería social. Y creo que esto también es algo que quizás haya existido, ha habido esta sinergia entre esta idea y el feminismo, de modo que la independencia se convierte en un problema para nosotros.

Paisaje nevadoGETTY IMAGES

Para que una persona sea feliz necesita a otras personas y creo que tal vez esto se haya perdido en algún punto en nuestra sociedad. Para mí, habiendo sido criada por una madre feminista y una familia socialdemócrata, estoy en un extremo, yo tenía esta idea de ser escritora, poder crear mi propio universo y no necesitar pedirle nada a nadie, solo crear mi propio mundo, era algo que me atraía mucho. Y ahora, siendo mayor, soy todo lo contrario, tratando de descubrir lo que significa estar rodeada de otras personas y aprender de ellas y buscarlas.

Personalmente, recientemente me di cuenta de que la gran parte de los libros que había leído han sido escritos por hombres y empecé a leer solo novelas escritas por mujeresY me di cuenta de que, en general, me es bastante más fácil conectar con su sensibilidad y con las historias que cuentan las mujeres, y al mismo tiempo valorar enormemente su valor literario y artístico. Sentí que nadie nunca me hubiera animado antes a leer más literatura escrita por mujeres¿Tú has leído siempre a mujeres?

Fue muy natural para mí, en el sentido de que comencé a leer los libros de mi madre. Yo era hija única y mi madre trabajaba mucho. Ella tenía todas estas autoras y empecé a descubrirlas a través de las fotos en las tapas. Todas parecían muy interesante y hermosas, eran mujeres realmente llamativas y a mí me fascinaban, incluso antes de poder leer sus libros. Y luego, al aprender a leer, comencé instantáneamente con ellas. Tenía la idea de que los autores eran los hombres, porque tenía esta idea del escritor genio y, en mi cabeza, el genio solo podía ser un nombre. Pero esto no se correspondía con los libros que tenía mi madre porque generalmente habían sido escritos por mujeres. Así que empecé a leerlos y muchos trataban el tema del sexo.

Libros apiladosGETTY IMAGES

Pero me costó mucho conectar esta idea del escritor genio, así que pensé que había internalizado algún tipo de pensamiento de que estos libros escritos por mujeres no eran lo suficientemente buenos, por decirlo de algún modo, y me tomó un tiempo. Algo que fue muy importante para mí fue leer a Marguerite Duras, porque sus libros eran tan poéticos y profundamente artísticos, de una manera que realmente me inspiró. Comencé a darme cuenta de que no había nada malo en esta tradición de escritura femenina que había estado leyendo de niña.

Entonces, cuando estaba en la escuela, nos dedicábamos casi exclusivamente a leer clásicos de hombres, así que existía la dualidad de que había una buena y mala forma de escribir y que la mala forma de escribir siempre era la de las mujeres que escriben sobre el cuerpo, el sexo, todas estas cosas, y también la idea de que las mujeres escriben sobre sus propias vidas y los hombres sobre todo lo que es importante para el ser humano. Hoy leo a muchas escritoras.

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Este artículo es parte de la versión digital del Hay Festival Arequipa 2018, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad peruana entre el 8 y el 11 de noviembre.

Sigue toda la información relacionada con el Hay Festival.

Margarita Rodriguez

Me mira a los ojos y me dice: “Lo que vi ese día es una de las cosas más perturbadoras que he visto en toda mi vida”.

Eran las 11:00 de la mañana cuando Yenny atendió el teléfono.

“El policía me dijo que habían encontrado a una mujer en una casa y que tenía heridas muy graves, que estaba muy maltratada”.

El agente señaló que era una persona que “estaba metida en la prostitución”.

Está muy alterada, está gritando“, señaló el funcionario. “Habla un idioma que no entendemos, quizás es portugués. ¿Pueden venir por favor?“.

Yenny, que trabajaba en una organización no gubernamental que apoya a mujeres latinoamericanas en Reino Unido, le pidió a una compañera de habla portuguesa que fuera con ella.

Cuando se acercaron a la mujer en la estación de policía, su compañera le dijo: “Não se preocupe, estamos aqui para te ajudar. Não tenha medo“.

La mujer, muy angustiada, dijo algo en español.

“De inmediato le dije: ‘Tranquila, tranquila. Te vamos a ayudar. No tengas miedo‘”, cuenta Yenny.

Doble trata

Yenny Aude es ahora la directora de LAWA (Latin American Women’s Aid), la organización a la que la policía llamó hace cinco años para pedir ayuda con ese caso.

Unas manos
GETTY IMAGES / Las víctimas de esclavitud sexual caen en manos de tratantes que les quitan sus pasaportes y les bloquean cualquier contacto con sus familias.

“Las fotos que vi de cómo la hallaron eran absolutamente perturbadoras”, me cuenta.

“Cuando llegó la policía, la encontraron colgada: así era como la violaban y así fue como abortó. Estaba siendo violada mientras estaba pariendo. Estaba desangrada“.

La mujer había salido de Colombia rumbo a España con la intención de trabajar. Pero fue engañada y cuando llegó, le quitaron sus documentos y la forzaron a prostituirse por “unos años”.

“Cuando hablé con ella la primera vez, le pregunté si sabía dónde estaba y me dijo: ‘¿En España?’. En ese momento no recordaba cómo la habían trasladado a Londres“.

La mujer fue llevada al refugio que LAWA tiene para latinoamericanas que son víctimas de violencia de género en Inglaterra. Es el único de su tipo en Europa.

Tortura

Pasaron meses de terapias psicológicas y de mucho apoyo emocional para que esa joven de 26 años contara su historia.

Londres
Expertos y testimonios de sobrevivientes señalan que los traficantes rentan casas por periodos cortos de tiempo para evitar que la policía les hagan seguimiento.

“Una cosa es forzarte a hacer trabajo sexual y otra cosa es la tortura. Ella había sido torturada“, me dice Aude.

La mujer dijo que fue llevada a varias casas pero que no sabía dónde estaban porque nunca la dejaban salir. Siempre la trasladaban en automóvil.

“Recordaba que en la última casa en la que la tuvieron, escuchaba gritos de mujeres en las otras habitaciones. No las conocía porque no las dejaban comunicarse entre sí. Cuando querían ir al baño, un miembro (de la red) las acompañaba porque no dejaban que hablaran entre sí”, señala Aude.

En esa casa, explicó la mujer, sus captores empezaron a sacar a las otras jóvenes, hasta que ella se quedó sola. Le siguieron metiendo hombres para abusar de ella, incluso mientras estaba embarazada.

Posteriormente, al conocer los detalles del caso, Aude supo que los vecinos habían denunciado que escuchaban gritos de una mujer y creían que venían de esa casa. Pero cuando la policía se acercaba, no se oía nada y cuando los agentes tocaban la puerta, nadie salía.

Sin embargo, los gritos persistentes y desesperados de la mujer cuando fue violada mientras estaba en trabajo de parto y cuando perdió al bebé fueron los que finalmente llevaron a encontrarla.

La nota

“Cuando la conocí prácticamente no tenía dientes”, rememora Aude.

Una mujer
GETTY IMAGES / El miedo a la deportación está presente en muchos casos de trata no reportados.

La joven contó que cuando no hacía lo que sus captores querían, le sacaban un diente o le arrancaban cabello.

“Por eso es que también tenía baches en su cuero cabelludo“.

Tanto LAWA como las autoridades británicas le dieron la ayuda necesaria para su recuperación.

Al principio, recuerda Aude, no levantaba la cabeza si había un hombre cerca. “Estaba completamente traumatizada“.

El apoyo no se limitó al área psicológica: “La ayudamos a que le arreglaran los dientes, que volviera a tener su cabello, que las heridas de su cuerpo sanaran, que tuviera una reconstrucción vaginal”.

Ella quería verse como cuando se fue de Colombia. Me mostró una foto y al compararla con la persona que tenía al frente, eran dos personas totalmente diferentes”.

Cuando la mujer se sintió un poco mejor, se fue del refugio y dejó una nota:

Muchas gracias por todo“, se leía.

Había decidido volver a Colombia.

***

Cuando conocí a una mujer a quien llamaré Ana, para proteger su identidad, me sorprendió lo joven y llena de vida que se veía.

Dover
GETTY IMAGES / Ana llegó a Reino Unido en un ferry. Su puerto de entrada fue Dover, en el sur del país.

“Discúlpeme por llegar tarde, me perdí”, me dijo con una voz muy dulce y una sonrisa.

Se sentó, tomó un sorbo de café y poco a poco me empezó a contar su historia.

Había salido de Sudamérica con destino a Inglaterra en la primera década de 2000. Tenía 18 años.

Una prima que vivía en Londres la había invitado y ella no dudó en aceptar, quería escapar de un familiar que había abusado sexualmente de ella.

Cuando llegó a Reino Unido, no contaba con el visado necesario y se tuvo que ir a Francia. Allí estuvo unos meses hasta que su prima mandó a un “amigo” a buscarla.

“Apenas me vio, me dijo: ‘Vas a hacer todo lo que yo te diga‘. Me asusté mucho”, me cuenta.

El plan del sujeto era intentar entrar a Inglaterra vía marítima, a través de Dover, ciudad costera del sur del país.

Decomiso
AFP / Esta foto de 2001, muestra tarjetas de identidad, pasaportes y licencias de conducir falsas que fueron encontradas en un operativo policial en Madrid.

“Poco antes de llegar al puesto migratorio, el hombre me dijo que me adelantara, que él se quedaría atrás. Agarró mi pasaporte y me dio otro“.

Se trataba de un pasaporte español con la foto de Ana.

“Me dijo: ‘Pasa con este dinero y con este pasaporte. Tienes que decir que te llamas así (y le mostró el nombre que aparecía en el documento). Apréndete tu nombre completo y la fecha de nacimiento. Tú no me conoces, dices que vienes como turista. No voltees. No tartamudees. No te pongas nerviosa‘. Me quería morir. No sabía qué hacer”, me cuenta.

Después de que el agente de inmigración revisó su pasaporte minuciosamente y lo pasó “como cinco veces” por una máquina, la dejó pasar.

Ya en territorio inglés, Ana debió esperar por el hombre que la llevaría a donde estaba su prima.

La deuda

“Ya llegaste”, fueron las primeras palabras de su pariente cuando la vio. “Ahora te toca pagarme todo lo que gasté en ti. Te va a tocar empezar a trabajar. Vas a hacer todo lo que yo te diga. Estás en mis manos“.

Una mujerGETTY IMAGES / De acuerdo con organizaciones que apoyan a mujeres que han sido víctimas de trata, muchas sobrevivientes no quieren denunciar sus casos por miedo a las represalias.

Ana se asustó mucho, no entendía. Me cuenta que se contuvo para no llorar.

Su prima intercambió unas palabras en inglés con el hombre que la había llevado hasta allá. Él le entregó todos los documentos de la joven y se fue.

“De pronto, del baño salieron cuatro chicas y se sentaron con nosotras. Mi prima sacó unos teléfonos y una libreta y los puso sobre la mesa. Era como si todo hubiese estado escondido”.

Las chicas estaban en sujetador y bikini, con vestiditos muy transparentes, muy maquilladas y con tacones bien altos”.

“Pensé: ‘¡Dios ¿qué es esto?!’ y empecé a temblar”.

“Le pregunté a mi prima: ¿Qué pasa?”

“Y me dijo: ‘En esto es en lo que vas a trabajar‘. Y le dije: ‘Yo no voy a trabajar en esto’. Pero me respondió: ‘En esto vas a trabajar hasta que termines de pagar la deuda que tienes conmigo, hasta que pagues el último centavo que pagué por ti‘”.

Ana no aguantó más y explotó en llanto.

El encierro

Su prima la encerró en una habitación con las otras jóvenes, quienes trataban de tranquilizarla.

“Recuerdo que me habían dicho que eran de Bolivia, Colombia, México y Venezuela y que tenían entre 19 y 24 años”.

Joven arrodillada
GETTY IMAGES / El aislamiento de la víctima es clave para que los tratantes puedan mantener un dominio absoluto sobre ella.

“Yo les preguntaba cómo podían aguantar eso y me decían que no tenían otra opción porque estaban permanentemente encerradas con llave. ‘No tenemos ni dinero, ni papeles‘, me contaban”.

“Afuera, en la puerta, siempre hay un hombre, las ventanas están selladas y tienen rejas, la puerta del patio tiene rejas. No hay forma de escapar“, le dijeron.

Esa misma noche vio lo que le esperaba.

“Cuando sonó el timbre, las chicas se pararon rápidamente y se pusieron como en una formación“, me cuenta.

Las muchachas escondieron a Ana en el baño porque le dijeron: “Los hombres aquí son muy morbosos y si te ven tan joven, seguro te van a agarrar a ti”.

“Las chicas intentaban no mostrarme porque no dejaba de llorar. Me explicaban lo que iba a tener que hacer y me decían que debía hacer cosas aunque no quisiera porque si no las hacía los hombres me iban a golpear. ‘Te van a decir que están pagando por ti‘”.

Cada hombre que salía de la habitación le decía a su prima con quién había estado. Cada chica tenía un nombre.

Tenemos que mostrarte, no podemos esconderte más”, le decían a Ana.

Y así sucedió, no pudieron esconderla más. Su propio “infierno” estaba por comenzar.

“Uno tras otro”

Ana recuerda que el primer hombre que le tocó estaba muy borracho y se quedó dormido, el segundo la golpeó porque “yo no me dejaba“.

Automóviles
AFP / Ana recuerda que siempre la transportaban en automóviles.

“No fue la única vez que me lastimaron, hubo muchas y nunca nos llevaron a un médico. Las chicas me daban cosas para el dolor”, cuenta casi a punto de llorar.

“Llegó un momento en que ‘los clientes’ no miraban a las otras chicas y querían solo conmigo y conmigo. Mi prima las sacó y me quedé sola en esa casa”.

“Era hombre detrás de hombre, uno tras otro”. Muy pocos eran latinos.

“Yo no aguantaba. Yo le decía a mi prima: ‘Ya no puedo más’ y me decía que le tenía que pagar la deuda”.

“Me acuerdo que había una fila de hombres afuera del cuarto. Era una fila enorme, me acuerdo que cuando abrían la puerta del cuarto, yo veía a varios”, me dice con un tono de rabia contenida.

“Algunos hombres no usaban protección y si reclamaba me golpeaban. Tenía que aceptar que lo hicieran por donde ellos quisieran”.

Ana recuerda que fue llevada a otras casas, siempre custodiada y en automóviles. Y siempre terminaba igual: encerrada.

Mujer tapándose la cara
GETTY IMAGES / Muchas víctimas de trata en Reino Unido no hablan inglés.

Y es que de acuerdo con los expertos, esa es una de las estrategias de las redes de explotación sexual: rentar casas por periodos cortos de tiempo para evitar que la policía les haga seguimiento.

Ana vivió así “un año y unos meses” y cuando intentó escapar, la golpearon.

Recuerda que su prima le decía: “Si sales nadie te va a entender, nadie te va a creer“.

“No hablaba inglés, no sabía ni qué día era, estaba totalmente perdida”, me cuenta.

“No te das cuenta”

Ana pudo salir de esa red en parte porque estableció una relación con un amigo de su secuestradora que no sabía lo que estaba pasando.

Sin darle detalles de por qué no quería ver a su prima, se escapó con él y quedó embarazada.

Jóvenes recostados en una pared
GETTY IMAGES / Ana no quiere que lo que ella vivió le pase a otra joven: “Es que hay muy poca información en nuestros países. (Las mujeres) no se imaginan lo que les puede pasar”.

Tras un desmayo, fue llevada al hospital. La condición en la que la encontraron llamó la atención de los doctores y los servicios sociales empezaron a pedirle información y ofrecerle ayuda.

“Me preguntaron por qué tenía todas esas marcas en el cuerpo y no les quería decir. Tenía miedo”.

Cuenta que los pastores de una iglesia cristiana evangélica también la ayudaron a salir de “la pesadilla”.

Sin embargo, si hay alguien que realmente la “salvó” -me cuenta- fue su hijo.

Se le quiebra la voz y llora: “Me salvó de matarme“.

Cuando le pregunto por qué aceptó conversar con BBC Mundo sobre lo que padeció, fija su mirada en un punto, se toma unos minutos y me responde:

“Es que hay muy poca información en nuestros países. (Las mujeres) no se imaginan lo que les puede pasar. Yo era muy joven, no conocía nada, me dejé llevar por un sueño, una ilusión, por escapar de mi realidad”.

“Yo lo viví en carne propia. Es un tráfico del que no te das cuentas, te están llevando a sufrir más abusos, más traumas, eso duele mucho”.

“Tengo muchas secuelas. Para que yo le esté contando esto a usted es porque lo he superado un poco. No quisiera que otra niña pasara por lo que yo pasé y puede ser que ahora haya más. Es la realidad, cruda, dolorosa“.

Rayiya

Trata de personas

“La trata consiste en utilizar, en provecho propio y de un modo abusivo, las cualidades de una persona.

Para que la explotación se haga efectiva los tratantes deben recurrir a la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas.

Los medios para llevar a cabo estas acciones son la amenaza o el uso de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad”.

Fuente: Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, Acnur

Rayita

El método del novio

Durante 30 años, LAWA le ha brindado apoyo a mujeres latinoamericanas en Reino Unido.

Novios
GETTY IMAGES / Organizaciones como LAWA y LAWRS han visto la figura de un supuesto novio de la víctima involucrada en casos de trata.

Tras 10 años trabajando en la organización, Yenny Aude estima que en 35% de los casos que ha tenido a su cargo hubo trata.

“Pero ninguna mujer me ha dicho: ‘Fui traficada‘. Muchas de las que vienen a pedirnos ayuda, llegan por otras razones. Cuando nos empiezan a contar sus historias y les empezamos a hacer preguntas, es que nos damos cuenta que fueron víctimas de trata. Pero ellas no lo reconocen como tal”.

Como si se tratara de un eco, Carolina Gottardo, directora de otra organización no gubernamental dirigida a latinoamericanas en Reino Unido, LAWRS (Latin American Women’s Rights Service), me indica:

“Ninguna mujer llega a LAWRS diciendo: ‘Soy una víctima de trata’. Ellas nunca se ponen ese sello y es porque no tienen información sobre lo que es la trata”.

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“Mi experiencia en los últimos años me ha demostrado que muchas veces la trata no se da de la manera tradicional. No siempre son forzadas por un extraño o una empresa que les promete el trabajo soñado en Europa y cuando llegan les quitan los papeles, las encierran y las obligan a hacer trabajo forzado o a la explotación sexual”, señala Aude.

“Una forma de tráfico actual, que me impactó mucho en su momento, es el uso de la figura del novio”.

LAWA
LAWA / LAWA cuenta con un refugio exclusivo para mujeres latinoamericanas víctimas de violencia de género.

“Imagínate: estás en Brasil, Venezuela o Colombia, y viene este caballero europeo y te conquista. Se hacen amigos y después novios. Pero así como me está enamorando a mí en Venezuela, enamora a otra en México y a otra en Colombia, por ejemplo”.

“Y finalmente te dice: ‘Mi amor, ven a visitarme a Inglaterra, yo te pago el pasaje‘. Cuando la mujer llega invitada por su supuesto novio entra en una situación de tráfico, en la que son obligadas a prostituirse”.

“No quieren hablar”

En muchos casos, el “enamorado” desaparece apenas pisan suelo europeo.

“Cuando son liberadas o se escapan y la policía las interroga, ellas hablan del supuesto novio y esa respuesta se puede prestar a una interpretación: ‘Esta inmigrante llegó con una pareja y cayó en la prostitución'”, indica Aude.

LAWRS
LAWRS / LAWRS lleva 30 años asesorando a mujeres latinoamericanas en Londres en temas relacionados como migración y violencia doméstica, entre otros.

Y es que esa versión de su historia migratoria: “Vine a visitar a mi novio” o “Llegué con mi novio” no es clasificado como trata.

“Si a ti te preguntan: ‘¿Tú vienes con este hombre? ¿Este hombre te está forzando a algo?’ Dices que no porque es tu enamorado. O si te preguntan: ‘¿A qué viene usted aquí?’ ‘A reunirme con mi novio, él me está esperando afuera“, explica la experta.

Esa situación no enciende ninguna alarma en el funcionario de inmigración.

Una vez la mujer entiende que ha sido una víctima de trata, es extremadamente difícil hacer que denuncie su caso a las autoridades, indica Aude. “No quieren hablar de eso”.

Aeropuerto de Heathrow
PA / Algunas víctimas ingresan a Reino Unido con sus documentos en regla y una vez en el país caen en redes de explotación sexual o laboral y servidumbre, aseguran los expertos.

“Son mujeres que salieron de sus países porque iban a visitar a su novios, incluso a casarse, y la sola idea de contar lo que pasó es impensable. ¿Por qué? Porque quieren regresar a sus países. ‘No quiero volver a mi pueblo con el estigma de que fui una mujer traficada o que estuve en la prostitución’, nos dicen”.

“Hay muchos casos que simplemente no son reportados”, señala la especialista.

“Pero recuerdo uno que sí fue clasificado como trata por la policía británica: una brasileña había viajado a Portugal con su ‘novio’ portugués y después él la trajo a Reino Unido”.

El hombre se la entregó a unas personas que la metieron en una casa y la obligaron a prostituirse.

“Yo no podía creer que ese hombre me había hecho eso. Había venido a mi pueblo, conoció a mi familia, a mi padres”, le decía la joven a Aude.

“Víctimas potenciales”

Tener certeza sobre cuántas mujeres han sido traficadas a Reino Unido es extremadamente difícil y se vuelve aún más complejo cuando se refiere a las latinoamericanas, no sólo porque muchas sobrevivientes prefieren no denunciar sino porque los casos son difíciles de detectar por las autoridades.

Manifestación
GETTY IMAGES / En 2010, se celebró una manifestación frente al parlamento británico contra trata de jóvenes con fines de explotación sexual.

Los expertos apuntan a que la trata de latinoamericanos generalmente no se da a una escala comparable con la industria del crimen organizado, sino que en muchos casos se desarrolla de una forma más informalen la que un conocido de la víctima o un empleador suele estar involucrado.

El Mecanismo de Referencia Nacional (NRM, por sus siglas en inglés: National Referral Mechanism) es el programa con el que cuentan las autoridades británicas para identificar y ayudar a las víctimas de la trata de personas o esclavitud moderna en Reino Unido.

Sus estadísticas se refieren a las “víctimas potenciales de esclavitud moderna” que llegaron a ese programa e incluye casos en proceso de investigación.

Big Ben
GETTY IMAGES / Entre enero y septiembre de 2016, las autoridades británicas reportaron que la mayoría de víctimas potenciales de trata en el país provenían de Albania.

Sin embargo, organizaciones de derechos humanos explican que son casos de personas que han sido referidas a ese programa porque hay suficientes razones para creer que han sido víctimas de trata.

Entre 2014 y septiembre de 2016, el NRM reportó que la mayoría de víctimas potenciales de trata provenían de Albania, Vietnam y Nigeria.

De América Latina, se registraron 22 casos: de Bolivia, Brasil, Cuba, Guatemala, Nicaragua, Honduras, México, Panamá y República Dominicana. Y estaban relacionados no sólo con explotación sexual, sino con servidumbre doméstica y explotación laboral.

"La violaban mientras estaba pariendo": el infierno de las mujeres de América Latina traficadas en Londres

“Desaparecen”

Julián Chávez Lemos es un abogado que en los últimos 10 años ha prestado servicios de asesoría legal en materia de inmigración y derechos humanos a varios consulados latinoamericanos en el Reino Unido.

Calcula que en ese periodo conoció a unas 15 mujeres que llegaron al país como víctimas de trata.

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“El principal obstáculo para tener unas estadísticas confiables, en términos de nacionalidad, (…) es que muchas de las latinoamericanas que llegaron al Reino Unido como víctimas de la trata de blancas lo hicieron con pasaportes falsos (pasaportes europeos). Cuando llegaron a España, Holanda o Francia (tres de los puertos de entrada más usados por los tratantes), sus captores les quitaron sus pasaportes e inmediatamente esas mujeres desaparecieron del mapaFueron obligadas a tener identidades falsas con pasaportes de España, Bulgaria, Hungría”.

Aeropuerto de Madrid
GETTY IMAGES / De acuerdo con los expertos, España, Portugal e Italia han sido algunos de los puertos usados por los tratantes para introducir latinoamericanas a Europa.

Por eso, explica Chávez, cuando la policía hace redadas en sitios en los que sospecha que se llevan a cabo actividades ilícitas, las identificaciones que logran incautar son los pasaportes falsos “y eso si los encuentran”.

“Casi todas las mujeres que he conocido que han sido víctimas de trata de personas coinciden en un punto: les da miedo decir cuál es su país de origen porque no quieren ser deportadas“, señala el experto.

“Eso, en parte, responde a la pregunta de por qué el número de latinoamericanos en las estadísticas es tan bajo. Las cifras con las que se cuentan no necesariamente reflejan la cantidad real”.

El vínculo con el narcotráfico

La experiencia de Chávez visitando centros penitenciarios en el Reino Unido y entrevistando a presas le ha permitido darse cuenta que algunas mujeres que fueron víctimas de trata y forzadas a prostituirse, terminaron siendo obligadas a traficar drogas.

Prisión en Wormwood Scrubs
Algunas mujeres que han sido condenadas en Reino Unido por delitos relacionados con narcotráfico fueron víctimas de trata.

“Las mafias de la trata de blancas muchas veces llevan paralelamente el negocio del narcotráfico y las mujeres, sin quererlo, terminan siendo mulas”.

Uno de los casos que más le ha estremecido es el de una ecuatoriana que actualmente cumple condena en una cárcel británica por narcotráfico.

Su familia era muy pobre y aceptó US$2.000 dólares de “unas personas” que le prometieron que llevarían a su hija a España a trabajar como empleada doméstica. “Hasta firmaron un contrato”, recuerda Chávez.

La promesa era un engaño para secuestrar a la joven de 16 años y meterla en una red de prostitución.

Primero, la tuvieron en España por unos dos años, después la trasladaron a Ámsterdam, donde permaneció seis años, y posteriormente la llevaron a Francia y Alemania. “Siempre estaba acompañada por un guardia (de la red), nunca la dejaban sola”.

París
AFP/GETTY IMAGES / Algunas mujeres que cayeron en las manos de redes de trata llegaron o pasaron por Francia antes de entrar a Reino Unido.

Y es que, como le explica a BBC Mundo Youla Haddadin, consejera sobre Tráfico de personas de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, “cuando llegan a España ya están en el área de la Unión Europea y eso hace que su movimiento por el continente sea más fácil“.

Cuando Chávez conoció a esa mujer en la cárcel, en 2013, tenía 35 años.

“Me contó que había sido sometida a esclavitud sexual por años, que tuvo dos abortos y que tenía sida“.

La enfermedad hizo que sus captores la empezaran a usar para transportar droga y por eso la arrestaron en Reino Unido.

“Escuela de admisión”

La mayoría de las víctimas de trata que Chávez ha conocido en Reino Unido pasaron “dos, tres años, en la esclavitud sexual” en otros países de Europa.

Señal de un aeropuerto
AFP / En 2016, la policía española desarticuló una organización criminal que captaba mujeres sudamericanas que eran obligadas a ejercer la prostitución en ese país y Francia. Se les prometían trabajos como empleadas domésticas y en supermercados y se les costeaban los gastos del viaje y del trámite de visas

“Algunas entraron a Inglaterra a través del Eurostar (el servicio de tren que conecta a Francia y Bélgica con Londres) (…) Muchas fueron amenazadas con que si no cumplían las órdenes, sus familias en sus países sufrirían las consecuencias”.

Campaña de la Policía Nacional
POLICÍA NACIONAL DE ESPAÑA / “Con la trata, no hay trato. Denúncialo” es el lema de la campaña que la Policía Nacional de España lanzó en 2015.

“Las que traen al Reino Unido es porque ya han hecho ‘la escuela de admisión’ en Europa. Cuando las traen a Inglaterra, es como el premio para la mafia. Se traen las más experimentadas, las más fuertes”, indica el experto en inmigración.

Sin embargo, “la movida” de la organización lejos de apaciguar los tormentos de estas mujeres, los exacerba aún más.

Mapamundi
OFICINA DE LA ONU CONTRA LA DROGA Y EL DELITO / Este mapa muestra el país de origen de al menos 1 víctima de trata detectada en el oeste y en el sur de Europa entre 2012-2014. “Los flujos de trata de personas que se originan en las Américas representan alrededor de 3% de las víctimas en el oeste y sur de Europa. La mayoría procede de Sudamérica y son principalmente detectadas en Francia y España”, indica la ONU.

Algunas de las víctimas de trata que el abogado visitó en las prisiones, que fueron halladas culpables de narcotráfico en Reino Unido, le decían que ser deportadas a sus países de origen era “la pena de muerte“.

Pues, aseguraban, “las mafias las encontrarían y les cobrarían no sólo el cargamento de droga que las autoridades les incautaron sino ‘la deuda’ que habían contraído por venir a Europa”.

“Señales”

Andrew Boff es miembro del Partido Conservador e integra la Asamblea de Londres, un órgano electo que “examina las decisiones y acciones” del alcalde de esa ciudad y su gobierno.

La City
AFP / Boff indicó en su investigación de 2013: “Una de las comunidades más invisibles en Londres es la comunidad latinoamericana”.

En 2013, Boff hizo una investigación sobre la trata de personas en la capital británica: “Shadow City-Exposing human trafficking in everyday London” (“Ciudad a la sombra – Exponiendo la trata de personas en el día a día de Londres”) y dedicó un capítulo a los latinoamericanos.

Boff explica que tuvo acceso a información del centro dedicado a los casos de trata de personas en el Reino Unido (UKHTC, por sus siglas en inglés: United Kingdom Human Trafficking Centre) sobre la situación en Londres en 2013 y no encontró referencia a latinoamericanos.

"La violaban mientras estaba pariendo": el infierno de las mujeres de América Latina traficadas en Londres

Tampoco encontró a ciudadanos de la región en la lista de las primeras 20 nacionalidades de adultos, potencialmente víctimas de trata, incluidas en las estadísticas de UKHTC de 2012.

“Sin embargo, evidencia que obtuve de la Policía Metropolitana muestra que 14 de 124 mujeres -eso es más de 10%- a quienes se les describió como personas que presentaron ‘señales de trata, en 2011, eran latinoamericanas’. No obstante, presentar ‘señales’ implica que no necesariamente fueron reconocidas como víctimas de trata”, señala el autor.

Rayita

“En la actualidad, el panorama que dibuja la información de inteligencia no indica que los números de personas víctimas de trata desde países latinoamericanos a Reino Unido sean elevados. Sin embargo, estamos continuamente construyendo una imagen más clara a medida de que conducimos actividades operacionales. Esto, junto a patrones rápidamente cambiantes de migración en todo el planeta, se traduce en que la situación cambia regularmente“.

Agencia Nacional contra el Delito en Reino Unido (NCA, por sus siglas en inglés: National Crime Agency)

Rayita

“Una realidad que no queremos ver”

La explotación sexual no es el único tipo de trata en el que mujeres latinoamericanas han estado involucradas, como lo muestran las estadísticas y los expertos, también son víctimas de servidumbre doméstica y explotación laboral.

Autobuses
GETTY IMAGES / Londres es uno de los centros turísticos y financieros del mundo. Miles de personas entran y salen de Reino Unido diariamente.

“De hecho, hay más víctimas de explotación laboral que de explotación sexual. Desgraciadamente pasa mucho y muchas simplemente terminan traficadas sin darse cuenta”, señala Gottardo.

Por eso, es casi imposible saber cuántas víctimas hay y dónde están.

El caso de la mujer que estremeció a Aude (el más grave que ha visto en su trabajo en Londres); la experiencia de años de Chávez en las prisiones británicas; el testimonio desgarrador de Ana y las mujeres que ha asesorado Gottardo son solo algunos ejemplos de la extensión de un problema que entre 2012 y 2014 afectó, según la ONU, a 63.251 personas en 106 países, la mayoría de ellas, mujeres.

Y es que como dice Aude, la trata “es una realidad en nuestra comunidad, en nuestros países. Es una realidad que no queremos ver, que no queremos afrontar. Pero que está ahí“.

Rayita

Si usted es víctima de trata de personas en Reino Unido o conoce a una persona en ese país que es víctima de trata, se puede comunicar con la línea telefónica de ayuda de la unidad de Esclavitud Moderna de las autoridades británicas al número: 08000 121 700. El servicio cuenta con funcionarios que hablan español y abordan los casos con confidencialidadEsta es su página web.

El jurado que será seleccionado esta semana -12 titulares y seis suplentes- deberá decidir si El Chapo, considerado el mayor narcotraficante del mundo tras la muerte del colombiano Pablo Escobar, es culpable o no de 11 delitos de tráfico y distribución de droga, posesión de armas y lavado de dinero.

Para el proceso, que durará más de cuatro meses, el juez Brian Cogan y abogados de ambas partes entrevistaron el lunes a 45 potenciales jurados de un centenar y descartaron a 17, entre ellos a dos mujeres que dijeron temer por su vida.

LEA: El juicio de El Chapo: de qué se acusa exactamente a Joaquín Guzmán y por qué se le juzga en EE.UU. y no en México

Una mujer sentada a unos cuatro metros del exjefe del cartel de Sinaloa dijo al juez que se sentía “insegura” y “nerviosa”.

El Chapo se mostró atento pero inexpresivo durante el primer día de juicio, y casi no cruzó miradas con los potenciales jurados.

“Lo que me asusta es que su familia puede venir atrás de los jurados y sus familiares”, dijo la mujer, y contó que leyó que dos de los hijos de El Chapo “están dirigiendo su negocio y los están buscando”.

El juez intentó tranquilizarla, pero finalmente fue descartada como jurado.

Otra potencial testigo también eliminada de la lista dijo estar preocupada por su “seguridad” tras hablar del caso con sus compañeros de trabajo, con quienes conversó “lo suficiente como para saber de su gravedad”.

Para evitar riesgos, los nombres de los jurados se mantienen anónimos, y cada día serán escoltados por alguaciles armados a la corte. Recibirán como pago unos 50 dólares diarios.

Para el proceso, El Chapo abandonó su uniforme de prisionero y vistió un traje azul marino y camisa blanca de cuello muy grande, estilo “disco”, abierta hasta el tercer o cuarto botón.

El protagonista de dos espectaculares fugas de prisiones mexicanas, de 61 años, está acusado de enviar casi 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos a lo largo de 25 años, lo cual puede acarrearle cadena perpetua.

Un ‘El Chapo’ con mucho queso, por favor

Otra jurado potencial descartada dijo que mira la serie “Narcos” y que ésto podría afectar su veredicto. “Honestamente esas imágenes pueden aparecer en mi mente. Pensaría en El Chapo”, afirmó.

Otro fue descartado porque leyó sobre El Chapo en Wikipedia, y una mujer porque dijo que las drogas eran malas.

Aún en liza está un joven de tez aceituna y cabello largo que se presentó como “un imitador oficial de Michael Jackson”. Pero el juez tiene dudas sobre su elección, porque teme que pueda ser identificado.

Otro también en liza, de pelo rizado, dijo que le encanta un sándwich de un café cercano a su trabajo que se llama “El Chapo”. Esto hizo reír mucho a los abogados de la defensa, pero no al acusado.

“Es una rosquilla con queso crema y salmón ahumado, alcaparras, es un poco picante, no sé por qué le llaman ‘El Chapo’ pero es delicioso”, dijo muy serio.

Otro potencial jurado es un hombre nacido en Medellín, la ciudad de Escobar, pero que vive en Estados Unidos hace 20 años. “Hay mucho narcoterrorismo en mi país”, dijo este hombre cuyo padre miraba “narconovelas”.

El mayor cartel del mundo

Extraditado desde México en enero de 2017, El Chapo es acusado de liderar entre 1989 y 2014 el despiadado cártel de Sinaloa, al que fundó y convirtió en “la mayor organización de tráfico de droga del mundo”, según la acusación.

La fiscalía, que prepara el caso desde hace años, asegura que El Chapo envió a Estados Unidos al menos 154.626 kilos de cocaína, además de múltiples toneladas de otras drogas, facturando en total unos 14.000 millones de dólares.

El Chapo se declara inocente, pero el gobierno ha presentado más de 300.000 páginas de documentos y al menos 117.000 grabaciones de audio, más centenares de fotos y videos.

VEA: 4 cosas extraordinarias del juicio a “El Chapo” Guzmán, considerado el mayor caso de drogas en la historia de Estados Unidos

Su proceso es un gran triunfo para el gobierno estadounidense, que nunca consiguió extraditar y juzgar a Escobar, muerto en 1993. ¿Pero a qué precio?

El cártel de Sinaloa fundado en 1989 por El Chapo sigue siendo muy potente, su coacusado Ismael “El Mayo” Zambada continúa prófugo y la violencia del narcotráfico no ceja en México, que tuvo un récord de casi 29.000 homicidios en 2017. En Estados Unidos, el consumo de opiáceos mató en 2016 a un promedio de 174 personas por día.

Rob Heroy, un abogado de Carolina del Norte que defendió a otro narcotraficante mexicano, estima que el proceso costará “más de 50 millones de dólares” y podría ser “el más caro de la historia de Estados Unidos”.

Trump, Trump, Trump

Pese a que su nombre no figura en las papeletas, Donald Trump está, como él mismo dice, en el centro de estos comicios, que tradicionalmente se transforman en un referéndum sobre la gestión presidencial. Pero, explosivo e iconoclasta, el magnate llevó esa tendencia a otro nivel.

“Votar por Marsha es, de hecho, votar por mi”, declaró Trump en Tennessee, junto a la candidata republicana al Senado, Marsha Blackburn. El mandatario multiplica sus actos de campaña, consciente de que si su partido pierde el control de Congreso a manos de los demócratas, su gestión se verá paralizada.

En tanto, los demócratas esperan que la aversión que muchos electores tienen hacia el magnate provocará un aumento en la participación electoral, cuando normalmente las elecciones de medio mandato no suscitan grandes pasiones.

Inmigración

El envío de militares a la frontera con México para evitar la “invasión” de migrantes centroamericanos que avanzan hacia Estados Unidos en una caravana, la promesa de acabar con el derecho de suelo, historias escabrosas de asesinos indocumentados: Trump y los republicanos decidieron colocar a la inmigración en el corazón de su campaña.

El tema migratorio es una de las principales preocupaciones de los electores republicanos y la presión para que acudan a las urnas es clave en un comicio donde la participación será fundamental.

Violencia

El fin de la campaña se vio ensombrecida por el ataque antisemita que dejó 11 muertos en una sinagoga de Pittsburgh, que se produjo luego de una tensa persecución para atrapar al responsable del envío de paquetes explosivos a varias personalidades demócratas, entre ellos el expresidente Barack Obama, la exsecretaria de Estado y excandidata presidencial Hillary Clinton, y el inversor George Soros.

Estos picos de violencia previo a la elección del martes puso sobre la mesa de debate la agresividad del discurso de Trump y sus efectos en un país profundamente dividido.

Trump condenó el ataque antisemita, pero se mostró menos contundente sobre el caso de los paquetes bomba. Como sea, retomó la campaña de inmediato y las ácidas críticas a sus oponentes.

Las mujeres

Tras la eclosión del movimiento #MeToo para denunciar los abusos sexuales y las manifestaciones de mujeres contra Trump, las electoras y las candidatas están en el centro del debate tras la llegada del magnate a la Casa Blanca.

Los estadounidenses perecen particularmente motivados para acudir a las urnas en esta ocasión, en tanto un grupo de mujeres moderadas de barrios acomodados y con grados universitarios, disgustadas con la retórica presidencial, lograron, según las encuestas, inclinar la balanza a favor de los demócratas cuando la liza se mostraba cerrada.

Además, un número récord de mujeres, 200 demócratas y 60 republicanas, son candidatas al Congreso, donde actualmente ostentan el 20% de las bancas.

Economía

Ante la “guerra comercial” en que se embarcó el gobierno de Trump, la renegociación de tratados internacionales, el sólido crecimiento económico y el pleno empleo, la economía también fue uno de los temas centrales de la campaña.

Las cuencas mineras e industriales aprecian las medidas proteccionistas de Trump. Pero los agricultores sufren las represalias que los socios de Estados Unidos aplican a esa política, aunque algunos productores rurales no han retirado su apoyo al mandatario, dando crédito a su afirmación de que las dificultades serán temporales, y que luego vendrá la recuperación.

Salud

Los demócratas han insistido con un poderoso mensaje a los electores: si los republicanos refuerzan su control del Congreso, destruirán su cobertura de salud, un tema importante en un país donde no existe un sistema de salud universal.

La reforma que impulsó el presidente Barack Obama permitió a millones de personas acceder a cobertura sanitaria, y Trump no ha podido cumplir con su promesa de campaña de acabar con el sistema conocido como Obamacare.

Conscientes de que esta es una de las principales preocupaciones de los votantes de todos los sectores, los republicanos han prometido, tardíamente, que garantizarán que las personas con enfermedades crónicas tengan acceso a un seguro de salud asequible. “Es mentira”, dijo Obama el viernes.

El viejo refrán da cuenta de un complejo entramado de relaciones que, por años, ha marcado los vínculos entre Washington y los gobiernos -y las realidades- de Honduras, Guatemala y El Salvador.

El tema cobra relevancia estos días, luego de que una caravana de miles de migrantes, sobre todo de hondureños, tomara rumbo hacia Estados Unidos.

El presidente Donald Trump advirtió que cortaría la ayuda que su gobierno envía a Centroamérica si no se lograba detener el flujo de migrantes; pero, pese a las amenazas, miles de personas continuaron sumándose a la caravana.

Alegan que huyen de la violencia, la inseguridad y la falta de oportunidades en sus naciones, que se encuentran entre las más pobres de la región.

“Es conocida la situación en la que viven muchos de estos países, pero lo que muchas veces no tenemos en cuenta es cómo EE.UU. contribuyó a crear la situación de la que escapan muchas de esas personas“, explica a BBC Mundo Elizabeth Oglesby, profesora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Arizona.

Joseph Nevins, experto en Centroamérica del Vassar College, en Nueva York, opina, por su parte, que el motivo por el que emigran a Estados Unidos no solo está vinculado con que este país sea el más desarrollado de la región, sino también con la propia influencia que Washington ha tenido allí por décadas.

“La migración es a menudo una manifestación de una relación profundamente desigual entre los países que envían migrantes y los países de destino. Y es lo que pasa en este caso”, señala.

Mapa frontera Tecún Umán

En criterio del experto, la forma en la que sea han dado las relaciones de EE.UU. con Centroamérica ha hecho que muchos lo consideren como el país preferido para emigrar, porque es el lugar que más conocen y donde, en su imaginario, se encuentran las mejores opciones de vida.

Pero ¿cómo han sido las relaciones de Estados Unidos con Honduras, Guatemala y El Salvador, y cómo pueden haber influido en la actual caravana de migrantes centroamericanos?

Las raíces de la inseguridad

Cynthia Arnson, directora del Programa sobre Latinoamérica del Wilson Center, un think tank con sede en Washington, comenta que durante la época de las guerras en Centroamérica, los sucesivos gobiernos de Washington tuvieron una influencia “muy fuerte” en países de la región.

En un país como El Salvador en los años de la guerra, le cuenta Arnson a BBC Mundo, Estados Unidos gastó más de US$6.000 millones en ayudar al gobierno y al ejército para derrocar las fuerzas insurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

Durante ese conflicto, según la Comisión de la verdad de las Naciones Unidas, murieron unas 75.000 personas y se reportaron homicidios, desapariciones, violaciones, torturas, secuestros y atentados a los derechos humanos, principalmente a manos del ejército.

marchaDAVID MCNEW
Para muchos centroamericanos, EE.UU. es el país que representa el destino de sus aspiraciones económicas.

Arson indica que otro de los ejemplos fue lo sucedido en Nicaragua, donde Estados Unidos financió los “contra”, los grupos de insurgentes que intentaron el derrocamiento del Frente Sandinista de Liberación Nacional y que, según la Corte Internacional de Justicia, cometieron torturas, ejecuciones, asesinatos arbitrarios, saqueos, reclutamiento forzosos y violaciones.

“En el caso de Nicaragua, especialmente en personajes como Daniel Ortega y la gente a su favor, esto creó unas actitudes de rechazo al diálogo y las instituciones democráticas que tienen su origen en aquellos años, porque se generó entonces un estado de resistirse al ‘imperio’ y a la comunidad internacional que son vistas como fuerzas que quieren intervenir en los asuntos internos del país”, señala.

De ahí que, en su criterio, lo sucedido en aquellos años sea utilizado actualmente como pretexto para reprimir las protestas que tienen lugar contra de Ortega y para su gobierno encuentre una justificación para negarse a las elecciones adelantadas o ceder el poder.

En criterio Arson, un factor decisivo en el legado del conflicto de aquellos años de Guerra Fría fue que Centroamérica era vista como parte del escenario de una lucha que Washington entendía que se librara contra el comunismo internacional.

“Por eso los conflictos internos no se vieron en su dimensión particular y nacional, sino como parte de un juego internacional entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y estos países y sus problemas quedaron en medio de todo eso”, opina.

familiares de las víctimasGETTY IMAGES
Miles de personas, entre ellos niños, fueron víctimas de los conflictos en Centroamérica en la década de 1980.

De acuerdo con Oglesby, detrás de ese situación se halla una de la raíces de los diferentes desplazamientos que han tenido lugar en los últimos 40 años.

“Debemos recordar que los primeros grandes flujos migratorios tuvieron lugar cuando cientos de personas de Centroamérica intentaban huir de las masacres y persecuciones que fueron factor común en la región entre las décadas de 1970 y 1980 y que fueron financiadas de forma indirecta por EE.UU.”, señala.

La especialista recuerda varios momentos centrales de aquellos años oscuros de la Guerra Fría, como el golpe de Estado contra Jacobo Arbenz en Guatemala -financiado por Estados Unidos- o las diferentes intervenciones militares que se extendieron incluso hasta Panamá.

“Fue una situación que ayudó a fomentar las condiciones de inseguridad e inestabilidad que sigue hasta nuestros días y de la que todavía intentan escapar estas personas”, opina.

La experta del Wilson Center, por su parte, considera que es difícil encontrar una relación muy directa entre este contexto y los flujos migratorios o la situación posterior de esos países.

“No es culpa de Estados Unidos que lo que ocurrió después, pero lógicamente la forma de la transición tuvo un impacto muy fuerte. La falta de oportunidades, la falta de fuerzas policiales que sean capaces de controlar el crimen y proveer la seguridad son un problema de largo alcance, de desarrollo institucional, en el que Estados Unidos juega un papel, pero no fundamental”, señala.

Destaca, en cambio, los múltiples programas que en los últimos años han contribuido a luchar contra la violencia y apoyar algunas de las comunidades más desfavorecidas del país.

Nevins señala que otro factor a tener en cuenta fue la forma en que ciertas “políticas erróneas” de Estados Unidos contribuyeron a fomentar la violencia en la región y a crear uno de sus flagelos más temidos: las pandillas.

La Mara Salvatrucha, el grupos criminal del que muchos inmigrantes están huyendo, tuvo su origen en cárceles de Los Ángeles en la década de 1980. Estos pandilleros fueron deportados luego a esos países y esto contribuyó a generar esta situación de inseguridad que actualmente se vive allí con estas bandas criminales”, señala.

Las relaciones después

Arnson cuenta que durante la década de 1990 Estados Unidos continúo su apoyo a estos países mediante programas de asistencia financiera y de capital político, lo que le garantizó mantener una influencia decisiva en la región.

Todo comenzó a cambiar, señala la especialista, a partir de 2014, cuando ocurrió la primera crisis migratoria de niños no acompañados.

Durante el verano de ese año, una inusitada caravana de miles de menores de edad centroamericanos que viajaban solos comenzó a marchar para pedir asilo en la frontera sur de Estados Unidos.

“Eso puso los ojos otra vez en las condiciones de vida en Centroamérica. Se entendió que habría que fortalecer la frontera y las medidas migratorias, pero también ayudar a resolver los problemas de allí”, indica Arnson.

niñosGETTY IMAGES
Una primera caravana de niños migrantes llegó a la frontera de Estados Unidos en 2014.

Una comisión bipartidista del Congreso de Estados Unidos decidió entonces que se enviaría una ayuda de US$750 millones para apoyar a estos países.

“Estados Unidos ha mostrado un compromiso para hacer frente a las raíces de los flujos migratorios a través de los diferentes programas de ayuda que mantiene en esos países. Es cierto que no han sido suficientes, dadas las magnitudes de los problemas, pero ha habido una intención y un esfuerzo por tratar de hacerlo“, señala.

Sin embargo, de acuerdo con organizaciones civiles, parte de esta ayuda no ha llegado y no se han creado programas suficientes para trabajar para solucionar los problemas más acuciantes de esos países.

Las políticas de los gobiernos de Estados Unidos han sido punitivas en lugar de intentar resolver realmente los problemas que hacen que los centroamericanos y sudamericanos huyan de sus países para venir a Estados Unidos en busca de asilo”, asegura a BBC Mundo Nicholas Valentino, profesor del Centro de Estudios Políticos de la Universidad de Míchigan.

En su criterio, la creación de programas para brindarles a estas personas un mejor futuro en sus países son más económicos que los miles de dólares per cápita que se necesitan para detenerlos, procesarlos y, finalmente, deportarlos, pero no es algo que se tome en cuenta en Estados Unidos.

Influencia continua

Más de 30 años después del fin de la Guerra Fría, los expertos consultados por BBC Mundo consideran que la influencia de Estados Unidos en Centroamérica continúa siendo un factor decisivo y no solo por las ayudas que ofrece.

“No es un secreto que Estados Unidos es todavía una fuerza dominante en países como Honduras, Guatemala y El Salvador”, opina Nevins.

De acuerdo con el especialista, en estos países todavía se considera a Washington como la voz de una autoridad que puede decidir sobre el futuro de sus naciones.

Comenta, como ejemplo, el caso de Honduras, donde Estados Unidos legitimó al golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya en 2007 o cuando, en noviembre pasado, reconoció el gobierno de Juan Orlando Hernández pese a las denuncias de fraude.

Según Nevins, la inestabilidad política que siguió el polémico resultado de estas elecciones fue un factor también determinante entre las causas de la actual caravana, formada mayoritariamente por hondureños.

“Hernández es parte de una elite de poderes y no solo está contribuyendo a fomentar la posición de Estados Unidos en el país, sino que sus políticas también están obligando a muchas personas a escapar”, opina.

Juan Orlando HernándezREUTERS
Hernández, quien se graduó de un liceo militar, ha sido acusado de militarista por sus opositores.

Oglesby, por su parte, considera que el gobierno de Donald Trump no ha dado una prioridad real a contribuir con la situación en Centroamérica, sino que ha dado pasos que, en su criterio, constituyen un retroceso.

“Estados Unidos ha dado la espalda últimamente a proyectos que estaban ayudando a fomentar la institucionalidad en América Latina, como pasa con su silencio ante las presiones del gobierno de Guatemala contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad” (CICIG), señala.

Y es que el presidente Jimmy Morales anunció en septiembre pasado la salida de su país de la CICIG, que ha liderado procesos judiciales contra represores del régimen de Efraín Ríos Montt y contra figuras acusadas de corrupción, incluido el propio mandatario.

Sin embargo, Arnson opina que es un error pensar que los problemas centroamericanos tienen sus orígenes en Estados Unidos.

La experta opina que la forma en la que Estados Unidos ha respondido en diferentes momentos de la historia a circunstancias en Centroamérica, mejoró o empeoró la situación dependiendo del tipo de política, pero que los problemas tienen su causa en la propia región.

“Es cierto que Estados Unidos tiene un poder muy fuerte frente a países centroamericanos que no tienen una institucionalidad fuerte o una democracia consolidada. Pero la falta de oportunidades, de seguridad y la pobreza en estos países son de larga data y no son responsabilidad de Estados Unidos”, opina.

“Creo que no podemos sobredimiensionar -ni tampoco minimizar- el impacto de lo que hace Estados Unidos en esta parte del mundo”, señala.

Brenda Andrew lleva casi 15 años en el corredor de la muerte.

Esta mujer de Oklahoma, Estados Unidos, fue condenada a la pena capital tras ser hallada culpable de asesinar a su marido, Robert, en 2001.

Según la sentencia, Brenda planeó el crimen junto a su amante, James Pavatt (también condenado a muerte), para cobrar la póliza del seguro de Robert.

Basándose en las evidencias, el tribunal consideró sobradamente probada su culpabilidad.

Pero algunos de los argumentos utilizados en su contra durante el proceso fueron también objeto de críticas por creer que no eran oportunos ni relevantes para juzgar el crimen.

Entre ellos, el jurado pudo escuchar las presuntas aventuras extramatrimoniales de Brenda desde años antes del asesinato. También se conocieron detalles sobre el tipo de ropa que solía vestir.

Además se mostró la ropa interior encontrada en su maleta después de que ella huyera a México, y que según el fiscal demostraba que no vivía como “una viuda afligida” tras la muerte de su marido.

Y estos factores, según jueces que revisaron su caso y que reconocieron “errores” durante el proceso, pudieron ser determinantes a la hora de influir en la decisión del jurado de condenarla a muerte.

Sala de ejecución del Departamento de Correcciones de OklahomaDEPARTAMENTO DE CORRECCIONES DE OKLAHOMA
Junto a Brenda Andrew, otros 46 condenados a muerte permanecen en el Departamento de Correcciones de Oklahoma a la espera de ser ejecutados.

“Esos errores, en su forma más atroz, incluyen un patrón de presentar evidencias que no tienen otro propósito que el de decir que Brenda Andrew es una mala esposa, una mala madre y una mala mujer”, afirmó Arlene Johnson, jueza del Tribunal de Apelaciones Criminales de Oklahoma.

Y esa presentación de “pruebas inapropiadas”, remarcó la jueza al revisar el caso en 2007, violó “la regla fundamental de que un acusado debe ser condenado, en todo caso, por el delito imputado y no por ser una mala mujer”.

Johnson no dudaba del veredicto de culpabilidad, pero pidió revisar la sentencia de pena de muerte. Otro colega del tribunal incluso recomendó repetir el juicio, pero la mayoría de jueces determinó mantener la pena capital.

Brenda continúa a la espera de ser ejecutada. Hoy tiene 54 años.

“Prejuicios y discriminación”

Brenda Andrew es una de las, al menos, 500 mujeres que permanecen en el corredor de la muerte en el mundo, si bien Naciones Unidas alerta de que esta cifra es probablemente mayor.

Pese a no suponer más del 5% del total de personas a la espera de ser ejecutadas, Naciones Unidas alertó este mes de octubre con motivo del Día Mundial contra la Pena de Muerte de que “su invisibilidad significa que sus necesidades están ocultas en gran medida”.

Protesta contra la condena a muerte de una mujer iraníAFP
Pese a la ausencia de datos públicos, Irán es uno de los países donde se cree que decenas de mujeres esperan ser ejecutadas como en el caso de Sakineh Mohammadi-Ashtiani, condenada a ser lapidada por adulterio.

Por ello, once relatores de la ONU pidieron a los Estados que “revisen todas las sentencias de muerte contra mujeres y niñas, y que adopten políticas de género para abordar (…) los prejuicios y la discriminación que caracterizan sus investigaciones y juicios” en comparación con los hombres en su misma situación.

Precisamente, un informe publicado en septiembre por el Centro sobre la Pena de Muerte de la facultad de Derecho de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, trató de sacar a la luz la situación de estas mujeres.

Pero la tarea no fue sencilla debido a la falta de transparencia de muchos países que aplican esta pena.

Es el caso de China, donde el porcentaje de mujeres oscila entre el 1 y el 5% del total de personas del país en el corredor de la muerte, por lo que el Centro Cornell considera que pueden ser “decenas o incluso cientos de mujeres”.

Es similar el caso de Irán, donde abogados de derechos humanos calculan que puedan ser decenas. Solo durante el año pasado, al menos 10 fueron ejecutadas.

También se desconoce el número de sentenciadas a muerte en Arabia Saudita, donde al menos nueve fueron ejecutadas desde 2015.

Total de ejecuciones (hombres y mujeres) en 2017

El país donde el Centro Cornell sí pudo cuantificar el mayor número de mujeres en el corredor de la muerte fue Tailandia, con un total de 94 (el 18% de personas que esperan ser ejecutadas en el país).

Le siguen Estados Unidos, con un total de 54 mujeres; Bangladesh (37), Pakistán (33) y Nigeria (32).

Violencia de género

El estudio también identificó los tipos de delitos más comunes por los que las mujeres suelen ser condenadas a la pena capital.

Decenas de ellas responden en países islámicos a los conocidos como “crímenes contra la moralidad”, tales como el adulterio.

Esta práctica, alerta la ONU, va en contra de los límites internacionales de la aplicación de la pena de muerte únicamente a casos que implican un asesinato de manera intencional.

El segundo delito más común para la condena capital de mujeres es el de aquellos relacionados con drogas.

Cocaína retenida en una operación de la policía china.AFP
Las mujeres representan el 30% de los arrestos por narcotráfico en el mundo.

De hecho, las mujeres -arrestadas en su mayoría por vender droga en la calle o actuar como “mulas” para transportarla a otro país- representan el 30% de los arrestos mundiales por narcotráfico.

Sin embargo, la mayoría de mujeres en el corredor de la muerte fueron condenadas por crímenes de asesinato, muchos de ellos a familiares cercanos.

El informe destaca que muchos de estos crímenes fueron cometidos en un contexto de violencia de género aunque, de nuevo, es imposible saber en cuántos por la falta de datos.

“En muchos casos de mujeres acusadas de matar a su marido, por ejemplo, en el juicio no se pregunta si había un contexto de violencia doméstica, por lo que no se hace ningún alegato basado en violencia de género y el tribunal nunca lo escucha”, le dice a BBC Mundo Delphine Lourtau, directora ejecutiva del Centro Cornell sobre Pena de Muerte.

“Y en los casos en que se presenta, la mayoría de veces el tribunal no los considera pruebas relevantes para entender las circunstancias del delito”, agrega.

Número de países que abolieron la pena de muerte

La ONU coincide en que es extremadamente raro que el abuso doméstico sea tenido en cuenta como un atenuante durante los procesos que llevan a la pena capital.

“La imposición de la pena de muerte es siempre arbitraria e ilegal cuando el tribunal ignora hechos esenciales que pueden haber influido significativamente en las motivaciones, la situación y la conducta de un acusado de un delito capital, incluida su exposición a la violencia doméstica y otros abusos”, señalaron sus relatores.

La ONU también recuerda que la ejecución de cualquier persona por delitos cometidos cuando eran menores de 18 años está estrictamente prohibida por las leyes internacionales.

El informe del Centro Cornell reconoce la dificultad de documentar estos casos, debido a veces por la dificultad de definir la edad de las condenadas, pero todos los casos que detectaron estaban relacionados con violencia de género, matrimonio infantil y/o abuso sexual en países como Irán o Pakistán.

“Según las leyes iraníes, las niñas pueden enfrentarse a pena de muerte a partir de los nueve años de edad”, destaca Lourtau.

Teoría de la mujer diabólica

Pero si hay un factor distintivo entre los casos de mujeres condenadas a muerte respecto a los hombres, según el Centro Cornell, es el hecho de que la violación de estereotipos de género tradicionalmente asociados a la mujer suele ser un factor añadido a la hora de que se opte por la pena capital para castigarlas.

“En muchos casos, los tribunales juzgan a las mujeres no solo por sus supuestos delitos, sino también por lo que se percibe como sus fallas morales: como esposas ‘infieles’, madres ‘indiferentes’ o hijas ‘ingratas'”, declararon los relatores de la ONU.

Sin embargo, las estadísticas apuntan a que, en general, los jurados tienden a imponer la pena de muerte con menos frecuencia a mujeres que a hombres.

Mujer indonesia en juicio a la espera de veredicto.GETTY IMAGES
Los jurados tienden a imponer la pena de muerte para mujeres con menos frecuencia que a los hombres.

Expertos legales afirman que los trastornos emocionales son considerados como atenuante en muchos de sus casos, o que el jurado suele ser más reacio a dejar viviendo a niños sin su madre que sin su padre.

Para contrarrestar esta tendencia, en muchos procesos legales contra mujeres se utiliza una estrategia identificada en documentos de criminología y género desde hace décadas: la llamada “teoría de la mujer diabólica”.

Esta táctica persigue explotar los casos en que las mujeres rompen con sus estereotipos de comportamiento tradicional para que sean sometidas a castigos frecuentemente reservados para hombres.

Según el abogado de Brenda Andrew, John Carlson, esta estrategia fue “hábilmente” utilizada por los fiscales para presentar a su clienta como una mujer que, por sus actos, renunciaba “a la protección que la feminidad suele ofrecerles a los ojos del jurado”.

Brenda Andrew y James PavattDEPARTAMENTO DE CORRECCIONES DE OKLAHOMA
Brenda Andrew, que actualmente tiene 54 años, continúa en el corredor de la muerte junto a James Pavatt.

“Representaron a la señora Andrew como malvada de una manera únicamente femenina. La retrataron como agresivamente sexual, hostil a las nociones profundamente arraigadas de feminidad y ansiosa por profanar las normas de la sociedad sobre el matrimonio y la monogamia”, le dice a BBC Mundo.

“Para probar que era una asesina apta para ser ejecutada, demostraron que era una mujer adúltera, una que disfrutaba e incluso se deleitaba con su vida sexual mientras traicionaba a su esposo”.

“Una vez hecho, convencer al jurado de que la condenaran a muerte fue fácil”, agrega.

Preguntado sobre si el veredicto hubiera sido también de pena de muerte si su representada hubiera sido hombre, el abogado es tajante.

“No, los hombres que son juzgados por delitos capitales no tienen por qué ser representados como adecuados para recibir penas [consideradas] masculinas. Vienen preparados para la muerte. Las mujeres deben ser degradadas primero; entonces están listas para la muerte”, concluye.

Datos de la Fiscalía General de Justicia de la entidad señalan que el ahora detenido se dedicó a cazar a sus víctimas junto con su pareja -identificada como Patricia- durante seis años.

No se sabe a cuántas asesinó. Cuando fue detenido confesó el homicidio de 20 mujeres, pero los investigadores creen que pueden ser más.

“Da cuenta de manera detallada y específica es de diez casos cuando menos”, le dijo el fiscal Alejandro Gómez Sánchez a Televisa..

Víctimas cercanas

Al principio, las víctimas eran chicas que les gustaban al acusado, pero después fueron las que lograban engañar.

Patricia vendía ropa usada, queso y esquites, un alimento preparado con granos de maíz.

Juan Carlos, de 38 años de edad, comerciaba con perfumes, ropa y teléfonos móviles.

“Monstruo de Ecatepec”: qué se sabe de los asesinos seriales de mujeres que vendían los restos de sus víctimas en México
Juan Carlos y Patricia están acusados de cometer decenas de crímenes en Ecatepec, México. EPA

Con esta actividad se acercaban a las chicas, a quienes solían citar en su casa en Jardines de Morelos, un barrio de clase media-baja a 31 kilómetros del centro de Ciudad de México.

Allí eran asesinadas y sus cuerpos desmembrados. Juan Carlos confesó que vendía sus huesos a una persona que no ha sido identificada.

Otros restos los depositaba en un terreno baldío cerca de su casa y algunos más los conservaba en cubetas, bolsas de plástico y una nevera.

Juan Carlos y Patricia fueron detenidos. La Fiscalía los acusa de homicidio, delitos contra el respeto a los muertos y violación de las leyes de inhumación y exhumación.

En caso de que se compruebe el asesinato de 20 mujeres, Juan Carlos sería el mayor asesino serial en la historia de México.

El referente más cercano es Juana Barraza Samperio, conocida como la Mataviejitas porque asesinaba ancianas. La mujer, encarcelada desde hace varios años, cometió 16 homicidios.

“Era mi vecino”

Juan Carlos y Patricia vivían desde hace varios años en la casa de Jardines de Morelos donde presuntamente cometieron los homicidios.

Tienen cuatro hijos menores de edad.

Según el fiscal Gómez Sánchez, cuando cometía los asesinatos Juan Carlos “le ordenaba a su esposa que se llevara a sus hijos a alguna otra habitación para que no pudieran ver”.

Los niños tenían prohibido abrir una nevera donde las autoridades señalan que encontraron varios de los cuerpos.

Además de vender perfumes y teléfonos móviles, el acusado recogía latas de aluminio y botellas de plástico para venderlas, lo que le sirvió para deshacerse de los restos humanos.

Los vecinos de su calle estaban acostumbrados a verlo caminar con bolsas de basura.

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Su negocio les servía para atraer víctimas como Luz del Carmen Miranda, de 13 años de edad, quien desapareció el 12 de abril de 2012.

Su cuerpo desmembrado apareció un año después, cuenta Araceli González Pérez, la madre de la joven.

Era mi vecino, por eso la sacó de mi casa”, dijo Araceli en una manifestación de vecinos contra los feminicidios en Ecatepec.

La pareja detenida vivía en el apartamento debajo del de Luz del Carmen.

El día que la muchacha desapareció, relata Araceli, “Juan Carlos mandó a su esposa a mi casa y le dijo que le querían vender bisutería. Como eran conocidos ella bajó y allí se la llevó”.

Juan Carlos trabajaba con el padre de la menor e incluso fue testigo en la investigación para localizar a la chica.

Cuando fue detenido, el sospechoso reconoció haber asesinado a Luz del Carmen, dice su madre. “Queremos justicia, porque este señor Juan Carlos confesó haberla matado”.

“Era una ola terrorífica”

Esta fue la forma de operar de la pareja durante seis años, en los que sus probables crímenes pasaron virtualmente inadvertidos.

Y es que en Ecatepec, como otros municipios asociados a la capital mexicana, los asesinatos y desapariciones de mujeres son frecuentes.

De hecho existe una alerta de género en la zona, un mecanismo legal para que las autoridades destinen más recursos a la investigación de feminicidios.

“Monstruo de Ecatepec”: qué se sabe de los asesinos seriales de mujeres que vendían los restos de sus víctimas en México
Ecatepec es uno de los municipios con más nivel de marginación en el país. AFP

Con todo y eso, dicen organizaciones civiles, los asesinatos y desaparición de mujeres no cesan. Muchos casos no son investigados, aseguran colectivos como Mujeres en Cadena o la Red Andrómeda.

O, como sucedió con la pareja de Ecatepec, la solución de los casos tarda mucho tiempo.

Desde hace meses los vecinos de Jardines de Morelos habían denunciado la desaparición de varias mujeres, entre ellas algunas adolescentes.

“Era una ola terrorífica”, dijo Cecilia Vázquez en la protesta contra los feminicidios.

En varios casos, existía el mismo patrón; es decir, las víctimas se extraviaron en la misma zona y sus familias cuentan que, antes de desaparecer, dijeron que comprarían ropa o bisutería.

El rastreo hacia los sospechosos

Fue esta una de las pistas para ubicar a Juan Carlos y Patricia, señala la Fiscalía.

Los policías que investigaban la desaparición de tres mujeres, una de ellas junto con su hija de 2 meses de edad, encontraron que las víctimas se habían reunido con Patricia.

Revisaron entonces la lista de llamadas desde sus teléfonos celulares y descubrieron que las tres habían estado en la casa de la pareja horas antes de ser reportadas como desaparecidas.

Los investigadores vigilaron la casa de Playa Tijuana 530 durante varios días, para establecer los hábitos de Juan Carlos y Patricia.

“Monstruo de Ecatepec”: qué se sabe de los asesinos seriales de mujeres que vendían los restos de sus víctimas en México
Tras conocerse los escabrosos detalles de los crímenes de Ecatepec, los vecinos organizaron una manifestación contra los feminicidios. AFP

El pasado 4 de octubre la pareja salió de la casa con una carriola y algunas bolsas de plástico. Los policías se acercaron y descubrieron que, en realidad, lo que llevaban eran restos humanos.

Al revisar la vivienda, cuenta el fiscal Gómez Sánchez, encontraron cubetas, cajas de cartón y bolsas con más restos. Lo mismo ocurrió en otra casa a donde la pareja pretendía mudarse.

Juan Carlos confesó, “sin remordimiento” dice el fiscal, que asesinaba mujeres como venganza porque cuando era niño su madre le obligaba a vestirse como mujer.

También dijo que habían vendido a la bebé de una de sus víctimas por 15.000 pesos (US$790) a una pareja, que también fue detenida.

Los análisis psicológicos revelan que el probable homicida padece un trastorno mental de tipo psicótico y alteraciones de personalidad.

Patricia tiene un retraso mental desde su nacimiento, así como un delirio inducido probablemente por su pareja.

Pero ambos tienen capacidad de distinguir entre el bien y el mal, por lo que se considera que legalmente son responsables de sus actos.

Están encarcelados en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Ecatepec, conocido en México como el penal de Chiconautla. Formalmente su juicio empieza este jueves.

Con información de: Adriana Ligorría.
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