Sus nuevos celulares varían un poco, pero el argumento es siempre el mismo: el teléfono que tienes ya no es lo suficientemente bueno porque el nuevo modelo tiene una cámara más elegante y una pantalla más brillante, además de ser más rápido. Así que regale el “viejo” a un miembro de la familia menos aficionado a la tecnología o cámbialo por un crédito para un aparato nuevo y reluciente.
Ese ciclo de promoción crea un dilema anual: ¿ha llegado el momento de actualizarse? Todos sabemos que, al cabo de unos años, nuestros teléfonos ya no funcionan tan bien como antes. Puede que no sea capaz de ejecutar las últimas aplicaciones. Puede sentirse lento. Algunos componentes, como las pantallas táctiles, pueden empezar a fallar.
En algún momento, resulta práctico adquirir un nuevo celular, como cuando se acumulan demasiados aspectos negativos o el costo de arreglar una pieza rota es demasiado elevado. Sin embargo, a menudo las actualizaciones pueden ser innecesarias porque los elementos que nos hacen estar descontentos con nuestros teléfonos pueden remediarse con algo de cuidado.
En cualquier caso, déjate guiar por tu situación personal —y no por el encanto de la temporada de celulares— y tómate tu tiempo para contemplar las opciones.
“En general, hay que dejar de vincular la compra de un nuevo celular con el lanzamiento de un nuevo iPhone”, dice Nick Guy, redactor sénior de Wirecutter, la publicación hermana de The New York Times que prueba productos. “No hay nada malo en adquirir un celular después”.
A continuación, algunas preguntas que debe hacerse —y algunos consejos prácticos— para ayudar a tomar esa decisión.
¿No estoy contento con mi celular?
El primer paso, y el más importante, es calibrar la satisfacción que tiene con su teléfono. Si hay cosas que le hacen infeliz, profundiza en los problemas.
Muchas de las cosas que nos hacen estar descontentos con nuestros teléfonos se pueden arreglar, así que eso ayuda a estar consciente de las soluciones. Aquí tiene dos de las frustraciones más comunes y sus remedios:
— Si el dispositivo se siente lento o no dura todo el día, una de las soluciones más sencillas y económicas es remplazar la batería. Las tiendas de Apple sustituyen la batería del iPhone por 50 a 70 dólares y muchos técnicos independientes pueden reparar las baterías de los celulares Apple y Android aproximadamente por el mismo precio.
Sustituir la batería alarga mucho la vida del dispositivo y la acelera. Dado que las baterías tienen una vida limitada, se recomienda cambiarlas cada dos o tres años de todos modos, comentó Kyle Wiens, director ejecutivo de iFixit, una empresa que publica instrucciones sobre la reparación de dispositivos electrónicos.
— Otro problema común es quedarse sin almacenamiento de datos, lo que impide tomar más fotografías y descargar aplicaciones. Una solución rápida es purgar las aplicaciones que ya no se utilizan. En los iPhones, Apple ofrece la herramienta Espacio en iPhone, que muestra una lista de las aplicaciones que ocupan más datos y cuándo se utilizaron por última vez. En los dispositivos Android, Google ofrece una herramienta similar: Files.
Algunos problemas importantes no tienen fácil remedio. Por ejemplo, el remplazo de una pantalla táctil rota podría costar 200 dólares o más, lo que se acerca al precio de un teléfono nuevo decente, como el iPhone SE de 400 dólares o el Google Pixel 4A de 300 dólares. Cuando una reparación cuesta más de la mitad de lo que cuesta un teléfono nuevo, puede ser el momento de pensar en cambiar su maltrecho dispositivo por crédito para comprar uno nuevo.
¿Puedo obtener actualizaciones de software?
Los fabricantes de teléfonos publican de manera periódica actualizaciones de software que incluyen nuevas funciones, pero también abordan vulnerabilidades de seguridad, por lo que es importante estar al tanto de su instalación. Una buena regla general es considerar la posibilidad de actualizar el teléfono cuando ya no se puedan obtener actualizaciones de software.
Los celulares de Apple reciben actualizaciones de software durante cinco o seis años (el software iOS 15 de Apple, que llegará este otoño, será compatible con los teléfonos hasta el iPhone 6S de 2015). Los dispositivos Android las reciben durante un periodo más corto: entre dos y tres años.
Aunque las actualizaciones de seguridad son importantes, puede no ser práctico para algunas personas cambiar de celular en cuanto las actualizaciones de software se agotan, dijo Sinan Eren, un ejecutivo de la firma de seguridad Barracuda Networks. En países como Turquía, varios impuestos pueden suponer un recargo de alrededor del 100 por ciento en los productos electrónicos, dijo, lo que significa que los clientes tienen un incentivo económico para conservar sus dispositivos durante más de cinco años.
“Es una situación difícil y, por tanto, es un lujo pensar en la seguridad”, comentó Eren.
Hay modos de evitar ese problema. Las aplicaciones contra programas malignos, como Malwarebytes, pueden hacer que los teléfonos Android más antiguos funcionen de manera segura durante un poco más. Los teléfonos de Apple también pueden ejecutar aplicaciones como 1Blocker, que bloquea la carga de anuncios malignos en los sitios web.
¿Cómo cambiaría mi vida con un celular nuevo?
Es importante imaginar cómo sería su vida con un nuevo teléfono, comentó Guy de Wirecutter. Si tiene un recién nacido en camino y la cámara de su teléfono toma fotografías borrosas, es posible que un dispositivo nuevo con una mejor cámara cambie su experiencia con el celular de manera notable.
Pero si se utiliza el móvil sobre todo para tareas básicas como hacer llamadas, enviar mensajes y navegar por internet, uno más nuevo y más rápido no supondrá una gran diferencia porque los celulares han sido bastante rápidos durante años.
“No hay que sustituir algo que funciona bien solo porque haya una versión más nueva y brillante”, concluyó Guy.