Esa pizca que agregue, le dará un toque de fuerza, profundidad y, a veces, incluso un toque dulce muy delicado. Una vez que lo trate, se convertirá en uno de sus mejores ingredientes para tener siempre disponible en la cocina.
¿Qué tipo de vino?
Evite el “típico vino de cocinar” barato y use el mismo vino que disfrutas usted. Quiere que el vino mejore el sabor y no destruya la receta (la misma regla se aplica a los aceites de oliva), así que úselo como condimento. Yo siempre guardo las sobras de vino en mi refrigerador, incluso durante varias semanas.
Con vino blanco o espumoso
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Cocino más con vino blanco que con tinto porque es más versátil. Siempre tengo Albariño, Savignon Blanc o Riesling seco. Evite los vinos blancos añejados en madera y el Pinot Grigio, que suele ser casi agua. Lo más importante es considerar el dulzor y la acidez, y ambos se harán más pronunciados a medida que reduzca el vino. Cocino aves, verduras y cualquier ingrediente del mar, con vino blanco. Me encanta usar el vino espumoso para la pasta. No me pregunte por qué, solo pruébelo y me dirá.
Con vino tinto
Los mejores vinos tintos para cocinar son de cuerpo medio y con taninos delicados, como el Tempranillo y el Merlot, aunque cocinar con Malbec ahora es algo que ocurre con más frecuencia en mi cocina. Solo hay que tener cuidado con la cantidad que se utiliza. En ocasiones, los vinos con altos taninos (Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc), pueden provocar sabores astringentes. Por otro lado, evite el Pinot Noir, es demasiado ligero para cocinar con él. Necesitamos algo de drama y Pinot Noir no lo traerá a la escena.
Los champiñones quedan muy bien con vino blanco o tinto, pero si está cocinando cerdo, carne, un guiso de aves o cualquier receta estofada al horno, lo mejor será bañarlo con tinto. El otro día agregué un chorrito de Chianti casi al final de una chuleta de lomo de cerdo que doraba en la sartén, y quedó delicioso. Por lo tanto, no tiene que ser una receta elegante, solo un toque marcará la diferencia.
Otras opciones
Un churrasco con cerveza, unas almejas con vino de Jerez también quedarán riquísimas. Una reducción de un Oporto será genial en una salsa dulce para un plato de carne o postre. En otras palabras, si no tiene vino, hay más opciones. Hasta una pizca de tequila o ron puede funcionar en ciertas recetas. Deje que la imaginación fluya. Por ejemplo, unos camarones o langosta en un sofrito de cebolla, ajo y cilantro con una pizca de un buen Ron dorado, será memorable.
La mayor parte del alcohol se evapora cuando literalmente deja que el vino “hierva”. Hay quienes recomendarán “hervir” el vino durante 20-30 segundos para reducirlo antes de cocinarlo. Pero, para ser honesta, solo hago esto si estoy preparando una salsa y quiero intensificar aún más el sabor. Si estoy cocinando con él, lo agrego directamente a la receta como si fuera otro vinagre o condimento más. ¡Buen provecho!