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Brechas en vacunación anticovid es evidente entre municipios, mientras aumenta rezago en población vulnerable

Mientras que en el municipio de Guatemala cerca del 90 por ciento de la población ya tiene una dosis contra el covid-19, hay otros municipios donde la cifra no supera el 11 por ciento.

La vacunación contra el covid-19 no llega igual a toda la población, hay municipios donde el rezago es mayor. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

La vacunación contra el covid-19 no llega igual a toda la población, hay municipios donde el rezago es mayor. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

La vacunación contra el covid-19 no ha avanzado lo necesario en Guatemala. Entre los países de Centro América ocupamos el penúltimo puesto de personas inmunizadas hasta el 4 de octubre, según reporte del sitio Our World in Data, y solo estamos por delante de Nicaragua.

La cobertura de guatemaltecos con esquema completo es del 14 por ciento. Honduras nos supera al llegar al 24 por ciento de gente que ya tiene las dos dosis, pese a que ambos países comenzaron el proceso de vacunación el 25 de febrero pasado, con dosis donadas por Israel.

El rezago de Guatemala para aplicar la vacuna anticovid es notorio, pero al interior del país ese atraso va acompañado de la desigual, pues al analizar la cantidad de población por municipio que ha recibo por lo menos una inyección del biológico se observa una brecha grande.

En el municipio de Guatemala casi el 90 por ciento de las personas ya tiene la primera dosis. Caso similar ocurre en tres territorios de Quetzaltenango que se acercan a un 70 por ciento, son la cabecera departamental, Salcajá y Sibilia.

La lista de los diez municipios con mayor avance en la cobertura de primeras dosis la completan Antigua Guatemala, San Bartolomé y Jocotenango, en Sacatepéquez. También aparecen Agua Blanca y El Progreso, en Jutiapa, y San Sebastián Coatán, en Huehuetenango.

Al otro extremo hay municipios que a duras penas superan el 11 por ciento de gente con una dosis antivocid, como es el caso de Senahú, en Alta Verapaz. En el departamento también está Chisec, en donde se ha colocado un 9.9 por ciento de primeras dosis.

Hay otros territorios con cifras más desalentadoras, como Concepción, Sololá, que con dificultad llega al 2.2 por ciento, y en Santa Bárbara, Huehuetenango, que aparece con un 3.9 por ciento de personas con una dosis.

Esquema completo, un reto

Si bien iniciar el proceso de inmunización es importante para evitar enfermar de gravedad, hospitalización y muerte, la evidencia científica señala que con el esquema completo la eficacia de la vacuna es mayor, y funciona contra la variante delta, la responsable del 78 por ciento de los contagios en Guatemala -último informe del Laboratorio Nacional de Salud-.

La situación pone al país en mayor desventaja ante el avance del covid-19, pues en el territorio nacional el 80 por ciento de guatemaltecos aún no recibe la segunda dosis.

Entre municipios la realidad es otra. En Guatemala el 50 por ciento de la población ya recibió las dos inyecciones, y con el paso de los días se observa menor afluencia en los centros de vacunación, incluso, se dificulta llegar al número necesario de personas para poder abrir un vial del biológico y no desperdiciar dosis.

A 283 kilómetros de la capital está Santa Barbara, en Huehuetenango, donde solo el 1.3 por ciento de personas ha completado el esquema de vacunación.

Las disparidades entre los territorios tiene relación con que el esfuerzo ha sido urbano-céntrico, la ubicación de los puestos de vacunación sigue esta visión, así como la distribución del producto. También pasa por estrategias de comunicación sin pertinencia cultura y medios inadecuados, por parte de las autoridades, para divulgar los beneficios de estar inmunizado contra el covid-19, señala un análisis de Laboratorio de Datos.

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Se indica que mientras menos educada y más pobre es la población la cobertura de vacunación en estos territorios es menor.

“Todos los recursos y esfuerzos se están concentrando en la capital y otros territorios más urbanos. Obviamente se iban a saturar cuando se vacunara a la población total de esos lugares. Ahoya se están cerrando muchos puestos, solo se queda la gente que necesita su segunda dosis. El problema es que no implementan una estrategia para movilizar los recursos a otros lugares (que faltan por ser alcanzados)”, dice el investigador Óscar Chávez, de Laboratorio de Datos.

Rezago aumenta vulnerabilidad

Cuando el Plan Nacional de Vacunación se presentó contemplaba cuatro fases, para abarcar a distintos grupos de población. Con el pasar de los meses ha tenido cambios y el más reciente es incluir a población entre los 12 y 17 años, con lo que se llega a 12.6 millones de personas.

El reporte tomado del tablero covid-19 del Ministerio de Salud muestra que el grupo mayoritario por vacunar es la población entre 18 y 39 años (6.4 millones), pero menos del 45 por ciento tiene una dosis, y solo el 22 alcanza el esquema completo.

Los adultos mayores de 50 años son menos (2.4 millones) y pese a que cerca del 45% ha completado el esquema, la vacunación en este grupo se ha estancado.

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“Lo que pareciera es que los adultos mayores de 50 años que ya se vacunaron viven en zonas urbanas y tenían posibilidad de movilizarse, son la mitad. El otro 50 por ciento nunca tuvo acceso a la vacuna, lo que hay que hacer es acercarles la vacuna”, indica Chávez.

A criterio de la doctora Nancy Sandoval, presidente de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (AGEI), hay que redoblar esfuerzos para conseguir que el ritmo de vacunación no se estanque sino se incremente, pero además de avanzar en edades o personas en riesgo no debe descuidarse los grupos prioritarios y debe hacerse el esfuerzo para alcanzar y reducir la hospitalización y muerte entre ellos.

 

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