Economía

Congresistas estadounidenses temen por expansión comercial de China en Latinoamérica y El Caribe

Trece congresistas estadounidenses solicitaron a la representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, que preste atención inmediata a la creciente influencia de China en las relaciones comerciales y económicas de Latinoamérica y El Caribe.

La carta fue enviada a la representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, (Foto Prensa Libre: AFP)

La carta fue enviada a la representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, (Foto Prensa Libre: AFP)

“EE. UU. no puede permitirse el lujo de quedarse de brazos cruzados e ignorar el hecho de que ya no es el principal socio comercial de todos los países sudamericanos, excepto Ecuador y Colombia”, así comienza la carta que los legisladores enviaron a Tai desde Washington.

China ya está empezando a discutir nuevos acuerdos comerciales con los países sudamericanos. Por ejemplo, Ecuador y China esperan tener un acuerdo de libre comercio en marzo de 2022, y Uruguay incluso antes, a finales de año, cita el documento.

Mientras que Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de los vecinos centroamericanos y caribeños, la creciente participación económica de China en los países vecinos es igualmente preocupante, expresaron los legisladores.

Desde 2019, China acordó invertir en varios proyectos importantes de infraestructura en El Salvador, incluyendo un estadio de fútbol y una planta de tratamiento de agua. En 2007, China financió un estadio de fútbol en Costa Rica.

China también ha participado en la diplomacia de las vacunas, vendiendo, donando e intercambiando millones de vacunas (aunque menos efectivas) a las naciones que luchan por sobrevivir, lo que ha hecho avanzar su huella regional.

“Estados Unidos debería preocuparse seriamente por la influencia y el apalancamiento que esto les proporciona, ya que las empresas de alto riesgo respaldadas por el PCC están trabajando para dominar la 5G y el espacio de seguridad pública. Como sabe (refiriéndose a Tai), las relaciones comerciales y económicas con naciones soberanas están reservadas a todas las naciones del mundo, si deciden entablarlas. Como también sabe, estas relaciones pueden generar influencia política, vínculos diplomáticos, avances tecnológicos, inversiones en infraestructuras y estrategias empresariales y financieras”.

Las relaciones comerciales pueden ser realmente polifacéticas. Esto es lo que sabemos, y definitivamente esto es lo que China sabe también, enfatizaron.

“La prosperidad económica y la consolidación de las relaciones comerciales se están convirtiendo poco a poco en una cuestión de seguridad nacional. Comprendemos las preocupaciones relativas a los derechos humanos, el estado de derecho, los problemas laborales y medioambientales en nuestros países vecinos, pero China no es ajena a estas mismas preocupaciones, y sin embargo, las abordamos mientras investigamos, comerciamos y nos acercamos a las oportunidades de trabajo con naciones del hemisferio occidental de ideas afines.

Funcionarios de países como Ecuador, Uruguay, Colombia, Paraguay, Guatemala y otros han declarado que desean continuar con sus sólidas relaciones comerciales con los EE. UU. ahora es el momento de pasar del diálogo a la acción.

No podemos seguir perdiendo el tiempo tratando de arreglar esta situación únicamente por la vía diplomática. China tiene el dinero, la influencia y la estrategia para infiltrarse en el hemisferio occidental, es sólo cuestión de tiempo que los cheques sean demasiado grandes para rechazarlos”, advirtieron los congresistas.

Los representantes consideraron que es de la más alta prioridad para los EE. UU. mantener sus relaciones fuertes con sus vecinos en el hemisferio occidental, en poco tiempo, porque China estará significativamente posicionada para dominar completamente la economía del hemisferio occidental, ya que es el principal socio comercial de prácticamente toda Asia, Oceanía, Europa del Este, África y, como se ha dicho, la mayor parte de América del Sur.

La misiva concluye de la siguiente forma: “América Latina y El Caribe nunca deben vivir como una sombra inadvertida de los EE. UU. Un hemisferio fuerte beneficia económicamente a todos. Entendemos las carencias y dificultades que la pandemia ha tenido en el mundo, pero mientras salimos de la pandemia para recuperarnos económicamente, no queremos dejar atrás a nuestros amigos latinoamericanos y caribeños. De lo contrario, empezarán a buscar en otra parte, y nos dejarán atrás.

En opinión de Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) la preocupación de los congresistas estadounidenses es válida y debe considerarse como una oportunidad para el país para aprovechar la coyuntura expansionista de China y acercarnos más a Estados Unidos.

“Por lo anterior, la atracción de inversión extranjera debe ser más asertiva, pero con estrategias que permitan convertirnos en un aliado ante esa lucha expansionista comercial de China”, concluyó Zapata.

ESCRITO POR:

Natiana Gándara

Editora de Economía en Prensa Libre, con más de 15 años de experiencia en medios radiales, televisivos, impresos y digitales.