Sin embargo, recientemente realizó una nueva inversión de Q57 millones en su planta de producción que hoy ocupa un área de mil 150 metros cuadrados de construcción y un centro de distribución de cuatro mil metros cuadrados
“Desde que Dos Pinos inició operaciones en Guatemala ha invertido Q162 millones, aparte de que genera 280 empleos directos y más de mil indirectos”, indicó Gerardo Fajardo Álvarez, gerente de país de Dos Pinos en Guatemala.
Actualmente se están produciendo 1 mil 700 toneladas anuales, se tiene la expectativa de duplicar este monto para el próximo año y tener un crecimiento acelerado en los próximos cinco años.
La empresa busca abrir próximamente mercados en Belice y República Dominicana y está a la espera de enviar yogur a El Salvador, así como leche en polvo y crema a Honduras. Sin embargo, en ambos países han tenido ciertas limitaciones para poder exportar y esperan que en el corto plazo se pueda empezar a comercializar.
Fomentar producción local
En opinión de Ramiro Pérez Zarco, director ejecutivo de la Asociación de Desarrollo Lácteo de Guatemala (Asodel) las inversiones son positivas, pero el objetivo es fomentar la competitividad dentro del sector; para lograrlo, es necesario fomentar la compra local de la materia prima y reducir y/o eliminar la importación como ha sucedido en los últimos años.
“En el corto plazo esperaríamos que sustituyan esa materia prima por producción local, dado que la industria del país posee más de 60 años de experiencia en sembrar leche”, afirmó Pérez Zarco.
En ese sentido, Fajardo explicó que dentro de los planes a futuro están ir buscando el acopio de leche y la expectativa se mantiene para poder contribuir en temas de tecnificación al sector primario en Guatemala y tener mayor crecimiento.
“Entre mejor tecnificada esté toda la cadena, se tendrán productos de mejor calidad, todos los segmentos lograrán ser más prósperos y tendrán una mayor rentabilidad, sin olvidar, principalmente, el velar por los temas de calidad e inocuidad”, expresó.
Wilfredo Fernández, director ejecutivo de la Gremial de Lácteos y Derivados de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), sobre el mercado lácteo nacional coincidió en que es positivo que se realicen inversiones en el país y más aún en el sector lácteo, ya que demuestra que Guatemala da garantías para la inversión y hay oportunidades de crecimiento.
“Esto genera empleos y mayores oportunidades para la cadena láctea. Respecto a los consumidores, contarán con más productos, lo que genera una mayor competencia por calidad y oferta para los consumidores”, resaltó.
En los últimos años se han realizado importantes inversiones en la cadena láctea, especialmente en el aumento de la capacidad instalada para producir ese tipo de productos para el país y la región centroamericana. El desafío está en contar con el apoyo del sector público para abrir los mercados de la región y así aprovechar oportunidades, agregó el directivo de la gremial.
Industria local
Wilfredo Fernández indicó que el sector lácteo nacional genera cerca de 30 mil empleos directos y actualmente se produce un promedio de 1 millón cuatrocientos mil litros diarios de leche en Guatemala, lo que equivale a una producción anual de 511 millones de litros. También hay una creciente producción de leche de búfala y cabra en el país.
Pérez Zarco estimó que la industria local produce entre un millón y un millón 200 mil litros diarios de leche, que equivalen a Q4 millones al día, que se colocan principalmente en el área rural por la producción, por lo que es una fuente importante de ingresos.
Ya transformado el producto terminado, se trata de Q1 mil millones que coloca la industria nacional al año, con 30 mil a 40 mil empleos directos.
Afectados también por crisis de contenedores
En otro tema, Fajardo manifestó preocupación por la crisis internacional de contenedores y el aumento de las materias primas, específicamente en temas de empaque.
“Por ejemplo, el manejo de resinas ha sido complicado a nivel mundial y ha tenido impactos en costos o atrasos en entregas, es una situación que afecta y el país no está exento. Sin embargo, han logrado sinergias importantes para poder tener los empaques disponibles. La leche en general, que se produce en Costa Rica, no ha tenido ningún impacto en ese sentido”, aclaró.
Y Fernández explicó que la cadena productiva de la leche y productos lácteos incluye productores, trabajadores de finca, ordeñadores, acopiadores, trasportistas, procesadores, comercializadores y los prestadores de servicios de genética, alimentación y sanidad animal (zootecnistas y médicos veterinarios), proveedores de materias primas y suministros para la industria, entre otros.
Cambios en hábitos de consumo
La pandemia provocó cambios en los hábitos de consumo y algo que observó la empresa fue la preferencia del consumidor por empaques más grandes, a consecuencia del teletrabajo y la educación a distancia.
En los primeros meses de la crisis también notaron que aumentó la cantidad de unidades en cada compra, porque las familias almacenaron más alimentos con un plazo de caducidad más amplio.
“Por ejemplo, los tamaños grandes de un kilo fue uno de los cambios que más notamos, en contraste con los empaques individuales o de menor tamaño”, explicó Fajardo.
Sin embargo, el mercado está regresando a sus niveles normales y los tamaños individuales vuelven a tener demanda.