Es una de las primeras obras musicales y escénicas sobre temas indígenas autóctonos en las Américas, con la proyección de elementos de música autóctona. La ópera fue estrenada en el Teatro Abril de la ciudad de Guatemala, el 25 de julio de 1924, en el cuarto centenario de la fundación de la Ciudad de Santiago de Guatemala. Desde entonces no se ha vuelto a presentar en el país.
El Ministerio de Cultura y Deportes presentará hoy 20 de octubre, la puesta en escena de la ópera Quiche Vinak, al gabinete de gobierno, con la finalidad de mostrar el talento de los artistas de Guatemala y por la conmemoración los 200 años de independencia, aunque la fecha de exposición se realizará más de un mes después del 15 de septiembre.
“Al público se presentará una semana después los lunes, martes, jueves y viernes, para acceder a la presentación el Ministerio de Cultura y Deporte, habilitó un enlace para solicitar las entradas gratuitamente”, comentó, Daniel Guillen, portavoz del Ministerio de Cultura y Deportes.
¡Entradas agotadas! 🚨 Recibimos hasta 12 mil visitas por minuto en el sitio de reservas para la Ópera Pueblo K'iche' 📱💻✨. ¡Esperen más información de las nuevas fechas que se habilitarán! Aforo reducido por protocolos de prevención del COVID-19. #CulturaGUATE pic.twitter.com/0padnuMVQ2
— Ministerio de Cultura y Deportes (@McdGuate) October 20, 2021
El enlace publicado la noche del 19 de octubre recibió cerca de 12 mil visitas por minutos y se agotaron las fechas disponibles. La institución comenta que abrirán nuevas fechas para que el público asista a esta obra.
La obra se ubica en la tradición de las óperas latinoamericanas con temas históricos y tendencias nacionalistas como el Guatimotzin de Aniceto Ortega, Il Guarany de Antonio Carlos Gomes, Ollantay de José María Valle Riestra, Huémac de Pascual de Rogatis y Atzimba de Ricardo Castro, entre otras.
¿De qué trata?
La obra está situada en la víspera de la invasión de Guatemala por los españoles en 1524. La princesa kaqchikel Alitza está a punto de ser sacrificada por los sumos sacerdotes del Quiché, para evitar que los dioses destruyan el mundo con hambrunas, pestes y terremotos.
Sin embargo, un instante antes de que le extraigan el corazón a Alitza desciende del aire el príncipe quiché Amalchi, dotado de poderes mágicos. Ante el asombro del pueblo congregado libera a la víctima, llevándola consigo en vuelo para esconderla en la montaña.
Los sacerdotes sin embargo están determinados de recapturar a la princesa y sacrificarla para evitar la ira de los dioses. Con ese propósito designan a uno de ellos para que vaya en búsqueda de la víctima. Convertido en coyote, el brujo encuentra a los dos jóvenes, que se han enamorado profundamente, y los duerme con un incienso mágico.
Una vez inconscientes, el brujo despoja a Amalchi de sus poderes y captura a la pareja, conduciéndola de nuevo hacia la plaza para sacrificarlos. En la hoguera, se juran amor eterno, y en el dolor del holocausto los sobreviene el poder de la adivinación, prediciendo el ocaso del pueblo Quiché ante los Hijos del Sol. En ese instante hacen su aparición los españoles con sus yelmos, corazas, lanzas y caballos, dejando al pueblo Quiché sumido en el terror.
La historia
La ópera fue estrenada en 1924, en el cuarto centenario de la fundación de la Ciudad de Santiago de Guatemala. Fue auspiciada por la Sociedad de Geografía e Historia, hoy Academia de Geografía e Historia de Guatemala, de la cual Castillo era miembro de número.
El reparto contó con la soprano Clara Andreu como Alitza, el tenor Augusto Monterroso como Amalchi, y el bajo Francisco Brewer como el brujo-coyote.
Los coros, incluyendo a los diez sacerdotes principales, fueron preparados por Manuel pinto, y las coreografías de los números danzados fueron elaboradas por Elisa Padilla y Francisco Cordón.
La orquesta de 60 músicos filarmónicos que acompañó el estreno estuvo bajo la dirección del maestro J. Alberto Mendoza.
La reacción crítica fue positiva, fundamentando la fama de Jesús Castillo. Esa misma noche, el compositor fue condecorado con las Palmas Académicas por el embajador de Francia. Copias de la partitura fueron enviadas a diferentes centros de documentación musical, lo cual hizo posible la reiterada interpretación de selecciones de la obra en ciudades importantes de Alemania y Estados Unidos.