Mientras tanto, la vacunación avanza, aunque a paso lento en comparación con otros países de la región. Hasta ahora, 3.1 millones de personas han recibido el esquema completo de la vacuna contra el coronavirus. Esto representa el 23% de la población guatemalteca mayor de 12 años. Mientras tanto, el 39% ya recibió, al menos, la primera dosis.
Sin embargo, públicamente se han expresado dudas acerca de si la baja del número de contagios de covid-19 y de casos activos es real. También por qué sigue siendo alto el número de fallecido, que hasta el 22 de octubre ya era de 14 mil 655.
Consultados al respecto, un epidemiólogo y dos entidades que monitorean la pandemia en el país, explican que varios factores pueden influir en este comportamiento.
El epidemiólogo Erwin Calgua considera que el estado de Calamidad establecido en agosto, que estuvo vigente solo por algunos días, más la divulgación del incremento de contagios y saturación de hospitales y una campaña de concientización lanzada por muchos sectores tuvo efectos en que muchas personas se cuidaran más.
Calgua y Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) coinciden en que los avances en la vacunación ya están reflejando efectos positivos, lo cual ayuda a que, aunque haya contagios, estos sean leves y se recuperen pronto y que, incluso en ocasiones, las personas ya no acudan a hacerse pruebas y no requieran servicios en hospitales, sobre todo quienes ya tienen ambas dosis.
El tercer factor mencionado por Calgua se refiere al impacto que la variante delta tuvo en las semanas pico de contagios, derivado de su alto porcentaje de transmisión. Aunque explica que esta sigue existiendo, es posible que la población más expuesta ya se haya contagiado, por lo cual los casos empezaron a bajar.
Óscar Chávez, investigador del Laboratorio de Datos, expuso que el pico de contagios que se registró en agosto ya se superó, y considera que es normal que el comportamiento del virus tenga ciclos. Pero a su criterio, un factor que también influye es la baja en el número de pruebas que se realizan para detectar el covid-19.
Chávez expuso que en la semana del 21 de agosto del 2021, se reportaron 29 mil casos y se hicieron 93 mil pruebas. Pero refiere que el número de pruebas bajó en alrededor de 20 mil semanales a partir de la segunda semana de septiembre luego de que asumió el nuevo ministro de Salud, Francisco Coma. En las primeras tres semanas de octubre, el número de pruebas se redujo al 50% con respecto a agosto porque se están haciendo solo 40 mil.
Según los registros oficiales, “el porcentaje de positividad está cercano al 15% y no es lo peor que hemos tenido ya que en el pico de agosto llegaron al 40%, pero tampoco tiene necesariamente una relación directa que al bajar las pruebas vaya a bajar la positividad” dijo Chávez.
Además, mencionó que se debe vigilar en dónde y a quién se les están realizando las pruebas porque hay comunidades donde estas son muy escasas, y aunque haya contagios es más difícil detectarlos.
Mientras tanto, Zapata considera que el tomar menos pruebas no afecta el porcentaje de positividad.
Respecto al número de fallecidos, Calgua explicó que no ha bajado al mismo ritmo que los contagios o casos activos, porque se ha detectado que muchas personas acuden a un centro asistencial hasta que se encuentran muy mal de salud. Esto, sumado a que el porcentaje de personas que tienen el esquema completo de vacunación aún es bajo.
¿Por qué no se vacunan las personas?
En los últimos días, los encargados de los centros de vacunación han reportado una baja afluencia de personas para vacunarse. Sin embargo, algunos líderes locales y organizaciones denuncian la falta de vacunas en ciertos lugares.
Prensa Libre realizó un sondeo entre sus lectores para conocer las razones por las que las personas que, pudiendo hacerlo, aún no han acudido a un centro para recibir la vacuna.
Así, el 32.3% de las personas consultadas aseguraron que tienen desconfianza de las vacunas en general y, en algunos casos, específicamente a las que se administran en Guatemala.
En segundo lugar, las personas se han quejado de llegar a los centros de vacunación y no encontrar vacunas o no encontrar la vacuna que desean.
En Guatemala se han administrado, hasta ahora, cuatro tipos distintos de vacunas. Más del 50% de la población vacunada ha recibido Moderna, que llegaron como parte de una donación de Estados Unidos. Mientras que la mayor cantidad de vacunas que el Gobierno compró son Sputnik V, aunque a Guatemala aún no llegan todas las dosis adquiridas.
Además, se han aplicado vacunas Pfizer/Biontech y AstraZeneca.