Entre el 22 de octubre y el 2 de noviembre las floristerías en Guatemala suelen tener alta demanda debido a la conmemoración del Día de Todos los Santos y los Fieles Difuntos; sin embargo, el impacto de las medidas derivadas por el covid-19 les ha impactado.
Los cementerios suelen ser abarrotados por miles de personas principalmente el 1 y 2 de noviembre, pero ahora por la pandemia del covid-19 estos estarán cerrados a escala nacional el próximo 31 de octubre y el 1 y 2 de noviembre.
Con esta disposición, el Ministerio de Salud pretende evitar aglomeraciones en estos lugares para prevenir el contagio.
Las personas han llegado a visitar los cementerios entre semana y en los horarios permitidos por Salud, aunque el próximo cierre ha tenido un impacto para los comerciantes de flores y coronas, pues la ventas han disminuido.
Los vendedores también afirmaron que el incremento del combustible les afecta en el costo de los productos que han subido entre un 10 y 15%.
Alejandra Monroy, de Floristería Michael en el Mercado de Flores de la zona 3, manifestó que están perjudicados por las medidas que se tomaron, pues las ventas han disminuido.
Añadió que invirtieron en producto y les perjudica que el Cementerio General va a estar cerrado durante tres días.
Dijo que según ellos el cierre sería hasta el 1 de noviembre, pero este comenzará el 31 de octubre que caerá domingo, que es un fin de semana cuando las personas aprovechan para adornar la tumbas.
Tienen la esperanza que el sábado 30 de octubre los clientes se acerquen e hizo un llamado a las personas a que adquieran sus productos.
Monroy añadió que los proveedores les dicen que el combustible ha aumentado y eso les incrementaría el precio de la mercadería.
Tiene 48 años de vender en el lugar, y según ella, la pandemia también afecta a este sector.
Cindy Reyes, de Floristería María Sofía, afirmó que la demanda de flores y coronas ha sido baja en comparación con otros años.
Informó que el horario de atención es de 6 a 17 horas, aunque hay posibilidad de ampliar el horario.
Armando González, de 80 años, dijo que se compran flores por el amor hacia los seres queridos, “vuelen a vibrar dentro de uno, le dan valor para cuando tengamos que alcanzarlos y vivir con ellos por todas las eternidades”.