Justicia

“La niñez está siendo golpeada”: Al menos cuatro mil niños de Guatemala están en orfandad por la violencia y el covid-19

Datos del Refugio de la Niñez dan cuenta cómo miles de niños y adolescentes han quedado huérfanos por la violencia y también por el covid-19.

Violencia en Guatemala

El 13 de noviembre un menor de edad presenció cómo sus papás fueron asesinados mientras él jugaba un partido de futbol en San Miguel Petapa. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

El 13 de noviembre un crimen registrado en San Miguel Petapa volvió a evidenciar la dura realidad de la niñez: la violencia los está dejando sin padres.

El asesinato de sus padres durante un juego de futbol es uno de los miles de casos que ocurren anualmente en Guatemala, según registros de organizaciones sociales a favor de niñez.

El fenómeno no es nuevo y las instituciones públicas que atienden a los menores de edad parecen ser insuficientes para responder al problema, lo que deja a miles de niños en situación vulnerable.

Además, con la situación de la pandemia del covid-19, se ha incrementado el número de casos de menores que quedan en orfandad.

Leonel Dubón, representante del Refugio de la Niñez, considera que los datos actuales son catastróficos, pero es aún más inquietante saber que los niños que quedan huérfanos podrían crecer en el abandono emocional y sin una buena guía si no reciben el apoyo adecuado.

“Ha sido frecuente sobre todo cuando se dan hechos como el de ayer (13 de noviembre) cuando ambos padres mueren. Hay que recordar que tenemos a cerca de 4 mil niños institucionalizados todavía y algunos de ellos ya no se mueven -a hogares temporales- porque ya no existen recursos familiares. Estamos impulsando programas de acogimiento familiar (familias adoptivas) para aquellos niños que están quedando huérfanos, no solo en el contexto de la violencia sino de la pandemia”, señaló.

Este mismo problema ha sido identificado por Miguel López, titular del Observatorio de la Niñez, quien señala que la situación que afrontan los menores en Guatemala es aún más grande de lo que apuntan las cifras gubernamentales.

“No solamente por las muertes violentas, pero este año la niñez está siendo muy golpeada de manera colateral por el covid. Detrás de muchos de los fallecidos hay familias y hay niños. Acá seguimos teniendo cerca de 32 muertes por cada 100 mil habitantes en un año según las cifras oficiales, pero creemos que la realidad es completamente distinta”, indicó.

Reclutan a menores

El crimen de San Miguel Petapa activó las alarmas de las fuerzas de seguridad que dieron con una de las sospechosas, una menor de edad que fue conducida al juzgado de Villa Nueva donde tendrá que resolver su situación legal.

Los menores de edad resultan ser “productos atractivos” para las bandas criminales, ya que las penas que estos enfrentan son de menor tiempo a comparación de los adultos, lo que les permite una estadía más corta en prisión.

“Es uno de los recursos que más están utilizando sicarios el día de hoy. Hay que recordar que por el tipo de penas que tienen los adolescentes y porque son más fáciles de reclutar el crimen organizado los está usando. Vale la destacar que esto es considerado como trata de personas, aunque el problema es que no hay investigaciones a estructuras que recluten menores, en consecuencia ellos son mucho más vulnerables”, explicó Dubón.

Hace unos años este campo era exclusivo para los varones, pero ahora los delincuentes también reclutan a las adolescentes para colaborar en sicariatos, como presuntamente  ocurrió con esta menor localizada el fin de semana.

“En este país los menores no son vulnerables por su condición de niños o de adolescentes, sino los niños son vulnerables porque existe una serie de factores que los ponen en permanente riesgo. Algunos se ven involucrados porque tiene una coacción, chantaje o amenaza, pero otros porque no tienen ninguna alternativa ante un Estado y familia ausente sumado a una comunidad indiferente”, precisó.

ESCRITO POR: