VENTANA

Solo faltas tú

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Como una segunda piel, las comunidades indígenas de Guatemala han tejido su historia a través de los años. Es la herencia de sus antiguos abuelos: los mayas. En las tumbas de la ciudad maya de Río Azul, en las tierras bajas del Petén, encontraron fragmentos fosilizados de textiles mayas que revelaron que además de haber sido admirables matemáticos, astrónomos, escultores,“¡fueron maestros en el arte de tejer! Durante la colonia, los españoles trajeron un nuevo “alfabeto de puntadas”, con el telar de pie. Fue así como las tejedoras mayas crearon un nuevo formato dándole su propia identidad. Generaron un sincretismo textil innovador.

' Si el ejemplo de Victoria fuera imitado por más chapines, podríamos cambiar al país.

Rita María Roesch

Victoria Rivera, originaria de Alta Verapaz, creció admirando la explosión de colores de los trajes indígenas de esta región que narran historias milenarias. Hace seis años, Victoria hilvanó su visión de la tradición textil guatemalteca desde tiempos pre- hispánicos hasta hoy y se aventuró en el diseño de prendas únicas, que preservarían las técnicas de tejido ancestrales y generarían identidad y trabajo para las familias de estos artistas mayas de hoy. Desde entonces ha presentado varias colecciones inspiradas en Guatemala. Entre ellas están: “Flora y Fauna de Izabal;” “ 2,276” (número de especies en extinción en Guatemala); “AV” (en honor a su familia originaria de Alta Verapaz); y, su última colección presentada en el “Fashion Week,” en noviembre, 2021, se llama: “Lava.” Victoria me explicó: “Es un homenaje a nuestros volcanes, pero también a nuestra resiliencia chapina en esta pandemia. Somos apasionados, le hacemos ‘ganas’, nos reinventamos y seguimos echando punta”.

Victoria Rivera está creando un ecosistema porque se pone en los “zapatos del otro.” Así como promueve trabajo para las familias de tejedores en las comunidades rurales, le preocupa la educación de la niñez. Los niveles de rezago que tenemos son vergonzosos. Cuando conoció el proyecto social de la Parroquia San Judas Tadeo, no dudó en colaborar con las becas de los estudiantes. El Centro Educativo San Judas Tadeo principió con la creación de una guardería para apoyar a las mujeres trabajadoras de las colonias Santa Fe y La Libertad en la zona 13, en la ciudad de Guatemala. En 1999 finalizaron un edificio de 3 niveles con miras a proporcionar la mejor educación integral a niños y niñas de primaria hasta tercero básico. Actualmente cuenta desde el nivel de pre-primaria hasta bachillerato. Tiene la capacidad de atender 750 alumnos con educación bilingüe y está al día con las nuevas tecnologías. Ofrece atención médica y más.

Sin embargo, con la pandemia disminuyeron los aportes de los padrinos. De los 750 alumnos para enero 2022 se han inscrito sólo 350. Los padres de familia dan un aporte mensual para la cuota escolar que es completada por los donantes. Debido a las circunstancias, gran parte de las familias no tienen un trabajo estable. La educación que ofrece el centro de estudios es ejemplar. Victoria Rivera propone: “Si me contactas a mi teléfono (502) 55101344, Instagram-@victoriariveragt, o a mi página web www.victoriarivera.gt, y dices que quieres apoyar a la Fundación San Judas Tadeo se te aplicará un descuento en tu compra del precio original y ademas un 25% del costo de la prenda será destinado para las becas de la Fundación. Y si deseas ser padrino de un alumno o dar una donación a la fundación, escribe a fundación@sanjudastadeo.edu.gt

Para escribir este artículo imaginé que nos tomábamos un ‘selfie’ con Victoria y sus colecciones. Aparecían también los antiguos mayas con sus tejidos, los artistas tejedores de la Guatemala de hoy, los niños y niñas con sus padrinos que apoyan a la fundación. Por arte de magia, el personaje en el centro, no tenía rostro, sino un espejito, donde, al verse, cualquiera de los lectores escucharía este llamado: “solo faltas tú.” “Si el ejemplo de Victoria fuera imitado por más chapines, podríamos cambiar al país,” cantó el Clarinero.

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