El Instituto de Astrofísica del archipiélago español de Canarias (IAC), que retransmitirá el evento desde el Observatorio del Teide en la isla de Tenerife a través del canal sky-live.tv, ha recordado este viernes 10 de diciembre en un comunicado que a lo largo de la última década las Gemínidas siempre han despedido el año superando los 100 meteoros por hora.
Y en 2020 superaron los 130 meteoros por hora, lo que las colocó en el primer puesto del escalafón anual de lluvias de estrellas, seguidas de las Perseidas y las Cuadrántidas.
Este año la actividad de las Gemínidas se producirá entre el 7 y el 17 de diciembre y el máximo se espera a las 07:00 UT del 14 de diciembre, y serán las noches del 12 al 13 y del 13 al 14 de diciembre los mejores momentos para observar la lluvia de estrellas.
Los meteoros tienen su radiante en la constelación de Géminis (los Gemelos), que se situará cerca de la de Orión.
Sin embargo, este año la Luna estará en cuarto creciente durante las noches de máxima actividad, lo que dificultará la visibilidad de los meteoros más débiles, por lo que se recomienda la observación a partir de la media noche.
Para asegurarse de ver el mayor número de Gemínidas posible, hay que situarse en un lugar oscuro -libre de la contaminación lumínica producida por las ciudades- y con horizontes despejados, explica el IAC.
Conviene fijar la mirada en una zona del cielo y mantenerla al menos durante unos minutos para poder “detectar” alguna Gemínida. Se recomienda tumbarse en el suelo y llevar ropa de abrigo. Y lo más importante: hay que tener paciencia, continúa.
Las Gemínidas es una lluvia que puede observarse desde ambos hemisferios, a pesar de que desde el norte la actividad será mayor que desde el sur debido a que el radiante estará a mayor altura sobre el horizonte.
Normalmente, los progenitores de las lluvias de estrellas son cometas, pero en el caso de las Gemínidas no, pues un pequeño cuerpo celeste -el asteroide (3200) Phaethon- es el “presunto” progenitor de las Gemínidas desde 1983, lo que supone un misterio para los astrónomos.
De hecho un equipo dirigido por Dave Jewitt (UCLA), ayudado por las sondas STEREO de la NASA, se dio cuenta en 2010 que Phaethon experimentaba un aumento de intensidad en su brillo.
Se trataba de algo nuevo que dieron en llamar “cometa rocoso” ¿Un híbrido entre asteroide y cometa, esto es, se trata de un curioso asteroide que se acerca tanto al Sol -lo hace cada 1.4 años, de manera similar a como lo haría un cometa- que el calor emitido por la estrella “quema” los residuos de polvo que cubren la superficie rocosa y forma así una especie de “cola de grava”.
Al respecto, Javier Licandro, investigador del IAC, comenta que Phaethon, con 4 o 5 kilómetros de diámetro, es “un destructor total” pues si chocara con la Tierra, produciría “una catástrofe a nivel global que acabaría con especies, incluida probablemente la nuestra”.
Aun así, Phaethon es un riesgo menor en la lista de los cuerpos potencialmente peligrosos, puntualiza el astrónomo, que indica que no obstante “tenemos que controlarlo porque las órbitas de estos pequeños asteroides que pasan tan cerca de la Tierra están afectadas por muchos efectos que pueden hacer que, en un futuro, la órbita pudiera derivar en una órbita de colisión”.
Esta lluvia, una de las más atractivas para muchos investigadores, fue observada por vez primera en 1862.
“Desde el año 2012 seguimos puntualmente a las Gemínidas desde el Observatorio del Teide y siempre nos han ofrecido un gran espectáculo”, indica el investigador Miquel Serra-Ricart, que señala que las Gemínidas, a diferencia de las Perseidas, son meteoros lentos y, por tanto, es más sencillo ‘cazarlos’.