El anunció fue hecho ante unos 300 familiares de víctimas que participaban en un acto conmemorativo de los 40 años de la masacre, en la plaza central de El Mozote, unos 200 km al noreste de San Salvador.
Los archivos fueron presentados ante un tribunal de San Francisco Gotera, donde se enjuicia a 17 militares por la masacre.
O’Brien destacó que su país reconoce que “continúa la búsqueda de la verdad y la justicia por lo que continuará apoyando a los sobrevivientes y familiares de las víctimas”.
Además el gobierno de Estados Unidos ayudó recientemente a “digitalizar” los registros legales relacionados con la investigación del caso, explicó el diplomático.
“Nos reunimos para recordar cómo ocurrió este horror, por qué sucedió, y para asegurarnos que esta historia no se olvide”, exclamó ante los aplausos de los presentes.
Entre el 9 y el 13 de diciembre de 1981, varias unidades del Ejército salvadoreño, encabezadas por el batallón contrainsurgente Atlacatl -adiestrado por Estados Unidos-, lanzó la denominada “Operación Rescate” contra la población del noreste del departamento de Morazán.
El gobierno de El Salvador estableció en 2017 que al menos 988 personas, entre ellas 558 niños, fueron asesinadas en El Mozote y las comunidades adyacentes.
Otras 712 personas que sobrevivieron al ataque abandonaron la zona. El conflicto en El Salvador dejó más de 75.000 muertos, al menos 7.000 desaparecidos y miles de desplazados.
La masacre fue negada por el gobierno cívico militar de la época, presidido por el democristiano José Napoleón Duarte, ya fallecido, y por la administración estadounidense de Ronald Reagan, que entregaba un millón de dólares diarios para la guerra al país centroamericano.
“El Mozote fue uno de los capítulos más oscuros de la historia de El Salvador, hace 40 años, más de 1.000 víctimas, de las cuales más de la mitad eran niños, fueron asesinados aquí en el transcurso de tres días. Fue una tragedia que realmente conmociona la conciencia”, sostuvo O’Brien.