El coordinador de la comisión indicada, Zsolt Gerendas explicó que estos servicios se han prestado principalmente a la industria local de alimentos, que es una de las más fuertes, y a aquellas empresas que necesitan cumplir con requisitos ambientales o cuando son exportadores en el país de destino.
Poder importar muestras significaría un crecimiento de un 50% para ese sector y según Gerendas, hay capacidad de crecer al doble y triple, sin mayores inversiones, pero si se crece más, las empresas tendrían que invertir.
El Ministerio de Economía, a través de la Dirección del Sistema Nacional de la Calidad, está liderando el tema y se espera que durante el primer semestre del presente año, se logren los acuerdos en la mesa que estableció la Comisión de Reglamentación Técnica para emitir al Acuerdo Gubernativo correspondiente.
“Por ejemplo, en Estados Unidos ya se aprobó el mecanismo de reconocimiento para laboratorios de terceros países que cumplan una serie de requisitos y en Europa, destino de muchas muestras que no se analizan en Guatemala, se han establecido nuevos requerimientos para poder enviar las muestras a los laboratorios ubicados allá”, expuso Gloria Castañeda, presidenta de la Comisión de Laboratorios de Agexport.
Paralelo al Sistema de Importación de Muestras, la comisión también trabaja en el establecimiento del proyecto respectivo, que tiene como objetivo la promoción comercial de los servicios analíticos. La estrategia ya está diseñada y se basa en explotar las herramientas que, durante la pandemia, los socios han aprendido a utilizar. Tanto en modo virtual, como en la recuperación de la interacción social que se espera pueda mejorar en este año.
El sector de laboratorios apoya a otros, como los alimentarios, farmacéutico, ambiental, la de producción textil y vestuario, agricultura y construcción, así como al comercio en general, y los procesos de apoyo que requieren las empresas para cumplir con los requerimientos del Estado en temas de salud, seguridad y ambiente.
Crecimiento en el 2021
Este sector creció el año pasado 11.8%, pese a la pandemia, y generó al menos US$3.9 millones trimestrales en divisas para el país, por lo que también fue posible mantener el nivel de empleo en 14 mil 720 puestos directos.
Castañeda planteó que ello ocurre a pesar de que el mercado se ha recuperado y hay complicaciones que no se han superado por completo, como el mayor número de días de crédito que solicitan los clientes, los horarios de trabajo reducidos por los problemas de transporte y equipos de trabajo también limitados por el aforo en los espacios laborales.
“Los proveedores de equipo e insumos están enfrentando el problema internacional de desabastecimiento por la crisis logística y precios del transporte, lo que está empezando a afectar la disponibilidad de los servicios, ya que los inventarios se están agotando. Aunque logramos recuperarnos este año, aún tenemos grandes retos que vienen en el 2022 para el sector, pero estamos seguros de que los superaremos”, aseguró Castañeda.
Servicio transfonterizo
El 60% de la actividad exportadora de laboratorios se lleva a cabo como una exportación de tipo “transfronterizo”. Esto significa que desde países como Honduras, Belice o Panamá, demandan el servicio, se realizan las pruebas en Guatemala y se envían los informes al cliente.
Así, el 10% se realiza como “Consumo en el Extranjero”, debido a que el consumidor se traslada desde su país para consumir el servicio en Guatemala y sucede especialmente con los servicios de laboratorio clínico.
El 30% restante de las exportaciones del servicio se realiza en la modalidad conocida como “Presencia en el extranjero” ya que los laboratorios de Guatemala trasladan personal al país del consumidor para prestar el servicio y luego regresan. Por ejemplo, servicios ambientales o de calibración de equipos de medición.