Economía

El exceso de producción y la baja demanda provocaron la caída de precios del cardamomo y 10 mil productores están en crisis

Agricultores de la Franja Transversal del Norte, que incluye cinco departamentos, temen perder el 60% de sus cultivos.

Productores de cardamomo en desesperación eliminan cultivos de cardamomo por bajos precios. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

Productores de cardamomo en desesperación eliminan cultivos de cardamomo por bajos precios. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

Felipe Mateo siembra cardamomo desde hace varios años en Santa Cruz Barillas, Huehuetenango,  y según su experiencia, nunca se habían observado malos precios por este grano aromático, uno  de los mejor cotizados en el mercado internacional.

Sin embargo, este año el panorama cambió y pasaron de ofrecerle Q3 mil por un saco, a menos de mil quetzales. Incluso, la libra en uva pasó de Q9 a Q2.50 y por el corte están pagando Q1.

“La situación es insostenible, porque para poder sacar la cosecha, tuvimos que pedir préstamos bancarios y con esos precios no sacamos los costos”, manifestó Mateo.

En el caso de Mariano Galicia, pequeño productor de Chiantla, la situación es similar y agregó que los compradores les han dicho que no pueden ofrecerles más porque las empresas grandes no están pagando buenos precios. En su caso, llegó al extremo de ya no cortar el cardamomo y existe el riesgo de que se pierda, porque nadie quiere cortarlo.

Ambos casos son solo la punta del iceberg porque hay 340 comunidades perjudicadas, las que representan al menos 10 mil productores. Por lo tanto, el 60% de la producción está en riesgo, advirtieron los agricultores. “Muchas familias optan por destruir sus siembras, debido a que están desesperadas, pues los ingresos están por los suelos”, expresó Mateo.

El pergamino (producto final) en exportación llegó a costar a Q8 mil 500 el año pasado y el precio actual oscila en Q1 mil 500. En la Franja Transversal del Norte se encuentra una diversidad de cultivos, pero predomina este cardamomo y la situación pone en riesgo la economía de las comunidades y miles de familias.

Ante ese panorama, los productores hicieron un llamado al Gobierno de Alejandro Giammattei para que pueda apoyarlos y se busque una pronta solución a esta crisis económica que hoy no es por la pandemia del covid-19, “sino por el precio injusto del producto llamado oro verde en la región”, enfatizaron los agricultores.

Sobreoferta opaca el precio

Jorge Mario del Cid, presidente del comité de Cardamomo de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), comentó que el precio viene en caída desde hace un año, influido por volúmenes de producción a nivel mundial. Guatemala es el principal productor y el pronóstico es que habrá un alto volumen de cosecha, lo que automáticamente deteriora los precios internacionales.

El segundo productor más grande es India y también proyectó un aumento en su producción, por lo que los dos países, con esas estimaciones, provocaron una sobreoferta: septiembre de 2021 terminó con 32 mil toneladas exportadas, pero se produjeron 35 mil toneladas. Es decir que las tres mil que no se logró colocar, se toman como acarreo de cosecha y eso incrementa los excedentes de oferta. India produce en promedio 22 mil toneladas, pero para esta cosecha prevé 28 mil.

Del Cid afirmó que no tenían conocimiento de la preocupación de los pequeños productores, y no lo habían manifestado. “Hay una cadena de exportación y entre ellos hay como cuatro intermediarios, pero al pequeño productor se le paga de dos formas: por producto fresco, al que se le llama uva, o bien como grano deshidratado, que tiene otro precio”, explicó.

También dijo que los precios son cíclicos y según la producción, los precios bajan o suben a nivel internacional y ese es el efecto de dos países con altas producciones. “Es comprensible que el productor se desmotive, pero en cinco años, la cosecha vuelve a bajar y suben los precios. Eso lo vivimos hace dos años”, dijo.

Y sugirió que quienes puedan secar el producto y almacenarlo en pergamino, que lo hagan, pues  en este momento, las condiciones no mejorarán y lo mejor es que vendan porque no se puede especular y traer consecuencias no previstas para toda la cadena.

Agricultores dedicados al cultivo del cardamomo piden apoyo a las autoridades guatemaltecas para enfrentar la crisis. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

Bajaron las exportaciones

La variación del valor FOB de las exportaciones en dólares estadounidenses a octubre de 2021, fue consecuencia del aumento en las exportaciones de artículos de vestuario, grasas y aceites comestibles, café y materiales textiles. Pero también destaca la caída en las exportaciones de cardamomo, azúcar y banano.

El valor de las exportaciones de cardamomo disminuyó en 2021 en US$109.1 millones (21.4%) explicado por la caída tanto en el precio medio por quintal (15.5%), como del volumen exportado (7%), indicó el reporte de evaluación de la Política Monetaria, Cambiaria y Crediticia de 2021 y perspectivas económicas 2022 de la Junta Monetaria.

Según Bloomberg, la disminución en el precio medio de exportación se debe, principalmente, a la menor demanda en India, principal consumidor a nivel mundial, asociada a los efectos negativos de la pandemia covid-19.

De igual manera, el Comité de Cardamomo de Agexport, señala que el comportamiento a la baja del volumen exportado está influido por la reducción en la demanda de algunos de los principales países consumidores.

Cultivo estrella

El cardamomo se cultiva en Huehuetenango, Alta Verapaz, Baja Verapaz, Izabal y Quiché y reúne a más de 300 mil pequeños agricultores en toda la cadena productiva. A partir de 1970, la producción local comenzó a ser importante y en años recientes, se han exportado hasta 39 mil toneladas anuales.

El cardamomo guatemalteco llega a la mayoría de los países del Medio Oriente, así como a Europa, Asia, Estados Unidos, Canadá, México y Sudamérica.

El cardamomo guatemalteco se distribuye en grano y en pequeños envases que llegan hasta los mejores supermercados, restaurantes y cocinas del mundo, de manera que tiene un impacto socioeconómico fuerte, que comienza desde el pequeño productor, para quien representa el 100 por ciento de sus ingresos anuales, y cuya economía depende de la producción.