La trifulca comenzó luego de que el ministro de Gobernación, Leonel Ayala, abriera la sesión y 20 diputados del partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda) propusieran como presidente provisional a Jorge Cálix, violando un pacto con el partido aliado.
Ayala llamó a Cálix, uno de los disidentes, a subir a la mesa de la directiva y lo juramentó. En medio de gritos de “traidores” y “Xiomara”, siete diputados leales a Castro subieron a agredir a Cálix y lo obligaron a huir.
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El diputado de Libre Rasel Tomé denunció que Ayala, quien pertenece al oficialista Partido Nacional (PN, derecha), “ilegalmente le cedió la palabra” al grupo de disidentes que “traicionaron el mandato que el pueblo dio a Xiomara Castro” en las elecciones pasadas.
Ayala dijo a una televisora local que la elección de Cálix “fue acompañada por 83 firmas”.
Para la elección de la directiva de Congreso se requieren 65 escaños.
Con Cálix en la presidencia del Congreso, el Partido Nacional, habiendo sido derrotado en las urnas, “logra maniobrar y lograr el control del Congreso Nacional”, dijo a la AFP el analista y profesor de la Universidad Nacional Eugenio Sosa.
“Se corre el riesgo de una ingobernabilidad, de enfrentamientos de poderes”, producto “de una amalgama siniestra de crimen organizado (y) redes de corrupción para mantener la impunidad”, agregó.
El Congreso debe tomar posesión el próximo 25 de enero con una directiva definitiva nombrada dos días antes.
Nayib Bukele, presidente salvadoreño, compartió la trifulca en su cuenta de Twitter. “Lo que pasó en Honduras es exactamente lo que intentaron hacer aquí”, escribió.
Lo que pasó en Honduras es exactamente lo que intentaron hacer aquí.
Pero aquí los expusimos y los sancionamos. Allá confiaron en ellos y les robaron el Congreso.
No se puede confiar en ellos. Mientras te soban la espalda, te apuñalan. pic.twitter.com/1ycZm3RBiP
— Nayib Bukele 🇸🇻 (@nayibbukele) January 21, 2022