Desde pequeño, el artista nacido en Argentina descubrió su talento musical y a los 15 años de edad se involucró en su primera experiencia como miembro de Reno y Rino, acompañado del cantante Larry Moreno.
Sin embargo, el joven intérprete deseaba destacar en el mundo de la música y buscó un nuevo camino como solista.
En búsqueda de ampliar sus horizontes y conseguir reconocimiento en el ámbito internacional, Diego Verdaguer llegó a México en 1970 para participar en el Segundo Festival de la Canción Latina, realizado en el Teatro Ferrocarrilero de la capital mexicana.
En esta competición, el intérprete argentino se enfrentó contra otros artistas provenientes de 25 países de América y 5 de Europa, cada una de estas naciones siendo representadas por dos cantantes.
Argentina estuvo representada en este festival por el ya consagrado Sergio Denis, quien interpretó el tema “Yo te amo como entonces”, y un joven Diego Verdaguer, que participó en el certamen con la canción Vayamos a Aquel Bar y con el tema Y bajará del cielo Dios.
Por otro lado, México, país anfitrión del festival musical, fue representado por un inexperimentado José José, quien interpretó primero el tema Dos y luego El Triste, siendo esta última presentación su consagración dentro del mundo de la música mexicana.
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Su interpretación de El Triste, escrita por el compositor Roberto Cantoral, ha sido recordada con el paso del tiempo debido a la inmensa ovación recibida por quien años más tarde sería conocido como “El Príncipe de la Canción”.
La impresionante voz de José José, acompañado del movimiento de su cuerpo y la conexión que entablaba con el público hicieron que el intérprete mexicano se convirtiera en una leyenda y en uno de los máximos exponentes de la música en español de toda la historia.
A pesar de las buenas actuaciones de Diego Verdaguer y José José, ninguno de los dos artistas lograron el primer lugar en el Segundo Festival de la Canción Latina, ya que la ganadora fue la intérprete brasileña Cláudia, quien participó con el tema “Canción de amor y paz”.
No obstante, Diego Verdaguer y “El Príncipe de la Canción” tendrían a la postre una ilustre carrera repleta de éxitos, reconocimientos y legendarias interpretaciones en vivo, siendo considerados como dos de los máximos artistas en la música romántica en Latinoamérica.
