La comunicación corporativa se describe como la integración de todas las formas de comunicación de una organización, lo cual significa que todo lo que transmite una empresa, ya sea de manera voluntaria o involuntaria, formal o informalmente, forma parte de esta interacción.

La comunicación corporativa es un proceso que se establece en la organización y consiste en transmitir información y conocer la respuesta de la audiencia receptora del mensaje; por lo tanto, se convierte en una de las herramientas estratégicas que permiten a una empresa alcanzar un buen posicionamiento en el mercado o mejorar la relación entre sus integrantes.

Sin embargo, es importante que las acciones de comunicación corporativa estén basadas en función de objetivos planificados y se recomienda que las organizaciones puedan conectarse con sus públicos de interés, y que, al hacerlo, consideren diversos canales de comunicación.

Uno de los ejes principales dentro de la comunicación es transmitir correctamente los mensajes clave, a través del posicionamiento de la organización y las palabras que busca comunicar para sus distintas audiencias.

Pero, ¿qué es un mensaje clave? En materia de comunicación, es un enunciado claro y simple que presenta información sobre un hecho o situación específicos, además debe ser oportuno y contundente. Y ¿por qué construir mensajes? Porque a través de la estructuración y definición de los mensajes, se establece la coherencia que permitirá comunicar el rumbo de la estrategia corporativa. Estos mensajes permiten alinear la información que se genera por parte de la empresa.

Los mensajes son transmitidos por las organizaciones todo el tiempo, ya que continuamente se tiene interacción con públicos internos (colaboradores), sectores con los que se tiene relación (stakeholders) y, por supuesto, con los medios de comunicación.

Por medio de la definición de una estrategia corporativa, las empresas podrán determinar las tareas de comunicación pertinentes. Sin embargo, el aspecto de mayor importancia consiste en la ejecución de estas tareas, pues es precisamente al ejecutar que se podrá tener un mejor acercamiento con los públicos de interés. El conocer y entender el entorno de manera previa permitirá estar preparado para los distintos escenarios que puedan presentarse y resolver distintas situaciones de manera proactiva en beneficio de la empresa.

El mismo nivel de importancia debe plantearse en cuanto a la estrategia de comunicación interna, eje esencial que debe tomarse en cuenta para que la comunicación fluya entre todos los colaboradores de la organización. Dentro de las mejores prácticas reconocidas, las empresas mejor valoradas son aquellas que han creado un entorno de confianza, fomentan la escucha activa, transparencia en todo sentido y ofrecen múltiples canales de comunicación.

La comunicación efectiva es el factor principal que separa a las empresas exitosas de las que tienen dificultades. La buena comunicación verbal y la comunicación grupal refuerzan las relaciones entre una organización y sus distintos grupos de interés, generando simultáneamente sinergias que ayudan a mantener una ventaja competitiva.

Ante el contexto global, la preocupación por la gestión de intangibles, como identidad, imagen y reputación, va tomando forma con base en la eficiencia y eficacia de una correcta estrategia. Es así como la construcción de una marca busca identificar sus principales atributos y direccionarlos hacia el aprovechamiento de sus factores diferenciadores.