A veces las personas cercanas esperan nuestro apoyo, sobre todo en situaciones difíciles, así como nosotros solemos esperar de ellas recíprocamente. Y eso está bien, sin embargo, suele ser frecuente que nos descuidemos a nosotros mismos al brindar el apoyo que otros solicitan de nosotros, lo “hacemos por amor” más no somos conscientes del agotamiento que puede implicar para nosotros mismos, llegando a absorber nuestra energía completamente.
La clave para dar apoyo emocional, o de cualquier tipo, a los seres que nos importan, sin descuidar de nosotros mismos está en cuán asertivos somos. Por ejemplo: aprender a ser empáticos asertivamente, lo que nos permite saber cuándo y cómo escuchar de forma activa lo que la persona realmente necesita; aprender a comunicar asertivamente que se puede contar con nosotros en la medida en que nos es posible.
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El auto-cuidado y la autoestima son esenciales, saber que ayudamos más si nosotros estamos bien es tan importante como lo es nuestra inteligencia emocional, que nos permite ser comprensivos y validar las emociones del otro objetivamente, sin hacer de la mejoría de sus vidas nuestra misión.
Desatendernos o descuidarnos es sinónimo de agredirnos a nosotros mismos y esto hace que poco o nada podamos ofrecer a las personas que queremos. Recuerde que usted también importa y tiene valor; no deje de prestarse atención y trate siempre de conservar una reserva de energía y tiempo para usted cuando brinde apoyo emocional a otros.
*Docente del Departamento de Psicología de la Facultad de Humanidades de la Universidad Rafael Landívar.
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