“Si podemos volver al momento presente, desconectar de la tecnología, las distracciones y la confusión, y nos centramos en una sola cosa cada vez, dispondremos de más potencial del que quizás somos conscientes. Debemos retomar el control de nuestra atención”, señala el emprendedor estadounidense Thatcher Wine.
Wine ha desarrollado un método basado en la práctica de doce sencillas actividades cotidianas “que nos permiten reactivar nuestra capacidad cognitiva y emocional de concentrarnos en una sola tarea a la vez y prestar atención, atrofiada a causa del estado constante de ocupación en que estamos sumidos”, según afirma.
“Cuando sintonizan completamente nuestros cuerpos y nuestros cerebros en una sola actividad como leer, caminar, escuchar, comer, desplazarnos, aprender, jugar, mirar, crear o pensar, pueden ocurrir cosas sorprendentes y descubrimos que nuestras posibilidades son únicas y casi ilimitadas”, según Wine.
El arte del malabarismo, consistente en manipular varios objetos a la vez manteniéndolos en equilibrio o arrojándolos al aire sin que se precipiten, es un espectáculo llamativo que requiere mucha destreza y coordinación física y mental, pero no parece ser la mejor opción para realizar las tareas cotidianas o actividades laborales.
Según las últimas investigaciones es preferible efectuar una sola tarea, que intentar avanzar con todas al mismo tiempo impulsando alternativamente una y otra, como un malabarista que realiza la prueba de los platos chinos en la que continuamente debe darle impulso a cada uno para que se mantenga girando sobre una varilla sin caer al suelo.
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La investigación en neurología concluye que existe un cuello de botella en nuestra función cognitiva y, cuando hacemos más de una cosa a la vez, nos volvemos menos eficientes y más propensos a cometer errores, según Thatcher Wine, autor de ‘El método de las 12 monotareas’, quien propone “hacer las cosas de una en una para hacerlo todo mejor”.
Wine es el fundador y director general de Juniper Books, una empresa especializada en bibliotecas personalizadas, tiene un gran número de seguidores en Instagram y ha publicado su método en un libro titulado The Twelve Monotasks en inglés.
Cuando hacemos más de una cosa a la vez, en lo que se conoce como ‘multitasking’ o ‘multitarea’ y nuestros sistemas se sobrecargan y se bloquean, según Wine, quien sostiene que “estamos programados para hacer monotareas, es decir, para concentrarnos en una sola tarea a la vez”.
“Estar muy ocupado no significa hacer un buen trabajo y es un error asociarlo con el éxito”, destaca Thatcher Wine , que tiene su base de operaciones en Boulder, Colorado (EE.UU).
“Cuando hacemos las cosas con toda nuestra atención, sintonizando completamente nuestros cuerpos y nuestros cerebros en una sola actividad —como leer un libro, hablar con alguien o prestar atención a nuestro entorno mientras damos un paseo— pueden ocurrir cosas sorprendentes”, según este autor.
Asegura que, cuando nos centramos en lo que estamos haciendo, dónde estamos y con quién estamos, “podemos redescubrir nuestra capacidad de disfrutar de la vida, conectar con los demás y tener éxito en todo lo que hacemos, y eso nos hace más felices, productivos y presentes en todos los aspectos de nuestra vida”.
“Para estar menos estresado, sentirse más feliz y ser más productivo, no se necesitan retiros espirituales ni gurús. Únicamente se necesita dejar atrás la multitarea y empezar la monotarea”, señala.
UN ILIMITADO PODER
Para Wine, debemos entrenar y fortalecer los ‘músculos’ de la monotarea, ya que se han atrofiado a causa del estado constante de ocupación, lo que hace probable que nos distraigamos al oír el sonido de la enésima notificación del ‘smartphone’ o al sentir la necesidad de responder a un correo electrónico más.
Basándose en las últimas investigaciones en psicología, neurociencia y ‘atención plena’ este autor propone practicar doce actividades cotidianas que fortalecen nuestra capacidad cognitiva y emocional para concentrarnos en una sola tarea a la vez, reconstruyendo y ampliando nuestra capacidad de atención, y que son las siguientes:.
LEER
“Leer hace que los ojos se concentren en un solo punto. Mediante el simple acto de dejar a un lado el teléfono y tomar en nuestras manos un libro, estamos optando por la monotarea”, indica.
CAMINAR
“Aunque parezca una actividad simple, al andar centramos la atención en lo que nos rodea (lo que vemos y oímos, el suelo bajo nuestros pies) y recuperamos la conexión de nuestro cuerpo con nuestra presencia integral en el mundo” comenta.
ESCUCHAR
“Al escuchar de verdad, ya sea a nuestros hijos o en una cita, conectamos con los demás infinitamente mejor que al estar distraídos simultaneando otros pensamientos y acciones” añade.
DORMIR
El autor opina que “dormir reinicia el cuerpo y el cerebro, de manera que estemos sanos y dispongamos de la energía física y mental necesaria para prosperar. Prestar atención al sueño conlleva beneficios que permean al resto de facetas de nuestra vida”.
COMER
“En vez de comer deprisa debemos hacernos conscientes de lo que ingerimos y concentrarnos en los alimentos sobre la mesa, qué sabor tienen y qué clase de compañía nos brindan aquellos con los que compartimos la experiencia”, asegura Wine.
DESPLAZARSE
“Es preferible dirigir nuestra atención hacia el viaje en sí, viviendo el presente y centrarnos en llegar a alguna parte y disfrutarlo, en lugar de sentir la necesidad de hacer dos cosas a la vez, poniéndonos en riesgo a nosotros y a otros”, según opina.
APRENDER
“Ya sea que aprendamos un idioma, practiquemos un deporte o algo relacionado con el trabajo, concentrarnos en una sola cosa a la vez mejora las habilidades para asimilar conocimientos y desbloquea nuestro casi infinito potencial”, afirma con rotundidad.
ENSEÑAR
“Tenemos diversas oportunidades de ser didácticos. Una de las mejores formas de pulir una habilidad es enseñándola. Prepararse para la enseñanza requiere una intensa concentración y reconocer el carácter limitado de nuestro propio conocimiento”, asegura.
JUGAR
“Tomarnos un momento para nosotros mismos, divertirnos y jugar nos ayuda a deshacernos de la intensa concentración requerida para tareas anteriores, relaja el cerebro y consigue habitar plenamente nuestros cuerpos y ser más productivos”, asevera.
MIRAR
“Al observar en detalle tanto lo cercano como lo más amplio, admiramos la belleza y complejidad de aquello que nos rodea. Al detenernos a inspeccionar visualmente y a fondo un objeto corriente, cambia nuestra comprensión de dicho objeto”, según comenta.
CREAR
“Traer al mundo algo que antes no existía, desde escribir una nota a nuestros hijos hasta poner en marcha una empresa, son algunas de las monotareas más mágicas y gratificantes, y nos permite interiorizar nuestras posibilidades, que son únicas e ilimitadas”, dice Wine.
PENSAR
“Dedicar un tiempo al pensamiento como una tarea en sí, en vez de usarlo solo como combustible para las actividades diarias, nos ayuda a alcanzar la excelencia y pone de manifiesto cómo delegamos una gran parte del trabajo cognitivo en dispositivos y en otras personas”, concluye este experto.